Ante las devastadoras masacres que desencadena el terrorismo,
surge el humano deseo de encontrar las causas y ponerles remedio. Pero éste
es un fenómeno muy heterogéneo, por lo que la búsqueda
de una única causa es cuanto menos quijotesca. Sin embargo, nunca se
subrayará suficientemente la importancia de identificar y dar respuesta
a los factores subyacentes que conducen al terrorismo.

El terrorismo, es decir, las acciones violentas cuyo blanco deliberado es
la población civil y no combatiente y que persiguen comunicar un mensaje
político e influir en el comportamiento de un tercero, aparece en todo
el mundo en diversas formas y contextos. Surge en democracias, en autocracias
y, sobre todo, en sociedades en transición. Es adoptado como táctica
por grupos pequeños y grandes con fines étnico-nacionalistas,
revolucionarios o religiosos.






























Las condiciones subyacentes,
las causas profundas, son las que determinan el grado de apoyo del terrorismo

Resulta evidente que la identificación de sus causas tiene un importante
impacto en las políticas públicas. La elección de una
u otra política vendrá dictada por la interpretación que
se haga de las motivaciones del terrorismo. Quien piense que su origen está en
las carencias económicas no considerará que la forma de resolver
el problema sea enviar al ejército. Quien considere que el terrorismo
es obra de psicópatas, no verá en el alivio de la pobreza una
vía para reducirlo.

Uno de los problemas más evidentes que surgen al tratar de identificar
el motivo, o motivos, del terrorismo es que se trata de un microfenómeno.
Por ejemplo, el caso de los movimientos social-revolucionarios europeos de
la década de los 70. Su comportamiento se atribuyó a la alienación
de unos jóvenes cuyo idealismo de posguerra fue desbaratado por el materialismo
capitalista. Pero si ésa era la explicación, ¿por qué no
hubo más terroristas? La alienación estaba extendida pero, afortunadamente,
la violencia tenía relativamente pocos adeptos. Así pues, la
alienación por sí sola no sirve para explicar esa forma de terrorismo.

Las causas de este fenómeno pueden analizarse desde distintos planos.
En el ámbito individual, surgen las siguientes preguntas: ¿por
qué decide un individuo unirse a una organización terrorista,
permanecer en ella, liderarla o dejarla? ¿Por qué decide un ser
humano matar a otros a los que no conoce, en pro de un fin que difícilmente
se realizará en el transcurso de su vida, situándose fuera de
la ley e incrementando la probabilidad de morir o ser encarcelado, además
de poner a su familia en peligro? La explicación residiría en
la psicología individual, ya que muchos experimentan las mismas condiciones
objetivas y muy pocos se convierten en terroristas.

Las razones por las que una organización adopta el terrorismo deben
examinarse desde otro plano. Los grupos que pretenden transformar su entorno
y tienen capacidad para atacar militarmente de forma abierta a sus oponentes, ...