Están por todas partes. Fábricas, comercios y hogares (estos últimos con la denominada domótica) se ven inundados por distintos tipos de robots programados para realizar diferentes tareas. En 2015, su venta mundial destinada a múltiples usos prácticamente alcanzó las 254.000 unidades, lo que supone un incremento del 15% respecto al año anterior. Los autómatas han llegado para quedarse. Así, la cuarta revolución industrial pone de manifiesto un cambio en el actual panorama económico y laboral.

Los avances tecnológicos en el sector de la robótica han permitido desarrollar máquinas capaces de llevar a cabo actividades mecánicas y pesadas, propias de cadenas de montajes, pero también otras más complejas que requieren una mayor precisión, como una cirugía. La introducción de los robots en el mercado laboral pone en jaque a los empleos poco cualificados o repetitivos, mientras que las profesiones más creativas estarían, de momento, a salvo. He aquí distintas infografías que muestran la repercusión de los robots en la economía y en varios sectores profesionales.