Dada la inestabilidad en Irak, la alerta desatada en Europa
por el 11-M y el descontento general de los países musulmanes por la forma en
que Bush conduce la guerra contra el terrorismo, saber qué opinan realmente
los ciudadanos de Estados Unidos sobre la convulsa realidad internacional y
qué esperan de su próximo presidente, que elegirán en noviembre, es crucial
para el mundo entero. He aquí una
entrevista con el pueblo estadounidense
cuyas respuestas representan las posturas mayoritarias expresadas en recientes
sondeos.

Ilusión pasajera: la captura de Sadam no tranquilizó a los estadounidenses.
Ilusión pasajera: la captura
de Sadam no tranquilizó a los estadounidenses.

FOREIGN POLICY: ¿Qué
le parece que EE UU entrara en guerra con Irak?
El ciudadano medio: Es difícil de decir. Cuando el presidente George
W. Bush dijo que Sadam Husein estaba fabricando armas de destrucción
masiva y podría ponerlas en manos de los terroristas, me resultó
bastante convincente. Así que estuve totalmente de acuerdo en intentar
entrar en Irak para averiguar si Sadam tenía esas armas y quitárselas
de inmediato en el caso de que las tuviera.

FP: Entonces, ¿pensó
que era necesario actuar inmediatamente?

CM: No exactamente. Pensé que podíamos tomarnos
un tiempo para conseguir el respaldo de Naciones Unidas. Además, había
muchas otras cosas de las que preocuparse, como Al Qaeda. Y cuando los inspectores
de la ONU fueron a Irak me pareció que debíamos darles una oportunidad.
Aunque evidentemente no era tan optimista como para pensar que encontrarían
las armas, teníamos a Sadam bajo control, así que me parecía
mejor seguir intentando hallar algún tipo de consenso en Naciones Unidas.

FP: ¿Por qué
era tan importante conseguir el respaldo de la ONU?

CM: Pensé que no debíamos entrar solos en esta
guerra. Estados Unidos suele desempeñar el papel de policía más
de lo que debería. Y no tengo del todo claro que tuviéramos derecho
a entrar y derrocar un Gobierno, aunque éste intentara fabricar armas
nucleares.

FP: ¿Naciones Unidas tiene derecho a intervenir en estos casos?

CM: Sí, desde luego.

FP: ¿Y si un país supusiera un peligro inminente para EE UU? ¿Justifica
eso una acción unilateral?

CM: Bueno, sí; es decir, si fuera en defensa propia y estuvieran a punto
de atacarnos. Pero debería estar muy claro.

FP: ¿Creyó que Irak suponía una amenaza inmediata?

CM: Probablemente, no.

FP: ¿Pensó que la Administración Bush exageró intencionadamente
las pruebas para fabricar el apoyo a la guerra?

CM: Sí, aunque me parece que realmente creyeron que Irak tenía
armas de destrucción masiva. Pero posiblemente Bush estaba ya decidido
a atacar a Sadam y no le importaba tanto que fuera cierto o no. Creo que Bush
hubiera ido a la guerra aunque la CIA le hubiera dicho que Irak no tenía
armas de destrucción masiva ni relación con Al Qaeda.

FP: ¿Qué piensa sobre el argumento de que la guerra estaba justificada
porque Sadam era un dictador que no respetaba los derechos del pueblo iraquí?

CM: No creo que Estados Unidos tenga derecho a hacer ese tipo de cosas. Necesitamos
la aprobación de la ONU, a no ser que se trate de algo realmente extremo
y a gran escala, como un genocidio.

FP: ¿Cree que lo que hacía Sadam Husein llegaba a ese extremo?

CM: Bueno… era terrible, pero no, no era un genocidio. Posiblemente ahora
mismo hay en el mundo otros regímenes tan malos como ése.

FP: Entonces, ¿fue un error emprender esa guerra?

