No sólo sirve para detectar piscinas ilegales.

 

LA ‘MINI CACHEMIRA’ DE CHINA

Dónde: Huangyangtan, Ningxia Hui, China

Qué: En junio de 2006, en Alemania, un hombre entró en la página de Google Earth Community usando el alias KenGrok y pidió ayuda para identificar una extraña formación en el terreno que había hallado en un desierto cerca de la ciudad de Yingchuan, en el centro de China. En su mensaje proporcionaba las coordenadas y describía una enorme maqueta a las afueras de una base militar, que reproducía “cadenas montañosas acompañadas de lagos y cumbres cubiertas de nieve”. “¿Qué era aquello?”, se preguntó.

“Fíjate en las fronteras”, sugirió Stiuskr, otro seguidor de Google Earth. Dos semanas más tarde, KenGrok encontró lo que buscaba: Aksai Chin, una región fronteriza situada en Cachemira que se disputan tanto India como China, y por la que fueron a la guerra en 1962. El Ejército chino parecía haber construido en esta base un modelo de la región a escala 500:1. Desde Pekín negaron que fuera una réplica de Aksai Chin, asegurando que sólo se trataba de un centro de entrenamiento para tanques. Puede que sea así pero, dado su fiel parecido al área en litigio, merece la pena preguntarse para qué están entrenándose.

 

TRAS EL BORRÓN

Dónde: Instalaciones militares

Qué: Dada la abundancia de imágenes por satélite de “teledetección remota” que existen a disposición del público, funcionarios militares y agencias gubernamentales han comenzado a desconfiar de que terroristas y enemigos puedan usar esta tecnología para precisar ataques sobre instalaciones o áreas de importancia estratégica. Un rápido vistazo a la Zona Verde de Bagdad o a la Base Aérea de Bagram resulta reveladora: no es difícil imaginarse cómo esta información podría ser útil para los insurgentes.

De ahí que los funcionarios gubernamentales a menudo exijan que las imágenes de origen comercial supriman, pixelen u oscurezcan hábilmente los sitos clave. Eche un vistazo a este sucio borrón torpemente alterado en Siberia, o al impecable camuflaje aplicado al complejo militar estadounidense de Aviano, en el norte de Italia. El Área 51, la base aérea secreta de Estados Unidos en el desierto de Nevada, sin embargo, permanece a la vista para que los teóricos de los OVNIS puedan analizarla hasta hartarse.

 

EL PATIO TRASERO DEL QUERIDO LÍDER

Dónde: Corea del Norte

Qué: El mundo de los satélites espías y el reconocimiento orbital ya no es dominio restringido de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU y de la CIA. Desde la comodidad de su cuarto de estar, algunos sabuesos amateur han dirigido la mirada hacia el enclaustrado reino ermitaño de Kim Jong Il, descubriendo de todo: desde plantas nucleares a bases aéreas, pasando por baterías de misiles tierra-aire y bunkers subterráneos secretos. Hace unos cuantos años, las imágenes de Google Earth revelaron submarinos norcoreanos –cuya existencia Pyongyang había estado negando durante mucho tiempo– cuidadosamente alineados a lo largo de la costa occidental del país. La pregunta es obvia: ¿por qué razón un gobierno, célebre por su secretismo, dejaría su amplia colección de armamento militar a cielo abierto a la vista de los satélites comerciales de elaboración de mapas?

Los analistas militares sugieren que podría ser un mecanismo de disuasión, una demostración de fuerza ante cualquiera que pueda estar observando. Que haya suficiente combustible para los cientos de aviones a reacción descubiertos en los campos de aviación norcoreanos, es otro tema. Y en lo que respecta a estas mansiones que rodean a un lago artificial, lo único que queda es especular sobre sus propietarios… Sin embargo, resulta un poco extraño que el tejado de la casa en la costa noroccidental tenga enormes números que muestran claramente las fechas de nacimiento de Kim Il Sung y Kim Jong Il.

Quienes vigilan a Corea del Norte se han visto asistidos en su tarea por Curtis Melvin, un estudiante de doctorado de la Universidad George Mason (EEUU) que ha creado, junto con una legión de voluntarios, el más acreditado mapa con anotaciones sobre el reino ermitaño usando Google Earth. En 2008, el senador estadounidense Sam Brownback (republicano por Kansas) utilizó los mapas de los campos de prisioneros norcoreanos de Melvin en una presentación en el Senado diciendo: “Google nos ha convertido a todos en testigos. No podemos seguir negando que estas cosas existen”.

