Cinco signos de recuperación económica y razones para ser escépticos sobre ellos.

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La recuperación de la banca estadounidense

Motivos para la esperanza: En las últimas semanas, varios grandes bancos estadounidenses han anunciado importantes beneficios. Bank of America declara haber ganado 4.200 millones de dólares (unos 3.240 euros) en el primer trimestre; Wells Fargo anunció una cifra récord de 3.050 millones; y Citigroup, tras un año de pérdidas catastróficas, ha invertido la tendencia con unas ganancias de 1.060 millones. Hay quien considera las cifras de este sólido primer trimestre como un signo de que los esfuerzos para estabilizar el sector bancario estadounidense están empezando a dar frutos. El Director General de Bank of America, Ken Lewis, saludó los buenos resultados de su empresa como “una prueba del valor y la amplitud de la franquicia”.

No tan rápido: Pocos expertos se tragan lo de la recuperación de la banca. Las ganancias se deben fundamentalmente a operaciones recientes como la compra de Wachovia por Wells Fargo y la de Merrill Lynch por Bank of America, por no hablar de una buena dosis de contabilidad creativa. Modificaciones recientes en la normativa contable introdujeron cambios cuando una empresa tiene que registrar como permanentes las pérdidas en determinados activos. También Citibank ha logrado registrar como ganancia la depreciación récord de su deuda gracias a que, teóricamente, podía recomprarla en el mercado libre. Estos trucos de ilusionista no han disipado el temor de los inversores a la falta de solvencia de la banca de EE UU. De hecho, los 13.000 millones de dólares que Bank of America ha reservado para hacer frente a futuras pérdidas crediticias hicieron bajar sus acciones el mismo día que anunció sus beneficios trimestrales. Incluso el director financiero de Citigroup ha dicho: “No vemos luz al final del túnel”.

La industria china

Motivos para la esperanza: En marzo de 2009, el sector manufacturero chino creció por primera vez en seis meses, según la Federación China de Logística y Compras. La producción industrial fue un 8,3% superior que en el mismo mes del año anterior y las ventas al por menor subieron un 14,7%. Pekín está anunciando a bombo y platillo este repunte como un signo de que la tercera mayor economía mundial empieza a recuperarse tras un paquete de estímulo de 585 millones de dólares. Esta semana el primer ministro, Wen Yiabao, calificó el estado de la economía como “mejor de lo esperado”. Goldman Sachs ha elevado hasta el 8% sus previsiones de crecimiento para China.

No tan rápido: Hay desacuerdo sobre las cifras. Otro análisis del sector industrial realizado por una agencia de bolsa de Hong Kong muestra que la producción siguió bajando en marzo. El paro sigue aumentando. Y aunque el paquete de estímulo ha logrado reanimar el consumo interno, las exportaciones siguen suponiendo casi el 40% de la economía china. En los próximos meses se verá hasta qué punto el gigante asiático ha “desconectado” su economía de la demanda estadounidense.

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Las ganancias en la bolsa

Motivos para la esperanza: Las bolsas de todo el mundo han empezado a mostrar algunos signos de recuperación en las últimas semanas. El índice Dow Jones ha subido un 23% desde principios de marzo, la mayor subida en seis semanas desde 1938. Los mercados asiáticos han alcanzado su máximo de los últimos tres meses esta semana, mientras el Banco de desarrollo Asiático anunciaba signos de “tímida recuperación”. Nuevos paquetes de estímulo permitieron alcanzar el máximo semestral en el Índice MSCI de Mercados Emergentes la semana pasada, y hasta los maltrechos mercados europeos han arrojado ganancias sólidas últimamente.

No tan rápido: Las ganancias en la bolsa, especialmente en EE UU, parecen estar muy alejadas de las bases de la economía, ya que todos los indicadores comerciales, productivos e inmobiliarios continúan cayendo. Economistas como el pesimista Nouriel Roubini ven la recuperación como un “repunte de un mercado bajista”, que volverá a caer cuando se conozcan nuevos datos como el inminente “test de estrés” del sector bancario estadounidense. El FMI predice que el año que viene las pérdidas financieras podrían alcanzar los 4 billones de dólares y afirma que, si bien los recientes beneficios podrían constituir un primer signo de recuperación, se requieren actuaciones gubernamentales más coordinadas para consolidarla.

La confianza de los alemanes

Motivos para le esperanza: El 21 de abril, el instituto ZEW publicó su estudio de confianza de los inversores alemanes, que es seguido con gran interés, y que mostraba una gran mejoría en las sensaciones de los expertos respecto a la economía de Alemania. Ha sido la sexta subida mensual consecutiva de confianza. Ahora un número cada vez mayor de economistas creen posible una recuperación en la segunda mitad de 2009. Las bolsas europeas subieron nada más conocerse el estudio. Esta semana la Canciller Angela Merkel afirmó que el creciente optimismo entre los empresarios germanos puede ser una señal de que “quizá estemos tocando fondo”.

No tan rápido: Hay muchas cosas que los inversores alemanes deberían seguir viendo con pesimismo. Se espera que la próxima semana el Gobierno rebaje sus expectativas económicas para 2009, y se prevé que el PIB se contraiga un 5% este año. Los pedidos industriales al mayor exportador mundial cayeron un 38% en febrero respecto al mismo mes del año anterior, por lo que seguramente habrá más despidos.

Coordinación mundial

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Motivos para la esperanza: Los líderes del G-20 reunidos recientemente en Londres consideraron la cumbre como el comienzo de la clase de coordinación internacional que se necesitará para que la economía mundial se recupere. Se comprometieron a aportar 750.000 millones de dólares al FMI para ayudas de reactivación económica, prometieron no caer en el proteccionismo y tomar medidas drásticas contra los paraísos fiscales. El presidente de EE UU, Barack Obama, saludó la cumbre como un “punto de inflexión en nuestra lucha por lograr que la economía mundial se recupere".

No tan rápido: La cumbre se quedó corta en muchos aspectos fundamentales. Debido a las objeciones estadounidenses a que se regulen las finanzas internacionales y a las europeas respecto a la inyección de ayudas estatales, al final no se hicieron muchas promesas de coordinación. Incluso las tan anunciadas medidas contra los paraísos fiscales se limitaron básicamente a una lista negra, en la que no figura ningún país. También hay signos preocupantes de que la política seguirá socavando los esfuerzos internacionales necesarios para que la economía se recupere. Por ejemplo, a pesar de que América Latina es una de las regiones más afectadas por la crisis, en la reciente Cumbre de las Américas el debate fue monopolizado por el tema de Cuba, que no es precisamente el frente principal en la guerra contra la recesión. Como bien ha advertido el FMI esta semana, se necesitarán actuaciones internacionales mucho más coordinadas y, hasta el momento, los avances han sido desesperantemente lentos.