INSTRUCCIONES

 

  • En el taller, los organizadores asignarán los temas a los grupos. Posteriormente, los expertos pasarán por los grupos para exponer los temas y responder las dudas de los estudiantes.
  • Cada grupo debe elaborar una propuesta del producto de comunicación que les apetezca realizar. Un estudiante de cada grupo deberá exponer la propuesta (se valorará positivamente la oratoria y presencia de los expositores).
  • Si se aprueba la idea, los estudiantes tienen un máximo de tres semanas para elaborar sus productos de comunicación y enviarlos al correo de la organización: esglobal@esglobal.org o ecfr.madrid@ecfr.eu.

 

TEMAS

1. Europa en el mundo: Soberanía Europea

En los últimos años, la falta de autonomía estratégica de Europa se ha visto expuesta por la llegada de Trump a la presidencia de EE. UU., el ascenso de China en el campo geopolítico o la asertividad del régimen de Putin, tanto en la vecindad de la UE como en el campo de la desinformación y las amenazas híbrida. La llegada del coronavirus ha potenciado estas tendencias, exponiendo aún más las vulnerabilidades de la UE y haciendo, si cabe, más necesaria la actuación en común de los europeos.

Es en este sentido que se ha puesto sobre la mesa el concepto de soberanía europea, y manifiesta la necesidad de desarrollar una serie de acciones que protejan ese orden multilateral basado en reglas, así como los valores e intereses europeos, y que además guíe a Europa en un contexto de alta competición geopolítica. Una Europa soberana debe actuar de manera conjunta para hacer frente a problemas mundiales, cada vez más frecuentes, con el fin de tomar las riendas de su propio destino, protegiendo y defendiendo a sus ciudadanos.

Europa también se ha convertido en un territorio fértil para las amenazas de terceros actores en el campo de la desinformación. El coronavirus desveló la intencionalidad de las campañas de influencia, desinformación y fake news de terceros actores, con el objetivo último de desestabilizar las sociedades y vulnerar los sistemas económicos y de gobierno. En todo caso, Europa busca incrementar su capacidad de defensa y resiliencia frente a amenazas híbridas de todo tipo con una acción coordinada europea.

La crisis generada por la Covid-19 también nos mostró la elevada dependencia europea de cadenas de suministros en terceros países, lo que impidió una respuesta temprana a la crisis. Por ello, es fundamental impulsar medidas que aumenten la autonomía, resiliencia y soberanía europea en el caso de una nueva crisis, por ejemplo: reforzar la

capacidad de producción autónoma de determinadas industrias estratégicas, garantizar el suministro de medicamentos en la UE, fortalecer los sectores alimentario y agrícola como sectores esenciales, entre otras medidas en los ámbitos de justicia, economía o el espacio Schengen.

La soberanía sanitaria europea también se encuentra en el centro del debate europeo. Se ha constituido en un área clave de la seguridad europea ya que en los tiempos de mayor dificultad estos sistemas se encontraban en la primera línea de defensa. Además, es un área donde la población deposita una alta expectativa y confianza. Por ello, el interés de la UE es tener una acción coordinada que refuerce la respuesta a futuras crisis sanitarias, por ejemplo, fortalecer el Mecanismo de Protección Civil de la UE o incentivar las actividades europeas de investigación y desarrolla para prevención y gestión de crisis sanitarias.

 

2. El Pacto Verde: Cambio Climático

El “Pacto Verde Europeo” representa la estrategia de crecimiento destinada a transformar la UE en una sociedad equitativa y próspera, con una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva. Con este fin, se busca que Europa deje de producir emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050.

El Pacto Verde también aspira a proteger, mantener y mejorar el capital natural de la UE, así como a proteger la salud y el bienestar de los ciudadanos frente a los riesgos y efectos medioambientales. Al mismo tiempo, esta transición ha de ser justa e integradora. Debe dar prioridad a la dimensión humana y prestar atención a las regiones, los sectores y los trabajadores expuestos a los mayores desafíos. La UE tiene el objetivo de que esta transformación se realice sin dejar nadie ni nada atrás.

