La herramienta más importante para espolear el avance en los países pobres podría caber en la palma de la mano."Los teléfonos móviles son más decisivos [para el desarrollo] que las infraestructuras", dice C. K. Prahalad, experto de la Universidad de Michigan (EE UU). La facilidad en las comunicaciones ayuda a la gente a negociar acuerdos, llevar los productos al mercado y acceder a importantes servicios, como la banca o los seguros.

Dado el coste de los aparatos telefónicos, el problema es que son inalcanzables para la mayoría de los habitantes del mundo. Los analistas aseguran que, bajando el precio de un móvil de 60 a 30 euros, se duplicaría el número de usuarios en los países en vías de desarrollo, que llegarían a sumar 930 millones en 2010. Ésa es la razón por la que la Asociación GSM, un grupo con sede en Londres, prometió un contrato a aquel fabricante de móviles que suministrase seis millones de aparatos a 10 operadores de telefonía móvil que trabajan en economías emergentes, desde Bangladesh a Uganda, a un precio de 30 euros por unidad. El modelo C113a de Motorola se llevó el premio gordo. El aparato, que pesa unos 85 gramos, está hecho de plástico resistente, tiene capacidad para mensajes de texto y una batería de larga duración.

Pero vender teléfonos en las remotas áreas del mundo en desarrollo es todavía un reto. ¿La solución de Motorola? Los llamados "motobuses", que recorren las aldeas para llevar el servicio a los clientes. Ése es sin duda el tipo de roaming que ayuda a los más pobres.

La llamada del cambio

 

La herramienta más importante para espolear el avance en los países pobres podría caber en la palma de la mano."Los teléfonos móviles son más decisivos [para el desarrollo] que las infraestructuras", dice C. K. Prahalad, experto de la Universidad de Michigan (EE UU). La facilidad en las comunicaciones ayuda a la gente a negociar acuerdos, llevar los productos al mercado y acceder a importantes servicios, como la banca o los seguros.

Dado el coste de los aparatos telefónicos, el problema es que son inalcanzables para la mayoría de los habitantes del mundo. Los analistas aseguran que, bajando el precio de un móvil de 60 a 30 euros, se duplicaría el número de usuarios en los países en vías de desarrollo, que llegarían a sumar 930 millones en 2010. Ésa es la razón por la que la Asociación GSM, un grupo con sede en Londres, prometió un contrato a aquel fabricante de móviles que suministrase seis millones de aparatos a 10 operadores de telefonía móvil que trabajan en economías emergentes, desde Bangladesh a Uganda, a un precio de 30 euros por unidad. El modelo C113a de Motorola se llevó el premio gordo. El aparato, que pesa unos 85 gramos, está hecho de plástico resistente, tiene capacidad para mensajes de texto y una batería de larga duración.

Pero vender teléfonos en las remotas áreas del mundo en desarrollo es todavía un reto. ¿La solución de Motorola? Los llamados "motobuses", que recorren las aldeas para llevar el servicio a los clientes. Ése es sin duda el tipo de roaming que ayuda a los más pobres. –Chaddus Bruce

Chaddus Bruce es periodista freelance en San Francisco.