CM: No. Creo que es probable que Sadam tuviera armas de destrucción masiva,
y me parece que es posible que colaborara con Al Qaeda. Además, aunque
no sea la única amenaza para EE UU, es mejor para la seguridad estadounidense
que ya no esté. En conjunto, era un tipo realmente malo. Así que,
no, no fue un error.

FP: Entonces, ¿fue una buena decisión?

CM: Bueno… más o menos. No sé si fue la mejor. Tal vez si nos
hubiéramos concedido más tiempo y hubiéramos conseguido
involucrar a más países a través de la ONU, no cargaríamos
ahora con el grueso del problema. La guerra fue fácil, pero la ocupación
está siendo dura. Tampoco me gustó que Bush pidiera 87.000 millones
de dólares (unos 82,5 millones de euros) para Irak. Y todas esas bajas…

FP: ¿Le gustaría que se retiraran las tropas de EE UU?

CM: ¡No! No podemos hacer eso. Fuera una buena idea o no entrar en Irak,
debemos seguir el rumbo.

FP: ¿Qué le pareció la captura de Sadam?

CM: Fue algo estupendo. Me dio más seguridad sobre el modo en que Bush
está manejando la situación en Irak. Aunque su detención
no me hizo sentir más seguro.

FP: Y ahora, ¿qué desea?

CM: Me gustaría poner este asunto bajo mandato de la ONU. Que Estados
Unidos deje la primera línea del frente y deje de ser atacado a diario.

FP: Pero ¿y si eso significa que EE UU tenga que permitir que otros países
participen en la toma de decisiones fundamentales?

CM: ¿Y qué?

FP: Entonces no está descontento con Naciones Unidas, a pesar de que
el Consejo de Seguridad no respaldó a Estados Unidos en la guerra contra
Irak.

CM: Me decepcionó que no alcanzáramos un consenso. Pero sin ningún
género de duda, no doy por perdida a Naciones Unidas. Sólo quiero
que funcione mejor. De hecho, me gustaría que hiciera más cosas.
No podemos aislarnos del mundo y no quiero que Estados Unidos tenga tanta responsabilidad
a la hora de mantener el orden. ¿Acaso hay otra opción?


Atajar el terrorismo

FP: Hablemos ahora de la guerra contra el terrorismo y de Al Qaeda.

CM: Sí, son más importantes que Irak.

FP: ¿Cómo cree que está conduciendo Bush la guerra contra
el terrorismo?

CM: Bastante bien. Es un líder fuerte y parece estar firmemente decidido.
Inmediatamente después de los atentados del 11-S pensé que lo
estaba haciendo muy bien. Ahora ya no estoy tan ilusionado, pero sigue actuando
bien.

FP: ¿Qué le pareció la guerra contra los talibanes en Afganistán?

CM: Estaba clarísima. Nos habían atacado, teníamos que
perseguir a Al Qaeda. Y además, estábamos respaldados por la ONU
y por muchos otros países.

FP: Así pues, ¿fue un éxito?

CM: Bueno, aún no hemos capturado a Bin Laden.

FP: En general, ¿se siente usted más seguro como resultado de
los avances del Gobierno en la guerra contra el terrorismo?

CM: No puedo afirmarlo tajantemente. Tal vez un poco más.

FP: ¿El hecho de que no haya habido más atentados en territorio
estadounidense desde el 11-S quiere decir que los esfuerzos de la Administración
Bush han dado resultado?

CM: No del todo.

FP: ¿Cree que el enfoque de Bush es globalmente adecuado?

CM: Creo que posiblemente necesite usar más la diplomacia. No me malinterprete,
sé que no es un juego de niños. Deberíamos intentar localizar
a los terroristas. Y, si lo conseguimos, habría que matarlos. Pero pienso
que, en general, Bush tiende a ser más asertivo que cooperativo.

FP: ¿Cree que la mayoría del mundo musulmán comparte los
sentimientos de Al Qaeda sobre EE UU?