Por tanto, el Pacto Verde Europeo se convierte en una hoja de ruta para dotar a la UE de una economía sostenible. La realización de este objetivo exigirá una transformación de los retos climáticos y medioambientales en oportunidades en todos los ámbitos políticos y, en definitiva, para que se logre una transición justa e integradora para todos.

En el discurso sobre el estado de la Unión 2020, se fijó el objetivo de reducir en 2030 las emisiones hasta al menos un 55%, un objetivo ambicioso, pero alcanzable y beneficioso para Europa, que además puede servir de ejemplo para muchos otros países. Se estima que si otros países siguen esta misma estrategia el mundo podrá mantener el calentamiento por debajo de los 1,5 grados centígrados.

La Presidencia alemana del Consejo de la UE tiene como prioridad apoyar el marco de actuación que representa el Pacto Verde Europeo. Asocia la protección del clima, del medio ambiente y de la biodiversidad a importantes estímulos al crecimiento y, además, contiene medidas en todos los ámbitos políticos pertinentes. De igual manera, esta presidencia velará por que el Pacto Verde contribuya a la superación de las consecuencias de la pandemia de COVID-19, a la sostenibilidad y a la competitividad de la economía.

Un ámbito que se destaca es el uso de energías alternativas para combatir los cambios medioambientales. Se estima que la rápida expansión de la energía eólica marina desempeñará un papel esencial para lograr los ambiciosos objetivos de la Unión Europea en el campo de las energías renovables y garantizar la seguridad de abastecimiento. Además, Europa tiene un profundo interés en un abastecimiento seguro y sostenible de gases neutros en carbono y, preferentemente, sin emisiones de carbono – en particular, hidrógeno obtenido a partir de energías renovables— que al mismo tiempo genere oportunidades de descarbonización.

Otros ejes de la presidencia alemana en este aspecto son: una Europa sostenible para 2030, la sostenibilidad en la agricultura y la pesca y zonas rurales sostenibles, y la protección de los consumidores.

 

3. Digitalización

La digitalización de Europa era una prioridad europea mucho antes de que llegara el coronavirus. La Comisión estableció la estrategia de “Preparación de Europa para la era digital” en el tercer lugar de la lista de prioridades para el periodo 2019-2024, algo que la pandemia no ha hecho sino afianzar. A diferencia de potencias tecnológicas como China y Estados Unidos, Europa no cuenta con grandes industrias tecnológicas. Sin embargo, la UE puede ejercer una gran influencia con su poder regulatorio ya que este le permitiría moldear el ecosistema digital, es decir, aquellas plataformas, países, actores y empresas que busquen interactuar con el mercado europea lo puedan hacer solo si cumplen la normativa europea.

Es de suma importancia que Europa no solo se constituya en una superpotencia reguladora; también debe desarrollarse como una superpotencia tecnológica: solo de esta manera podrá salvaguardar sus valores e intereses en el espacio digital, así como cosechar los beneficios económicos de las tecnologías digitales emergentes y mantener a los europeos a salvo de la desinformación y los ataques cibernéticos. La UE debe complementar su influencia reguladora con inversiones en infraestructura digital, habilidades e industria para convertirse en un actor digital por derecho propio.

La actual crisis generada por el Coronavirus hace de la digitalización un elemento crucial para la competitividad de la UE y para la recuperación económica, pero también se establece como un elemento que permite tener una capacidad de actuación propia en el presente y en un futuro próximo. La experiencia de la pandemia ha validado la agenda de política digital de la UE, y en consecuencia refuerza los argumentos a favor de un aumento de los recursos financieros para respaldarla.

