Lehman Brothers ya no está. Pero antes de dejarlo quebrar, Estados Unidos rescató a Bear Stearns y salvó a Fannie y Freddie. Pero, ¿cuáles son los mayores rescates financieros de todos los tiempos? FP examina a cinco de los más importantes y analiza si los costes invertidos merecieron la pena.

La crisis de las entidades de ahorro y préstamo en Estados Unidos

Fecha del rescate: Agosto de 1989.

Cantidad: Los cálculos varían mucho, pero 200.000 millones de dólares (unos 150.000 millones de euros) es una cifra razonable.

Qué pasó: La debacle de los S&L (Savings & Loans) de finales de los 80 y comienzos de los 90 tardó tiempo en gestarse y también en desencadenarse. Los contribuyentes estadounidenses se vieron en aprietos cuando el presidente George H. W. Bush firmó la Ley de Reforma, Recuperación y Cumplimiento de las Instituciones Financieras de 1989, que reformó de manera radical la industria y las regulaciones federales de las entidades de ahorro y préstamo. Cuando el huracán finalmente amainó en 1995, más de mil pequeñas instituciones de ahorro y préstamo –también llamadas thrifts– habían quebrado. La mitad de estas thrifts aseguradas federalmente en Estados Unidos se habían hundido en menos de una década, y la consiguiente ralentización en la construcción de nuevas viviendas y las repercusiones financieras contribuyeron a la recesión de 1990-1991. Las causas subyacentes en la crisis de los S&L son complejas y controvertidas, pero la mayoría de los estudiosos coincide en que las altas y volátiles tasas de interés, las prácticas temerarias en la concesión de préstamos, la veloz desregulación y una supervisión poco rigurosa prepararon el terreno para el mayor desastre bancario desde la Gran Depresión.

Corea del Sur

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Fecha del rescate: Diciembre de 1997.

Cantidad: 78.000 millones de dólares.

Qué pasó: En dos palabras: crisis asiática. Acosada por una moneda que se hundía y bancarrotas por doquier, Corea del Sur recurrió al Fondo Monetario Internacional en busca de ayuda, y el Banco Mundial, Estados Unidos, Japón y otros once países también contribuyeron con fondos. A cambio, el Gobierno surcoreano tuvo que aceptar unas duras condiciones, incluyendo unas tasas de interés más altas, reformas destinadas a abrir la cerrada economía del país y medidas enérgicas ante la estrecha relación entre los bancos y los conglomerados opacos de empresas o chaebols. La crisis económica llevó al poder al líder de la oposición Kim Dae Jung, un reformista a quienes muchos atribuyen el mérito de haber alejado a Corea del Sur del desastre. Hoy, la economía del país se enfrenta a desafíos de otra índole -sobre todo, a la creciente inflación y al envejecimiento de la población- aunque The Economist pronostica un crecimiento del 4,2% para 2009.

Indonesia

Fecha del rescate: Enero de 1998 – abril de 1999.

Coste: Entre 58.000 y 64.700 millones de dólares.

Qué pasó: Sacudida por la crisis financiera asiática de finales de los 90, Indonesia fue escenario de uno de los mayores rescates del FMI. La moneda del país, la rupia, había caído de manera continua desde agosto de 1997, mientras la inflación se disparaba hasta casi el 80%. Además de la consiguiente fuga de capital, las protestas y la agitación política paralizaron la capital, Yakarta, bajo la presidencia de Suharto. En un principio, el dinero del Fondo Monetario Internacional estaba condicionado a que Suharto, en el poder desde 1968, acabara con su inclinación hacia el amiguismo, pero esa condición se rompió después de que el presidente, desafiante, nombrara a familiares y socios para formar parte de su Gobierno. Tras el rescate, las desgracias económicas de Indonesia continuaron varios años y creció el resentimiento contra las políticas que el FMI llevó a cabo durante los 90 que, según opinaban algunos, comprometían la soberanía económica indonesia. Con el tiempo, las condiciones macroeconómicas mejoraron, también impulsadas por la resolución de la crisis de Timor Oriental. Irónicamente, el tsunami de 2004 también ayudó, poniendo al país más cerca del acuerdo en la disputa en la región separatista de Aceh. En 2006 y 2007, la CIA calificó al mercado bursátil indonesio como uno de los tres con mejor comportamiento del mundo.