CM: Sí, la mayoría alberga en alguna medida esos sentimientos
negativos hacia Estados Unidos, y eso facilita a Al Qaeda el reclutamiento de
nuevos miembros. Aunque no considero que haya una mayoría de musulmanes
que apruebe sus métodos terroristas.

FP: ¿Le agrada la idea de Bush de promover la democracia en Oriente Medio?

CM: La democracia es buena, y sería estupendo que se extendiera más.
Pero no estoy seguro de que debamos intentar imponerla. Creo que, en general,
a los habitantes de Oriente Medio les gustaría que desempeñáramos
un papel menos dominante, y estoy de acuerdo.

FP: ¿Y las fuerzas militares estadounidenses en Oriente Medio son importantes
para combatir el terrorismo?

CM: En realidad, creo que incrementan la probabilidad de sufrir ataques terroristas.

Miedo en casa

FP: Hablemos ahora del frente interno en la lucha contra el terrorismo. ¿Qué
opina sobre la creación del Departamento de Seguridad de la Patria (Department
of Homeland Security)?

CM: Imagino que está funcionando bien, pero no estoy seguro de que apostar
tanto por un único organismo aporte algo o si sólo crea más
burocracia.

FP: Poco después de los ataques terroristas, el Congreso estadounidense
aprobó una nueva ley, llamada Ley Patriótica, que elimina ciertas
trabas a la capacidad del Gobierno para investigar y detener a las personas.
¿Entiende bien esa ley?

CM: No mucho.

FP: Por lo que sabe, ¿diría
no obstante que es buena en general?

CM: Básicamente, sí.

FP: ¿Considera necesario que los ciudadanos estén dispuestos a
entregar parte de sus libertades civiles para combatir el terrorismo con más
eficacia?

CM: Justo después del 11-S, tal vez lo consideráramos así,
pero ahora me inclino más a pensar que no es necesario. Yo, desde luego,
no estoy dispuesto a dar carta blanca al Gobierno. Las libertades civiles son
importantes para mí, incluso si hablamos de terrorismo.

FP: ¿Cree que el Gobierno ha comprometido demasiado las libertades civiles?

CM: No. Pero me preocuparía que lo hiciera.

FP: ¿Sabía que se ha detenido a ciudadanos de EE UU sospechosos
de pertenecer a un grupo terrorista?

CM: Sí.

FP: En esos casos, ¿deberían
los sospechosos tener derecho a un abogado?

CM: Por supuesto.

FP: ¿Y le parece que lo tienen?

CM: Claro que sí. ¿No es así?


COREA del norte, nuclear

FP: ¿Le preocupa el programa
nuclear de Corea del Norte?

CM: Sí. Corea del Norte es el país que supone
una mayor amenaza para nosotros.

FP: ¿Cree que ver cómo
Estados Unidos derrocaba a Sadam Husein ha hecho vacilar a Corea?

CM: No, probablemente les ha motivado aún más
a construir bombas nucleares. Saben que Estados Unidos nunca ha atacado a un
país que tenga ese tipo de armas.

FP: ¿Qué opina de emplear
de forma limitada la fuerza militar, como, por ejemplo, bombardeando sus instalaciones
nucleares?

CM: No estoy de acuerdo. Además, no estoy seguro de
que tengamos derecho a hacerlo.

FP: ¿Y derrocar a su Gobierno?

CM: En absoluto.

FP: ¿Qué opina del modo
en que Estados Unidos ha abordado el problema con Corea del Norte?

CM: Deberíamos adoptar una orientación más
diplomática en vez de intentar intimidarles insinuando que podríamos
atacarles. ¿No fue sobre todo el miedo a que lo hiciéramos lo
que les enfadó?

FP: ¿Quiere decir que la Administración
Bush no está haciendo todo lo que podría hacer para alcanzar una
solución diplomática?
CM: Tal vez podría hacer más.

