Expresiones clave para entender el debate político estadounidense.

Barack Obama es un socialista europeo, el multimillonario Warren Buffet fomenta la lucha de clases… Y la culpa de todo la tienen los ricos. Todo cabe en el debate político estadounidense a un año para las elecciones presidenciales.

AFP/Getty Images
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Class Warfare (Guerra de clases)

Es la expresión utilizada por republicanos y comentaristas conservadores cuando los demócratas hablan de subir los impuestos a los más ricos. Algunos han alcanzado el paroxismo al definir a Warren Buffet, el inversor y tercer hombre más rico del mundo, como un “socialista” que fomenta la “guerra de clases”, después de que pidiera un aumento de impuestos a los multimillonarios. En un artículo en el New York Times titulado ‘Dejad de mimar a los super ricos’, Buffet dijo que era ridículo que él y otros hombres con grandes fortunas pagaran menos porcentaje a las arcas públicas que sus secretarias.

War on the Middle Class (Guerra contra la clase media)

Los demócratas también se han subido al carro de la lucha de clases, pero dándole la vuelta. Hay guerra, sí, pero es la que han lanzado los republicanos contra la clase media estadounidense. La idea se basa en que el Great Old Party (GOP), el viejo gran partido republicano, capitanea a los adinerados en la tarea de empobrecer a los trabajadores. En las elecciones de 2010 los republicanos recuperaron muchas circunscripciones electorales, y desde entonces, según los demócratas,  ha habido una oleada de leyes que hacen la vida imposible a la clase media: desde las que intentan reducir el poder de los sindicatos hasta las que quieren convertir el sistema de salud pública gratuito para los jubilados, el Medicare, en un sistema limitado de cupones.

European Socialist (Socialistas a la europea)

En los debates del GOP se ha puesto la crisis de deuda en Europa como ejemplo del fracaso del sistema “socialista” del Viejo Continente. Uno de los comentaristasestrella de Fox News, Bill O’Reilly, ha llegado a decir que en España la economía está dirigida desde el Estado.

Occupy Wall Street (Ocupar Wall Street)

Movimiento de protesta similar al de los “indignados” en España. Aquí es la historia del momento: centenares de artículos, piezas diarias en los telediarios, comentarios a favor y en contra de gran parte de la clase política. Arrancó a mediados de septiembre con un grupo reducido de gente protestando por las rampantes desigualdades económicas, el rescate de los bancos con dinero público, el desempleo o la codicia de Wall Street. Montaron un campamento muy cerca de la bolsa neoyorquina, en el parque Zuccotti. Desde ahí el movimiento se ha extendido por varias ciudades de EE UU. Lo sorprendente es el impacto que han tenido en la política a escala nacional, desproporcionado con respecto al número de manifestantes. Desde el GOP se les ha llamado de todo: “turba” de “antisemitas” (el congresista republicano Eric Cantor) o “antiamericanos” que se quejan de Wall Street cuando “si no tienen empleo y no son ricos sólo deben echarse la culpa a sí mismos” (el candidato republicano Herman Cain).

99 percenters (los del 99%) versus 1 percenters (los del 1%)

Uno de los eslóganes más comunes en las protestas del movimiento Ocupar Wall Street es el de “somos el 99%”. Se refieren a la mayoría empobrecida por la mayoría adinerada; a la enorme concentración de riqueza en Estados Unidos en manos de unos pocos, que además se han enriquecido con la crisis. Según cita el peridódico Wall Street Journal, en 2007, el 1% tenía ya un desproporcionado 34,6% de la riqueza estadounidense, pero es que además ese porcentaje ha subido un punto con la crisis. Mientras el 90% de los ciudadanos controla tan sólo el 25% del pastel, tras perder dos puntos con la recesión.

Job Creators (Creadores de trabajo)

Expresión usada por los republicanos y la derecha mediática en sustitución de “ricos”. Surge cada vez que los demócratas proponen subir los impuestos a los “millonarios y milmillonarios”. El argumento del GOP es que si se les pide más contribución a esos “creadores de trabajo”, simplemente dejarán de generar empleo. Un argumento falso para los demócratas: en los últimos sesenta años las épocas de más creación de empleo han coincidido con aquellas de más impuestos. Cuando el tipo impositivo marginal más alto estaba por encima del 50%, el crecimiento de puestos de trabajo ha sido, de media, un 2,3%; cuando ha bajado por debajo del 50% (ahora es el 35%), el crecimiento se ha reducido a la mitad, según el think tank liberal Think Progress.

Corporate Jet Owners (Dueños de avión corporativo)

Caracterización de los  multimillonarios utilizada habitualmente por Barack Obama. La reducción de impuestos a los dueños de avión corporativo es uno de los ejemplos con los que quiere expresarse el delirio de las exenciones fiscales lanzadas por el ex presidente George W. Bush.

Balanced Approach (Solución equilibrada)

Frase utilizada a menudo por Obama para incluir un aumento de impuestos a las rentas más altas en los planes de reducción del déficit. Se utilizó con profusión durante el debate sobre el techo de deuda de EE UU que llevó al país al borde de la suspensión de pagos y le costó la reducción en la calificación crediticia. Para reducir el déficit a largo plazo, ambos partidos están dispuestos a recortar el gasto, pero los demócratas quieren además aumentar los ingresos subiendo los impuestos a los que ganen más de 250.000 dólares (unos 183.000 euros) anuales.

Broaden the Tax Base (Ampliar la base de impuestos)

Iniciativa de republicanos como Michelle Bachman, del Tea Party, para que todos los estadounidenses paguen algo de impuestos, “aunque sea un dólar”, según la republicana. En la actualidad, se estima que el 47% de los ciudadanos de EE UU no paga impuestos, una gran parte de ellos porque no llega al mínimo de ingresos. Algunos de los candidatos republicanos han coqueteado con la idea de cambiar la ley fiscal, sugiriendo la implantación de tarifas planas de impuestos para evitar las fallas en el sistema que aprovechan las grandes corporaciones. Herman Cain, por ejemplo, ha sugerido un plan llamado 9-9-9: 9% de impuestos a los ingresos, 9% de impuestos a las ventas y 9% de impuestos a las corporaciones (curiosamente, el mismo esquema impositivo del famoso juego de ordenador de construcción de ciudades SimCity). La respuesta de los demócratas es que no se recauda lo suficiente y se hace pagar más a las clase más baja, incluidos los casi 50 millones de pobres del país.