En el artículo sobre la rápida
expansión de los casinos en el
mundo, ‘Suben las apuestas’
(junio/julio, 2007), el autor dedica
poca atención a los potenciales
impactos sociales negativos de la
legalización del juego. Apoyo el
juego responsable, pero en países
de todo el planeta una mayor
accesibilidad a éste incrementa
tanto el número de jugadores
regulares como el de ludópatas.

Los tipos de juego que se practican
también influyen en el
desarrollo de dificultades. Los que
son rápidos y permiten apostar de
forma continua, los que implican
habilidad y/o los que crean la ilusión
de haber estado a punto de
ganar son más preocupantes. Las
tragaperras causan los mayores
problemas, pero también son el
sector que crece más rápido en este
negocio, y hoy representan alrededor
del 70% de las ganancias.

Aunque la incidencia de la
ludopatía difiere según el país,
afecta al 1% o 2% de la población
total de muchos Estados. Un juego
irresponsable a menudo se une a
otros desórdenes psicológicos y de comportamiento. Existen también
unas consecuencias financieras.

Aunque la gran mayoría de la
gente es probable que no sufra
estos efectos perversos, los gobiernos
del todo el mundo deben considerar
el impacto social negativo
del incremento de las oportunidades
de juego sobre los miembros
más vulnerables de la comunidad.
Hay graves problemas que los países
en desarrollo, en particular, no
pueden ignorar.

  • Mark Griffiths
    Profesor de Estudios sobre el Juego,
    Unidad de Investigación del Juego
    Internacional,
    Universidad Nottingham Trent, Nottingham, Reino Unido

 

Joshua Kurlantzick responde:

Mark Griffiths señala importantes
puntos sobre el juego responsable.
No niego que la ludopatía es,
y será, un serio problema para
aquellos países en desarrollo que
están ampliando sus negocios del
juego. La expansión de este sector
incrementará el numero de jugadores
con problemas. Los gobiernos
que lo introducen con éxito
deben también limitar el acceso
a esas máquinas rápidas que permiten
apostar de forma continua.
Además, los países deben usar
una porción de los beneficios de
este negocio para tratar a los jugadores
compulsivos. Cito a Suráfrica
como ejemplo, no sólo porque
saca beneficios del juego, sino
porque dedica parte de ellos a tratar
la ludopatía.