FP: Hay quienes opinan que entablar
un diálogo no sería sino un intento de revivir el fallido acuerdo
de 1994, según el cual, a cambio de ayuda, Corea del Norte se comprometía
a frenar su programa de armamento nuclear y permitir la entrada de inspectores.

CM: (Encogiéndose de hombros) Sigo creyendo que debemos
intentar hacer que vuelvan al buen camino. No tenemos la opción de entablar
una guerra, así que, ¿qué otra cosa se puede hacer?

FP: Pero fue Corea del Norte la que
rompió el acuerdo al reanudar su programa de armamento nuclear. Hay quien
piensa que dialogar con Corea sería aceptar un chantaje.

CM: No me parece un argumento muy convincente. Creo que la
diplomacia ofrece mejores expectativas.

FP: ¿Qué hacer si ese
enfoque no funciona?

CM: Bueno. Tal vez entonces tendríamos que adoptar algunas
medidas militares… No estoy muy seguro. Y si Corea del Sur no quiere que lo
hagamos, yo sencillamente no me siento dispuesto a que nos lancemos. Al fin
y al cabo, ellos se llevarían la peor parte en una guerra.

FP: Pero, si Estados Unidos atacara
Corea del Norte, ¿usted lo apoyaría?

CM: Bueno… creo que, en general, hay que respaldar al comandante
en jefe aunque no se esté de acuerdo. Pero si fuera una operación
de la ONU, entonces sí que estaría plenamente de acuerdo.

FP: ¿Apoyaría el establecimiento
de relaciones diplomáticas con Corea del Norte?

CM: Naturalmente. ¿No las tenemos ya?

FP: ¿Apoyaría un acuerdo
por el cual Estados Unidos declarara que no va a atacar Corea del Norte si ésta
abandona su programa de armamento nuclear?

CM: Claro. ¿Por qué no?

FP: ¿Piensa que un acuerdo
así evitaría las aspiraciones de Corea del Norte a tener armas
nucleares?

CM: No lo sé. Pero ¿por qué no intentarlo?

FP: ¿Y si suspendiéramos
la ayuda alimentaria para aumentar la presión sobre ellos?

CM: No, no creo que, cuando hay norcoreanos pasando hambre,
debamos usar la comida como arma política. No tienen la culpa de lo que
haga su Gobierno.

FP: ¿Y ofrecer ayuda a cambio
de que Corea del Norte frene su programa de armamento nuclear?

CM: Eso sí lo apoyaría. Creo que es bastante
probable que la verdadera razón de lo que están haciendo sea intentar
conseguir más ayuda.

FP: Entonces, ¿cree que ofrecerles
ayuda les frenaría?

CM: No, no del todo.

FP: ¿Cree que esa ayuda realmente
llegará a quienes la necesitan?

CM: No del todo. Aun así, deberíamos hacerlo.

Con amigos así…

FP: ¿Qué países
considera que son los mejores amigos de Estados Unidos?

CM: Me parece que, en general, los más cercanos son
los países anglohablantes, como Gran Bretaña –le tengo especial
simpatía al primer ministro Tony Blair–, Canadá o Australia.
En segundo lugar estarían Japón y algunos países europeos.

FP: ¿Y Francia y Alemania,
en vista de lo que sucedió con la guerra de Irak?

CM: Es un asunto que ya se me está olvidando… aunque
no del todo, sobre todo con respecto a Francia.

FP: ¿Cómo ve las relaciones
con Rusia?

CM: Parecen bastante amistosas, aunque Rusia no es realmente
nuestro aliado. Tengo la impresión de que no nos ha apoyado lo bastante
en la guerra contra el terrorismo.

FP: ¿Y con China?

CM: Mis sentimientos con respecto a China son algo más
distantes, aunque nuestra relación me parece razonablemente cordial.
Me preocupa que China pueda hacernos perder puestos de trabajo.

FP: ¿Y Arabia Saudí,
qué le parece?

