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Un grupo de agricultoras en la región de Maradi, Níger, Sahel. (WFP/Luis Tato/AFP/Getty Images)

La región del Sahel presenta el mayor crecimiento de población y de fertilidad del mundo, con un elevado número de jóvenes -sobre todo mujeres-, que podría resultar ser una fuerza laboral en la zona que ayudara a su crecimiento económico. Pero para ello es necesario trabajar dentro y fuera de dichos países.

África es el continente que crece más rápido. Según datos del PNUD, para 2030 se espera que la población joven (entre los 15 y los 24 años) se incremente más de un 42%. Los últimos datos de World Population Prospect 2017 apuntan a que más de 325 millones de jóvenes (con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años) vivían en el continente en 2015. De esos, 162 millones eran mujeres.

“El incremento de jóvenes en África presenta una enorme oportunidad para el desarrollo”, señalaba, Helen Clark, exadministradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Pero, uno de los mayores retos a los que se enfrentan los países de la región es a “alcanzar un crecimiento económico que esté al nivel de la gran masa de población juvenil”, recuerdan en La evolución de la demografía y su incidencia en la defensa y seguridad nacional del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE). Para ello hay que invertir en la formación y la educación de esos jóvenes para que se conviertan en fuerza laboral en el continente, además de en una mejora de la salud, del funcionamiento de las instituciones y de la creación de infraestructuras. El Banco de Desarrollo Africano (AfDB) revela datos que muestran que “el porcentaje de desempleo en jóvenes es el doble que en adultos”. Y de aquí, “son las mujeres jóvenes, continúa el AfDB, las que sufren mayoritariamente estas altas tasas de desempleo”. Según el informe Youth population trends and sustainable development del PNUD: “el empoderamiento de las mujeres y las niñas y conseguir la igualdad en inversiones en capital humano son esenciales para el desarrollo sostenible del continente”.

“África no está desarrollando todo su potencial debido a que un porcentaje considerable de su reserva de crecimiento —las mujeres— no se aprovecha plenamente”, según el Informe sobre Desarrollo Humano en África 2016 del PNUD. En concreto, las pérdidas económicas anuales en África Subsahariana debido a las brechas entre los géneros podrían haber superado los 90.000 millones de dólares entre 2010 y 2014. El informe establece el vínculo entre la igualdad de género y el desarrollo humano, a través de un empoderamiento de las mujeres en los hogares, las comunidades, la economía y la sociedad. Jacqueline Paul, asesora senior sobre Género del Programa Mundial de Alimentos (PMA), señala que “además de estar fundamentalmente equivocado, negar a la mitad de la población mundial sus derechos frena el desarrollo humano. Una persona no puede ser, hacer y convertir en realidad todo su potencial cuando hay amenazas a su integridad física, restricciones en las oportunidades de aprender y adquirir habilidades ...