El presidente Ruso, Vladimir Putin, junto con Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, tras un encuentro en Sochi junto con los presidentes de Turquía e Irán (Mikhail Svetlov/Getty Images)

Por primera vez en 30 años, se emplazarán armas nucleares en Bielorrusia. Si bien el Kremlin sigue concentrado en la invasión de Ucrania, pocos dudan que el mar Báltico es vital para Rusia y objetivo prioritario de Vladímir Putin. 

El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el estacionamiento de armas nucleares en Bielorrusia, país fronterizo con Ucrania, Polonia, Lituania y Letonia. Se trata de unos 10 aviones que pueden transportar armas nucleares tácticas y un sistema de misiles Iskander que puede armarse con cabezas nucleares. Adelantó que en abril comenzará la instrucción de los militares bielorrusos y en julio habrá concluido la construcción de un silo para emplazar dicho armamento en el vecino país. El acuerdo de Putin con Alexandr Lukashenko, presidente bielorruso, vuelve a activar las alarmas de Occidente.

Este despliegue de armamento nuclear “táctico” en Bielorrusia que ya acoge tropas rusas implica el uso de armas de pequeño tamaño frente a las armas nucleares “estratégicas”, de gran potencia y largo alcance. Según el Kremlin dicho acuerdo no viola las obligaciones de Rusia sobre la no proliferación nuclear. Por su parte, el presidente de la antigua república soviética se escuda en la militarización de sus fronteras por parte de la OTAN. 

La Alianza considera peligrosa e irresponsable la retórica nuclear del Kremlin, aunque no ve un cambio significativo en la estrategia rusa. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, advierte que la Unión Europea está “preparada” para adoptar nuevas sanciones contra Bielorrusia si permite el despliegue en su territorio de armamento nuclear ruso. El autócrata bielorruso y otras 194 personas cercanas al régimen tienen actualmente prohibida la entrada en la UE y sus activos se encuentran congelados. Bielorrusia sufre asimismo en este momento sanciones económicas dirigidas contra sectores concretos: financiero, comercial, bienes de doble uso, telecomunicaciones, energía y transportes. 

Hace casi 30 años, Bielorrusia, Ucrania y Kazajistán renunciaron a las armas nucleares que había en su territorio y firmaron el Tratado de No Proliferación Nuclear. A cambio, los demás países firmantes, sobre todo Estados Unidos y Rusia, les garantizaron su soberanía e integridad territorial.

Como señala el experto militar bielorruso Alexandr Alesin, “cierto número de portadores de armas nucleares” estaban preparados incluso antes de que Putin hiciera su anuncio. Recuerda que en época soviética dos tercios de todos los misiles soviéticos de medio y corto alcance, incluidas las cabezas nucleares, se encontraban en Bielorrusia. En febrero de 2022, Minsk modificó su Constitución suprimiendo la disposición sobre el estatus de país libre de armas nucleares. Se abrió la posibilidad legal de emplazar cabezas nucleares en su territorio como destaca Pavel Podvig, del Instituto de las Naciones Unidas de Investigación sobre el Desarme en Ginebra.

Ucrania ha acusado en numerosas ocasiones a Bielorrusia de ser cómplice de la actual campaña militar. Kiev considera que Moscú ha tomado como “rehén” a ...