CM: No confío en ellos. Y está claro que no han
hecho lo suficiente en la guerra contra el terrorismo. Los considero más
parte del problema que de la solución.

FP: ¿Cree que Estados Unidos
debería presionar a países como Arabia Saudí para que se
democratizaran?
CM: No lo creo.

FP: ¿Considera a Arabia Saudí
un enemigo?

CM: No, pero tampoco somos aliados. Ni siquiera estoy seguro
de que seamos realmente amigos. Les he ido perdiendo el respeto. Parecen arrogantes
y hostiles.

¡VIVA el libre comercio!

FP: ¿Qué opina de la
globalización y el comercio internacional?

CM: En principio, estoy a favor del comercio en sí.
Pero no creo que el Gobierno estadounidense haya hecho lo suficiente para evitar
que los trabajadorespierdan sus empleos por culpa del comercio. Y no me agrada
la idea de que estemos comprando productos hechos en países donde se
explota a los trabajadores: les perjudica a ellos y presiona a la baja los salarios
de nuestros trabajadores. También me preocupa que nuestras empresas se
trasladen a otros países para evitar la legislación ambiental.
Deberíamos garantizar que no ocurra.

FP: Hay economistas que temen que
ese intervencionismo estatal pueda retrasar el crecimiento del comercio.

CM: (Finge espanto) ¡Dios no lo quiera! No hay mucho
problema en que se ralentice un poco. En la vida hay cosas más importantes
que el comercio.

FP: ¿Y qué le gustaría
que se hiciera?

CM: Sobre todo hay que ayudar a los trabajadores estadounidenses,
y apenas veo que se haga. Últimamente las cosas han ido bastante mal
y no han recibido mucha ayuda. Hace unos años era más optimista
y pensaba que, con tiempo y esfuerzo, los trabajadores se recuperarían,
pero ya no lo tengo tan claro. Por eso resulta tentador aumentar los aranceles,
aunque no creo que sea la mejor forma de afrontar el problema.

FP: ¿Qué opina de que
Estados Unidos esté negociando nuevos acuerdos comerciales?

CM: Cuando firmamos un acuerdo comercial
para aumentar nuestro comercio con otros países deberíamos exigirles,
como parte del acuerdo, que no exploten a sus trabajadores ni dañen el
medio ambiente. Aunque pueda parecer que nos metemos donde no nos llaman, todo
está cada vez más interconectado, y hay que hacerlo.

FP: ¿Qué opina de la
actuación del presidente con respecto a los aranceles del acero?

CM: Bueno… aprobé que los aumentara, pero creo que
hizo bien al reducirlos cuando la Organización Mundial del Comercio dijo
que debía hacerlo.

FP: Los países en vías
de desarrollo se han quejado de que los subsidios agrícolas estadounidenses
son injustos para los agricultores de los países pobres, ¿desea
eliminarlos?

CM: Sí y no. Me preocupa la situación de nuestros
pequeños agricultores y creo que se les debería ayudar en los
años malos (no todos los años). No creo que el negocio agrícola
deba recibir esos grandes subsidios año tras año. De rebajarlos,
posiblemente se reducirían los problemas de los agricultores en otros
países.

Las notas de Bush

FP: Haciendo balance, ¿qué
nota le pondría al presidente Bush en política exterior?

CM: Aproximadamente, un aprobado alto. Ha habido momentos tras
el 11-S y durante la guerra de Irak en que le hubiera puntuado mejor, tal vez
un notable.

FP: ¿Y en la lucha contra el
terrorismo?

CM: Mejor nota, incluso un notable alto.

FP: ¿Y en el tema de Sadam
Husein e Irak?

CM: Durante la guerra lo veía mejor, pero ahora diría
que le doy un aprobado.

FP: ¿Confía en que el
presidente manejaría bien una crisis internacional en términos
generales?