La presidencia alemana del Consejo de la Unión Europea tiene el objetivo de avanzar en la digitalización de la economía y de la sociedad, ya que la digitalización promueve la prosperidad de nuestra sociedad, protege la seguridad y preserva los valores en una competición justa. Además, busca establecer la soberanía digital como principio rector de la política digital europea y trabajar en respuestas sobre cómo abordar desarrollos tecnológicos como la inteligencia artificial o la tecnología cuántica.

Por otro lado, la presidencia alemana tiene la prioridad de mantener el control de las capacidades digitales europeas, elevar las inversiones públicas y privadas en el fortalecimiento de las capacidades digitales y generar un entendimiento común entre los Estados miembros sobre la definición de soberanía digital. Para ello la intención es crear una infraestructura digital europea de alto rendimiento, soberana y resiliente.

Europa debe trabajar en pos de una perspectiva común en el ámbito tecnológico que le permita impulsar la prosperidad de sus ciudadanos y empresas, así como como estimular un ámbito de soberanía tecnológica circunscrita a un conjunto de objetivos, valores, e intereses europeos, y que fomente a que otras democracias se rijan bajo este marco.

 

4. El Plan Europeo de Recuperación: Solidaridad

La Presidencia alemana señala que la pandemia de la COVID-19 ha causado recortes a largo plazo en la vida cotidiana de muchos europeos, agudizando las desigualdades. Por lo tanto, durante su Presidencia buscan contribuir incluso con mayor determinación para afrontar las consecuencias sociales de la crisis, salvaguardar la cohesión social y fomentar perspectivas de futuro sostenibles para los jóvenes en Europa. De esta manera afirman que la solidaridad es uno de los pilares de una Europa justa, junto con la cohesión y la seguridad social.

Para este fin, ha fijado el objetivo de reducir las desigualdades dentro de la UE, mitigar las perturbaciones en los mercados de trabajo debido, entre otros factores, a conmociones externas, y mejorar la protección social. También busca la promoción de la solidaridad intergeneracional, sobre todo la protección de los niños y de las personas mayores, que en tiempos de crisis son especialmente vulnerables.

Es relevante que la presidencia considere que la construcción de una Europa justa es una tarea a largo plazo, puesto que los retos a los que se enfrenta el estado del bienestar europeo solo irán aumentando con las transiciones ecológica, digital y demográfica. Una manera de hacer frente a los retos de futuro es la formación continua, entendida como respuesta central de las políticas del mercado laboral a la transición digital y ecológica junto con la intensificación de los intercambios sobre formación continua entre los Estados miembros. En la era de la transición digital y ecológica, la formación profesional debe preparar para los empleos del futuro para proporcionar perspectivas de larga duración a los jóvenes y trabajadores, y abordar la escasez de personal cualificado.

La Presidencia alemana también señala que la solidaridad ha sido un elemento clave para hacer frente a la crisis del Covid-19, ya que para hacer frente al virus de manera sostenida es necesario tener una actuación conjunta y coordinada, en solidaridad y sobre la base de los valores europeos comunes. Durante la pandemia, la UE también ha actuado bajo el principio de solidaridad, pues se ha realizado el envío coordinado de

material sanitario, se ha puesto en marcha una asistencia mutua en el tratamiento de pacientes. De esa manera, la solidaridad se ha constituida en la pieza clave para el mantenimiento y garantía de las cadenas de suministro.

La UE también apuesta por la configuración de un orden mundial más coordinado y con una mayor cooperación internacional. Por eso, también busca que este orden mundial se caracterice por un mayor grado de sostenibilidad y solidaridad. La Presidencia Alemana busca articular, junto con el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, una cooperación activa y exhaustiva de la UE con los Estados Unidos que incluirá un amplio diálogo político y una agenda comercial transatlántica positiva. También se aspira a mantener una asociación ambiciosa y global entre la UE y el Reino Unido en consonancia con la amplitud y la profundidad de nuestras relaciones.

Bibliografía e información

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