Las señales de progreso han dejado a los mayores expertos estadounidenses en política internacional una sensación rara: optimismo. Pero, seg&uacute el cuarto Índice del terrorismo, los responsables y ex responsables de la seguridad de EE UU están preocupados porque algunos de sus aliados puedan convertirse en sus peores enemigos.

Por primera vez desde los ataques terroristas del  11-S, la seguridad nacional ya no domina los discursos  políticos en Estados Unidos. El aumento de los  costes energéticos, la implosión de las hipotecas subprime y otros imperativos nacionales monopolizan en la  actualidad los debates. Pero aun cuando el foco de atención ha  cambiado, las guerras de Irak y Afganistán se han convertido  en los combates militares más largos de EE UU en un siglo, a  excepción de la guerra de Vietnam. En el mundo, los terroristas  han seguido atacando vilmente, desde Argelia hasta Pakistán,  pasando por Beirut o Bagdad. Las próximas elecciones presidenciales  se presentan como una oportunidad para elegir la  manera de combatir esta amenaza, aunque, en algún lugar, los  terroristas estén preparando su próximo ataque.

Todos los años, FP y el Centro para el Progreso Americano realizan  una encuesta a más de cien personas que han estado al mando  de la seguridad nacional estadounidense durante los pasados cincuenta  años, demócratas y republicanos por igual. Desde 2006, el Índice del terrorismo intenta sacar unas conclusiones  definitivas sobre las prioridades,  las políticas y el progreso  en la guerra contra el terrorismo.Entre los entrevistados se encuentran  personas que han trabajado  como consejeros de Seguridad,  directores de la Agencia Central  de Inteligencia (CIA), ex asesores  de la Casa Blanca, comandantes  importantes del Pentágono, expertos  del servicio de inteligencia y  eruditos distinguidos.

Este año, el 21% de los encuestados  dice que Washington  está avanzando en su lucha contra  el terrorismo, frente a sólo un 6% el año pasado. En general, el porcentaje  de expertos que cree que la amenaza de las  redes terroristas globales está en aumento ha descendido  de un 83% el año pasado a un 55%. Sin embargo,  no están libres de preocupaciones. Quizás el punto  en el que esto es más cierto es en la guerra de Afganistán. El 80% cree que la Casa Blanca se ha centrado  demasiado en la guerra de Irak y no lo suficiente  en Afganistán. Y, aunque  una mayoría de ambos partidos  está de acuerdo en que  establecer la paz entre israelíes  y palestinos es importante  para derrotar al terrorismo  islámico, los  entrevistados evalúan las  acciones de EE UU en este  sentido con sólo un 3,3 en  una escala del 1 al 10. Y,  como en ediciones anteriores,  un 71% afirma que es  probable o incluso seguro que  se produzca otro atentado de  la índole del 11-S en la próxima  década. Una mayoría  más amplia, un 85%, cree que en los próximos diez  años ocurrirá uno de escala menor, parecido a los  sufridos en Madrid o en Londres. Esto significa que,  aunque las prioridades del público general cambien,  la lucha contra el terrorismo continúa.

 

CAMBIO EN IRAK

Lo que cambian las cosas de un año para  otro. En 2007, cuando se preguntó a los  expertos sobre la invasión estadounidense  de Irak, el 53% pensaba que no estaba sirviendo  de mucho. Ahora, el 60% afirma que es  un factor de progreso. El 79% dice que la operación  sirvió para impulsar la economía de Irak, y casi 9 de cada 10 sostienen que benefició a la  seguridad del país árabe. Y la mitad de los expertos  aproximadamente dice que la invasión fomentó  la reconciliación política iraquí.

Pero, a pesar de que los encuestados ven con  más optimismo los beneficios de la guerra, no quieren que la ocupación continúe. Una gran  mayoría, el 87%, no desea que Washington envíe  más tropas al país árabe. Tampoco piensan que  pueda mantenerse el statu quo: el 62% cree que no  debe permanecer el número actual de soldados  en Irak. En cambio, casi un 70% recomienda la  retirada de la mayoría de las fuerzas estadounidenses,  o que al menos sean desplegadas en Afganistán  o en el golfo Pérsico en los próximos dieciocho meses. Cuando se les preguntó cuál debería  ser el objetivo principal de la política estadounidense  en el próximo lustro, sólo el 8% apuntó la seguridad y la estabilidad de Irak. Parece que,  bien por frustración o por total agotamiento, muchos expertos de la comunidad política internacional  sólo quieren seguir adelante.

 

 

 

ERROR EN AFGANISTÁN

Hace un año, los expertos dijeron que Irak  era la misión que más riesgo tenía de  fracasar. Sin embargo, en la actualidad,  se han centrado en la guerra de Afganistán. En  2007 se produjo el mayor número de bajas desde la  invasión de 2001, y hubo un aumento de los ataques  del 33% desde 2006. La pasada primavera, los  asaltos talibanes en la frontera con Pakistán ascendieron  de 60 a unos cien a la semana. Por lo tanto,  no sorprende que casi una tercera parte de los  encuestados en esta edición considere que este conflicto  está teniendo un impacto negativo en la seguridad  nacional de EE UU, frente a un 20% el año  pasado y a un 4% en 2006.

