La llamada Ronda del Desarrollo y sus ambiciosos objetivos (sacar a millones de personas de la pobreza, cortar los subsidios agrícolas de los países ricos y expandir los intercambios comerciales a todo el planeta) se han estancado. Pero este fracaso no está extendiéndose al sistema y el comercio internacional crece a un ritmo sin precedentes.  


“Está muerta”


Más bien en hibernación. Desde su lanzamiento en noviembre de 2001, la mal llamada “Ronda del Desarrollo” ha encallado varias veces debido a los choques entre los países en desarrollo (el G-20) y los ricos. Pero, a partir de julio pasado, fecha en la que expiró la autorización que el Congreso de Estados Unidos otorgó al presidente George W. Bush para que negociara acuerdos comerciales en bloque sin posibilidad de introducir enmiendas (Trade Promotion Authority o TPA), las negociaciones se encuentran suspendidas de forma temporal. Ningún país está dispuesto a seguir enzarzándose en agotadores y conflictivos ejercicios de diplomacia económica sabiendo que EE UU, el segundo bloque comercial mundial tras la Unión Europea, puede inundar de correcciones (o incluso rechazar) un acuerdo. Por lo tanto, hasta que no se otorgue un nuevo TPA a un nuevo presidente (y ni siquiera eso es seguro), poco o nada se avanzará en Doha. Una dificultad adicional es la actual mayoría demócrata del Congreso estadounidense, que se ha vuelto más proteccionista. Y, encima, todos los candidatos a la Casa Blanca –y, sobre todo, los demócratas, con Hillary Clinton a la cabeza– mantienen un discurso económico con tintes neoproteccionistas centrado en la pérdida de empleos por la deslocalización industrial y el outsourcing de servicios.

Pero no desesperemos. La Ronda Uruguay, la anterior a la de Doha, se cerró en 1994 tras ocho años de negociaciones, sin China y con algo más de 120 Estados intentando sacar tajada. Por lo tanto, es razonable que la actual Organización Mundial de Comercio (OMC), que tiene 30 países miembros más, necesite al menos hasta 2010 para cerrar un acuerdo. Washington, como impulsor de la integración económica mundial y de la creación de la OMC, no dejará que la Ronda muera, pero esperará a reducir su déficit por cuenta corriente y a que se calme la paranoia antichina de sus habitantes antes de darle un nuevo empujón. Habrá que tener paciencia.

 

“El escollo es la agricultura ”


Sí, pero hay otros. La agricultura ha sido el tema más conflictivo, no tanto por su peso en el comercio mundial (representa menos del 9% del intercambio de bienes), sino porque es el sector más intervenido y se ha convertido en el caballo de batalla de las economías emergentes, sobre todo de Brasil. Todos los países mantienen cuotas a la importación, elevados aranceles y, además, las sociedades avanzadas gastan unos 300.000 millones de dólares anuales (unos 200.000 millones de euros) en subsidios (la cifra desciende a la mitad si sólo se contabilizan las subvenciones a la producción). La UE, EE UU, Japón, Suiza, Noruega y Corea ...