Brasil

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Fechas del rescate: Noviembre de 1998, agosto de 2001 y agosto de 2002.

Coste: 56.700 millones, 16.300 millones y 36.700 millones de dólares.

Qué pasó: El primer rescate de Brasil en 1998 llegó pisando los talones a las crisis financieras de Asia y Rusia, que habían despertado el pánico entre los inversores de América Latina. Esta vez, el FMI y una multitud de prestamistas se comprometieron a desactivar la crisis antes de que se desatara. A Brasil, la mayor economía de Suramérica, se le ofreció un saludable paquete de ayudas para estabilizar la región. A cambio, se le pidió que recortara el gasto y subiera los impuestos para evitar un déficit presupuestario. La Asamblea legislativa del país rechazó las condiciones, pero los préstamos salieron adelante de todas maneras. Los prestamistas intervinieron de nuevo en nombre de la estabilidad en 2001, cuando la moneda brasileña, el real, se había devaluado un 20% entre enero y agosto y la deuda pública estaba creciendo. Las elecciones de 2002 suscitaron todavía una mayor preocupación ya que los inversores no estaban seguros de cómo manejaría la crisis el candidato de izquierdas Luiz Inácio Lula da Silva. El mercado bursátil brasileño cayó aún más cuando Paul O’Neill, secretario del Tesoro de Estados Unidos, pidió pruebas de que ningún otro préstamo “saldría del país en dirección a cuentas bancarias en Suiza”. Furioso, Brasil exigió una disculpa y, poco después, Estados Unidos y el FMI le ofrecieron un paquete de 30.000 millones de dólares.

Argentina

Fechas del rescate: Diciembre de 2000 y agosto de 2001.

Coste: 50.700 millones y 1.500 millones de dólares.

Qué pasó: El rescate de Argentina llegó en un momento de grave crisis, sólo dos años después de una dramática recesión que dejó la tasa de desempleo en torno al 16%. La previsión de un déficit presupuestario de 6.500 millones de dólares en 2001 coincidió con otros 15.000 millones que se debían a los acreedores ese año. Con los mercados argentinos desplomándose, el Gobierno corrió a asegurarse la ayuda del FMI, el Banco Mundial y otros prestamistas. De nuevo se extendieron préstamos en 2001, y esta vez los acreedores pidieron a Argentina que rebajara las pensiones y el gasto público mientras subía los impuestos. Esta estrategia de austeridad provocó que decenas de miles de enfadados manifestantes se echaran a las calles en repetidas ocasiones. Pero la crisis económica estaba lejos de ser evitada y, en diciembre de 2001, el país dejó de pagar 81.000 millones de dólares. Los bancos y el peso argentino se hundieron, y muchos ciudadanos de clase media se marcharon al extranjero después de que se volatilizaran sus ahorros. En 2003, el FMI y Argentina acordaron que a este país tan endeudado sólo se le pediría que pagara el interés de esa deuda. En marzo de 2005, los titulares de bonos tuvieron que aceptar una reestructuración de deudas impagadas. Argentina pagó una cantidad final de 9.500 millones de dólares que debía al FMI en 2006, y el 2 de septiembre, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner prometió otros 6.700 millones al Club de París de acreedores internacionales.

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Nota: Se debería tener cuidado al comparar los rescates de sistemas financieros o economías nacionales con los de firmas individuales como Fannie Mae y Freddie Mac. Además, también se podrían enumerar estos rescates en relación al tamaño del país en cuestión, en cuyo caso, Estados más pequeños como la República Dominicana figurarían mucho más arriba en el ranking. Las cifras en dólares se corresponden al cambio de 2008.