Ante el temor de que se convierta en un Estado fallido en pleno corazón de Europa, el director del Instituto Kosovar para la Investigación y el Desarrollo de Prístina, Lulzim Peci, cuenta a FP cómo Kosovo posee potencial suficiente para ser viable, aunque uno de sus grandes y difíciles retos será  integrar a la minoría serbia.

 

FOREIGN POLICY. ¿Va a producirse un rebrote de la violencia?

LULZIM PECI. Esperamos que no estalle la violencia en Kosovo después de una declaración de independencia coordinada con Bruselas y Washington. Sin embargo, no se pueden excluir los incidentes aislados a pequeña escala. Incidentes que de ocurrir, es más probable que vengan coordinados por el Gobierno de Belgrado y los radicales serbios de Kosovo, quienes tratarán de crear un efecto CNN con el fin de dañar la credibilidad del recién creado Estado, así como de la comunidad internacional y el Gobierno de Kosovo. Hay que tener en cuenta que alrededor de 20.000 soldados de la OTAN y 8.000 policías internos e internacionales mantienen la seguridad en Kosovo, esto hace que la posibilidad de una explosión de violencia a gran escala sea casi nula.

Construir un Estado: Kosovo está convencido de que saldrá adelante, sobre todo si Europa le echa una mano.

FP. Con una elevada tasa de desempleo y una corrupción rampante, algunos afirman que Kosovo, una de las regiones más pobres de Europa, es una bomba de relojería. ¿Qué viabilidad tiene?

L. P. La tasa de paro en Kosovo es de alrededor del 50% mientras que la de pobreza extrema está cerca del 12%. En cuanto al grado de corrupción, es inferior al de algunos países independientes de la región como Macedonia, que es un Estado candidato a la Unión Europea. La pobreza de Kosovo es un problema estructural, porque ha sido tratado en el pasado como una colonia de Serbia y durante el régimen de Milosevic su economía fue destruida. En la década de los 90, actuó como una entidad en sí misma y no cedió a las políticas de Belgrado, además desde 1999 es independiente de facto con un presupuesto estatal que proviene en su totalidad de ingresos locales.

Después del despliegue de la UNMIK, la Administración de Kosovo ha llevado a cabo la reconstrucción de manera muy rápida, pero no pudo entrar en una fase de desarrollo económico creíble debido a la inseguridad política derivada de su estatus sin resolver. Kosovo tiene unas ventajas competitivas creíbles para el desarrollo económico, gracias a sus grandes recursos energéticos y minerales valorados en unos 280.000 millones de euros y a su potencial para el desarrollo de la agricultura.

 

FP. En Kosovo viven unos 100.000 serbios que reciben apoyo de estructuras paralelas financiadas desde Belgrado. ¿Qué va a pasar con la minoría serbokosovar?

L. P. Después de la independencia, parte de la comunidad serbia en Kosovo continuará como siempre, trabajando con instituciones paralelas. El Plan Ahtisaari proporciona una solución para colocar a estas estructuras paralelas y el apoyo de Belgrado dentro del sistema legal de Kosovo.

El principal desafío para Prístina y Bruselas en el futuro será la integración de los serbios de Kosovo y hacer de ellos un partido constructivo con el fin de poner en marcha el futuro estatus. Sin embargo, debido a la ayuda generalizada de Belgrado de la que gozan los serbios locales, no se puede esperar un cambio rápido de actitud. A pesar de estas dificultades, la comunidad serbia está representada en el Parlamento kosovar con 10 diputados y en el Gobierno con dos ministros.

 

FP. Las autoridades serbias han amenazado con el bloqueo económico, el cierre de fronteras o la creación de instituciones políticas paralelas. ¿Qué efectos pueden tener estas medidas?

L. P. Serbia, como tercer socio comercial, no cubre más que el 13% del total de las importaciones de Kosovo. No es dependiente de Serbia, ni económicamente ni de ninguna otra manera, porque el comercio de Kosovo está sobre todo dirigido hacia la Unión Europea. No existen productos importados desde Serbia que no puedan ser remplazados desde otros países de la región, como Macedonia, Albania o incluso Montenegro. Con un bloqueo económico, Serbia se hará mucho más daño a ella misma que a Kosovo. En términos políticos, Belgrado sólo pondría más en peligro las relaciones con la Unión Europea, porque sus medidas no producirán efectos significativos sobre el terreno.

 

FP. ¿En qué cambia el panorama actual la victoria del proeuropeo Boris Tadic en las elecciones presidenciales serbias?

L. P. Kosovo está en una fase tan avanzada en su camino a la independencia que un cambio en el Gobierno de Serbia tiene poco, o ningún, efecto. Además, debemos ser conscientes de que a pesar de las diferencias que existen entre los líderes políticos serbios sobre la integración europea u otros asuntos, a los ojos de los kosovares todos son iguales. Ni el presidente Tadic, ni ningún otro líder serbio importante han sido capaces de romper con las políticas del pasado respecto a Kosovo.

 

FP. ¿La independencia de Kosovo puede crear un precedente e impulsar las reivindicaciones nacionalistas en países como España o Bosnia?

L. P. Rusia y Serbia están intentando transformar los pecados de Belgrado y muestran los esfuerzos internacionales para solucionar el estatus de Kosovo como una amenaza, afirmando que la independencia podría crear un precedente. Bajo la superficie de estas pretensiones, se encuentran diferencias históricas, políticas y legales, que hacen de Kosovo un caso único. Del mismo modo, Cataluña, el País Vasco y la República Srpska son problemas internos que no tienen nada en común con Kosovo y cada uno de ellos deberán ser tratados según sus circunstancias. Después de todo, hay que tener en cuenta que Kosovo es un problema internacional y su independencia no es sólo un deseo incuestionable de su gente, sino también un esfuerzo coordinado y acordado por las instituciones internas y gran parte de la comunidad internacional que no deja espacio para ser interpretado como un precedente o un impulso a las reivindicaciones nacionalistas de otros.

 

FP. ¿Qué espera Kosovo de la Unión Europea una vez conseguida la independencia?

L. P. Espera trabajar al lado de la Misión Europea de Seguridad y Defensa para poner en práctica las medidas del Plan Ahtisaari y recibir la asistencia económica y política para avanzar en el futuro cumplimiento de los criterios de Copenhague y la consiguiente adhesión a la Unión Europea.