 

VIGILANCIA DE LOS GENOCIDIOS

Dónde: Sudán.

Qué: En 2007, el Holocaust Memorial Museum de Estados Unidos lanzó un proyecto junto con Google que consistía en elaborar un plano actualizado de la destrucción de hogares y pueblos en el oeste de Sudán. El proyecto –de nombre “Crisis en Darfur”– contenía una capa especial de Google Earth para aumentar las imágenes de satélite con puntitos que señalan las ciudades y poblados incendiados, mostrando información así como la localización de los campos de desplazados internos, fotografías y testimonios de supervivientes y miembros de ONGs. La esperanza es que la recopilación de estas pruebas sirva para refutar las negaciones del Gobierno sudanés sobre los asesinatos masivos que se han perpetrado. “Necesitamos que [el presidente sudanés Omar] Bashir y otros sepan que están siendo vigilados”, afirmó durante el lanzamiento del proyecto Daowd Salih, darfurí y ex miembro de la Cruz Roja alemana.

Normalmente Google Earth sólo actualiza las imágenes por satélite cada dos años. Sin embargo, los usuarios pueden ver imágenes anteriores para comprobar las dimensiones del daño y el desplazamiento de civiles en Darfur. En 2009, “Crisis en Darfur” –en colaboración con el Departamento de Estado de EEUU– había localizado en el mapa 3.300 pueblos incendiados por las fuerzas gubernamentales o los militantes janjaweed.

 

GUERRAS FRONTERIZAS

Dónde: Frontera entre China y Vietnam

Qué: Hace cinco años, cuando Google Earth fue accesible por primera vez desde cualquier ordenador del mundo, la gente lo utilizó para encontrar la casa de su infancia o para localizar a hombres y mujeres tomando el sol desnudos. Con cada nueva versión, la tecnología y los mapas se han ido volviendo más precisos, enredando a los gobiernos en disputas sobre fronteras mal situadas o lugares erróneamente nombrados, hasta despertar el temor de nuevos conflictos. Ya no se trata sólo de discutir sobre si el Golfo Pérsico debería ser rebautizado Golfo Arábigo (los iraníes consideran esta denominación panárabe de la década de los sesenta, un insulto a su ilustre historia).

En febrero, Google se encontró en medio de una tensa discusión entre tailandeses y camboyanos sobre la localización exacta de la polémica frontera trazada por los franceses durante la época colonial, y que atraviesa el complejo del templo de Preah Vihear. El buscador ha tratado de resolver el problema con fronteras más precisas y líneas de puntos que identifican los lugares en disputa. Las controversias, en cambio, no han cesado. En julio, Google situó accidentalmente un puñado de pueblos vietnamitas dentro de las fronteras de China (), provocando una dura reprimenda del Gobierno de Hanoi.

 

LA FORMA DE LA TIERRA DEL FUTURO

Dónde: Por todo el mundo

Qué: Hace mucho tiempo que las imágenes por satélite de los programas NASA/USGS, Landsat y Terra se han estado ofreciendo a los científicos para que éstos puedan realizar mapas del terreno o las usen para el monitoreo por infrarrojos de la Tierra y la espectrorradiometría. Las reproducciones han ilustrado con claridad los patrones de calentamiento del Ártico, los glaciares en disminución de los Alpes, la deforestación en la cuenca amazónica o el vertido de petróleo de BP.

Ahora Google Earth ha dado un paso más allá, creando una serie de modelos de predicción que ya fueron usados por los activistas del cambio climático en la fase previa a la cumbre del clima de Copenhague del año pasado. El simulador usa modelos basados en los pronósticos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático para visualizar los efectos del calentamiento global hasta 2100. Una nueva serie de “escenarios de pesadilla” acaba de ser facilitada por los científicos del Gobierno británico, que están usando el programa para ilustrar los efectos de la deforestación, la subida del nivel del mar y el incremento de la urbanización.

En un momento en que las pequeñas islas comienzan a desaparecer a causa de la crecida de los océanos, Google Earth también ha proporcionado a lugares como el desaparecido atolón de Cartaret, la primera isla deshabitada en ser tragada por el mar, algo parecido a un canto del cisne. La isla fue todavía visible para los usuarios de Google Earth durante un tiempo antes de que estuvieran disponibles las imágenes actualizadas. Ahora, se ha sumergido bajo las olas para siempre.