Los participantes califican las decisiones de la  Casa Blanca en sus políticas con respecto a Afganistán  con un 4,3 sobre 10. Irak puede ser culpable,  en parte, de los problemas. Un 80% de los  expertos, incluido un 63% de conservadores,  opina que Washington se ha centrado demasiado  en Irak y no lo suficiente en Afganistán. Parece que  los costes de la campaña van a estar por encima  de los sacrificios de las tropas sobre el terreno. Casi  1 de cada 3 encuestados opina que, en 10 años,  este conflicto habrá vuelto más frágil el poder y la  credibilidad de EE UU. Casi el mismo porcentaje,  un 32%, cree que la OTAN se debilitará por su  causa. 1 de cada 3 dice que la guerra ya ha demostrado  que la Alianza está obsoleta. Al preguntarles  cómo podría dar un vuelco a la situación, casi  1 de cada 4 expertos han dicho que deben enviarse  más tropas rápidamente.

 

PAKISTÁN, CALDO DE CULTIVO

Pakistán va de mal en peor. Debido al  asesinato de la ex primera ministra,  Benazir Bhuto, la derrota del partido  del entonces presidente Musharraf,  la posterior dimisión  forzada del hombre fuerte y la  oleada de ataques terroristas,  el país ha sufrido una gran  inestabilidad este año. Para la  mayoría de los expertos, este  difícil equilibrio está creando  un ambiente peligroso. El 69%  considera que Pakistán es el  país con más posibilidades de  proporcionar tecnología nuclear  a los terroristas. Hace un  año, el 35% de los expertos  dijo que era el Estado con más  papeletas para convertirse en  la próxima base de operaciones  de Al Qaeda. En la actualidad, más de la  mitad de los participantes comparte este temor.  La política que mantiene EE UU con respecto a  Islamabad recibe una puntuación de 3,7 sobre 10. El 66% opina que la posición de Washington  está teniendo un impacto negativo en la  seguridad nacional estadounidense, un 13%  más que al año pasado. La mayoría cree que,  a largo plazo, Estados Unidos tendrá que realizar  esfuerzos para integrar  las zonas tribales en el resto  del país, aumentar la ayuda  al desarrollo y condicionarla  a la disposición de Islamabad  para enfrentarse a los  insurgentes.

Pero si los expertos están  de acuerdo en lo que hace  falta a largo plazo, no existe  apenas consenso en lo que  puede hacerse si Washington  tiene que actuar de forma  inminente. Cuando se les pregunta  si el Ejército de EE UU  debería llevar a cabo una  acción militar en Pakistán si  existiese la posibilidad de capturar o matar a  líderes de Al Qaeda, suponiendo que Islamabad  no lo hubiera aprobado, el 65% de los expertos  dice que no está seguro de si esa acción sería la  correcta. Parece que en un país tan volátil existen  más peligros que respuestas sencillas.

 

 

CRONOLOGÍA DE TEHERÁN

Cuál es la consecuencia  estratégica principal de  la guerra de Irak? De  acuerdo con los expertos, no es  el fin de la dictadura de Sadam Husein ni un ascenso militante  del islam; ni siquiera un Irak  devastado por la guerra. La  mitad de los expertos, aproximadamente,  dice que la consecuencia  más importante puede  ser el surgimiento de Irán como el país más  poderoso de Oriente Medio. O incluso peor,  tres cuartas partes de los expertos  opinan que está aumentando  la amenaza representada por las  ambiciones nucleares de Irán.

 

La guerra liderada por Estados  Unidos en Irak no ha beneficiado  solamente a su adversario  regional, pero los expertos  ya no tienen ninguna esperanza  de que Washington sepa qué  hacer al respecto. Su confianza  en que las políticas de la Casa Blanca puedan  abordar adecuadamente la amenaza iraní no  había sido nunca tan baja. Los encuestados  califican la política de EE UU con respecto a  Teherán con una media de 2,8 en una escala del  1 al 10, en la que la nota más alta significa que  Washington está realizando el trabajo lo mejor  posible. Más del 80% de los expertos, incluido  un 69% de conservadores, opinan que la  política estadounidense con respecto a Irán  está teniendo consecuencias negativas para los  objetivos de seguridad nacional estadounidense.  Esta valoración representa la opinión más  crítica sobre la política de Estados Unidos hacia  Irán desde que comenzó a realizarse el Índice  hace dos años.

 

 

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¿Algo más?
The Dark Side: The Inside Story of How the War on Terror Turned into a War on American  Ideals (Doubleday, Nueva York, 2008), de Jane Mayer, ofrece una versión completa de las estrategias  utilizadas en Washington para combatir el terrorismo desde el atentado del 11-S. Si quiere  conocer una visión fascinante sobre el grupo terrorista de un espía yihadista, lea Inside the  Jihad: My Life with Al Qaeda, de Omar Nasiri (Basic Books, Nueva York, 2006).

El Centro de West Point para la Lucha contra el Terrorismo (EE UU) publica mensualmente un boletín  informativo, CTC Sentinel, que ofrece un análisis inteligente sobre las tendencias del terrorismo mundial.  Marc Sageman escribe una pequeña reseña biográfica sobre los aspirantes a islamistas que se presentan  como la mayor amenaza en la actualidad en ‘La nueva generación de terroristas’ (FP edición  española, abril/mayo, 2008). El veterano agente de inteligencia Malcolm Nance explica por qué cada  vez parece que va a ser más difícil capturar a miembros de Al Qaeda en el Especial Web ‘Cómo (no)  reconocer a un terrorista’ de FP en español (www.esglobal.org/como-no-reconocer-a-un-terrorista).

Para obtener todos los resultados, la lista de los participantes y los detalles de la metodología  utilizada en este índice, visite www.foreignpolicy.com y www.americanprogress.org.