Tras décadas en decadencia, la energía nuclear vuelve a ser protagonista del debate energético mundial. Docenas de países desean unirse al club y hay cientos de nuevos reactores en proyecto. Pero a pesar del bombo que se le está dando, éste no será el remedio milagroso contra la dependencia energética y el calentamiento global que sus partidarios prometen.

 

Átomos en funcionamiento

Que un país use la energía atómica depende en gran medida de la intervención del Estado, ya sea mediante financiación pública o nueva legislación. Brasil, China e India sólo obtienen de las centrales nucleares una pequeña parte de la energía que consumen, pero muy probablemente su dependencia aumentará si se construye el gran número de centrales que han propuesto.

 

La familia explosiva

Tras más de treinta años sin construir centrales nucleares, las empresas de servicios estadounidenses están intentando que les autoricen más de treinta nuevos reactores. Hay más de trescientos propuestos en todo el mundo. Unos cuarenta se encuentran en construcción, aunque muchos llevan décadas así, sin que se atisbe una fecha de finalización. Países como Egipto, Nigeria, Arabia Saudí y Venezuela están entre los más de treinta Estados con planes serios para construir su primera central nuclear.

 

 

 

La obsesión atómica

Los defensores de la energía nuclear prometen muchas cosas, pero por encima de todas dos: que es la mejor solución frente a la creciente demanda de energía eléctrica en el mundo y que un incremento en su utilización puede reducir notablemente la emisión de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático. Para que cualquiera de estas promesas fuese cierta, el planeta tendría que embarcarse en una orgía desenfrenada de construcción de centrales nucleares, lo que resulta poco realista.

¿Puede la energía nuclear generar más electricidad? Se estima que la demanda mundial de electricidad prácticamente se duplicará en 2030, y la energía nuclear sólo satisface un 15% del consumo actual.

 

DEMANDA ELECTRICA GLOBAL (en miles de kilovatios hora)

Sólo para mantener la cuota nuclear actual de la electricidad global hasta 2030 –15%– debe construirse un reactor atómico de 1.000 megavatios CADA 16 DÍAS en los próximos 21 años.

 

¿Puede la energía nuclear reducir las emisiones? Se prevé que en 2050 la emisión de gases de efecto invernadero también se duplicará, pasando de 7.000 millones de toneladas de dióxido de carbono anuales a 14.000 millones de toneladas.

 

EMISIONES GLOBALES (en miles de millones de toneladas)

Para compensar sólo una pequeña fracción de esos 7.000 millones de toneladas adicionales –digamos mil millones de toneladas para 2050– se necesitará que entre en funcionamiento un reactor de 1.000 megavatios CADA 14 DÍAS de hoy a 2050.