El debate sobre la desigualdad ha llegado para quedarse. He aquí dos obras que abordan el problema de la creciente brecha económica en los países desarrollados y ofrecen algunas soluciones.

Inequality: What Can

Anthony B. Atkinson

Harvard University Press, 2015

The Globalization

François Bourguignon

Princeton University Press, 2015

Ropas de niños secándose en las Torres Hamlets, una zona de viviendas en Londres donde, según algunos estudios, la pobreza infantil es más alta que en otros lugares de Reino Unido. Oli Scarff/Getty Images
Ropas de niños secándose en las Torres Hamlets, una zona de viviendas en Londres donde, según algunos estudios, la pobreza infantil es más alta que en otros lugares de Reino Unido. Oli Scarff/Getty Images

La publicación en francés de El capital en el siglo XXI de Thomas Piketty se produjo hace dos años. Pero cuando el libro de este historiador de la Economía francés se publicó en inglés siete meses más tarde se desató la locura al alcanzar ventas de un millón de ejemplares. Esta obra consiguió concentrar el interés de la gente como ningún otro libro en los últimos años sobre la cuestión del aumento de la desigualdad en las sociedades occidentales, uno de nuestros problemas más urgentes. El libro de Piketty parecería encajar en la tradición de David Ricardo y Karl Marx y establece una teoría integral de las raíces históricas de la desigualdad. Se ajusta además a la tradición francesa de libros enciclopédicos que son a la vez fascinantes pero algo indigestos. Resultó controvertido, entre otras razones, al sugerir que un impuesto sobre el patrimonio ayudaría a reducir la desigualdad.

La obra Inequality de Anthony Atkinson ofrece un enfoque más breve y práctico a la cuestión y da soluciones más radicales que el libro de Piketty. Esto puede ser el reflejo de que a su autor con frecuencia se le considera el abuelo de la investigación sobre la desigualdad -el distinguido ex rector del Nuffield College de Oxford y profesor de la London School of Economics, fue mentor del, más joven, académico francés-.

Francois Bourguignon, que fue economista jefe del Banco Mundial, proporciona una explicación sistemática de estas tendencias a nivel nacional y mundial en The Globalization of Inequality. La cuestión que le preocupa es sencilla: “Después de una disminución significativa a mediados del siglo XX seguida de un largo periodo de estabilidad, la desigualdad ha comenzado a aumentar en las dos o tres últimas décadas en la gran mayoría de los países desarrollados (...). También ha crecido en una serie de países en desarrollo para los que tenemos datos sobre el largo plazo. Este fenómeno, por lo tanto, no es cuestión de unos pocos casos aislados, tales como los ejemplos frecuentemente citados de Estados Unidos y China”.

El libro de Atkinson hace hincapié en el daño causado por el aumento de las brechas de ingresos: castigan injustamente a los menos afortunados. Aún más perjudicial es que la desigualdad en los recursos se traduce en desigualdad de oportunidades personales. La riqueza genera confort incluso cuando no se está gastando, ya que aquellos que la poseen disfrutan del hecho de estar asegurados contra futuras dificultades, o podrían utilizar su riqueza en el mañana para satisfacer objetivos personales o profesionales. ...