La ciudad kurda en el norte de Siria está sitiada desde hace semanas por el Estado Islámico. Las milicias kurdas siguen resistiendo al avance islamista sobre el enclave, apoyadas por bombardeos de la OTAN, aunque no se sabe hasta cuándo podrán aguantar los envites del EI. Mientras las protestas estallan en el interior de Turquía entre kurdos, que acusan al Gobierno de Ankara de un doble juego, la policía y otros grupos. Por el momento, las autoridades turcas descartan intervenir unilateralmente por vía terrestre en suelo sirio.