CM: A grandes rasgos, sí. Pero cada vez estoy más
intranquilo. En general, en política exterior confío un poco más
en los republicanos. Si pienso en cómo lleva Bush la guerra contra el
terrorismo, me inclino más hacia él que hacia el candidato demócrata,
John Kerry. Pero en política nacional confío más en Kerry.

FP: ¿Piensa que Bush es honrado?

CM: En general, sí, pero últimamente ya no estoy
tan seguro. A veces dudo de lo que dice. El asunto de Irak y las armas de destrucción
masiva me ha hecho cuestionarme algunas cosas.

FP: ¿Cómo resumiría
sus sentimientos hacia él?

CM: Contradictorios. Me parece un líder fuerte, pero
debería estar más dispuesto a colaborar con otros países
y no actuar siempre como el gallo del corral.

FP: Parece como si le estuviera dando
un insuficiente en "sabe jugar con los demás niños".

CM: Sí, un presidente debería hacerlo bien, especialmente
si es el niño más fuerte del patio. Eso no quiere decir que sus
rasgos de carácter no resulten útiles cuando las cosas se ponen
feas. Pero me gustaría que pudiera combinar ambas cualidades.

FP: ¿Es eso lo que desea para
el próximo noviembre? CM: Me imagino que sí.
Aunque aún no me he decidido, sé lo que quiero.

¿Algo más?
En ‘Americans and the World Digest’, disponible
en la página web del Programa de Actitudes Políticas Internacionales
de la Universidad de Maryland, que dirige Steven Kull, pueden consultarse
análisis actualizados de encuestas sobre política exterior. Para
otros estudios de opinión pública sobre cuestiones internacionales,
véanse los estudios del Centro Pew de Investigación para la Población
y la Prensa, en particular su texto Views of a Changing World
(Centro Pew, Washington, junio de 2003). La página de Polling Report
(www. pollingreport.com) también ofrece resultados de encuestas
nacionales y por Estados sobre la opinión pública estadounidense.Para consultar encuestas actualizadas sobre la influencia de la
situación en Irak sobre las preferencias del votante estadounidense
en las próximas elecciones de noviembre, consulte la página web
de The Gallup Organization (www.gallup.com). El último estudio sobre
política internacional se realizó en febrero de 2003 y es una completa
radiografía de la opinión de los ciudadanos de EE UU tras el 11-S
y las guerras de Afganistán e Irak (2003 World Affairs Survey,
Princeton, NJ, 2003).

La obra clásica de Benjamin I. Page y Robert B. Shapiro, The
Rational Public: Fifty Years of Trends in Americans’ Policy Preferences

(University of Chicago Press, Chicago, 1992), destaca lo sensato
de las actitudes de la población estadounidense. Otras obras más
recientes sobre el tema son Projections of Power: Framing News,
Public Opinion and U.S. Foreign Policy
, de Robert M. Entman
(University of Chicago Press, Chicago, 2004) o The Impact of
Public Opinion on U.S. Foreign Policy Since Vietnam: Constraining
the Colossus,
de Richard Sobel (Oxford University Press, N.
York, 2001).

Vicente Verdú analiza la sociedad estadounidense y su sistema político
en El planeta americano (Anagrama, Barcelona, 2003). Visiones
más transgresoras de la actualidad política de Estados Unidos son
las de Michael Moore en su libro Estúpidos hombres blancos
(Ediciones B, Barcelona, 2003) y la de Sheldon Rampton y John-Stauber
en Weapons of Mass Deception: The Uses of Propaganda in Bush’s
War on Iraq
(J. P. Tarcher, Universal City, California, 2003),
en la que analizan la campaña de relaciones públicas de la Administración
Bush para convencer a la opinión pública de la necesidad de la guerra
de Irak.

 

 

Dada la inestabilidad en Irak, la alerta desatada en Europa
por el 11-M y el descontento general de los países musulmanes por la forma en
que Bush conduce la guerra contra el terrorismo, saber qué opinan realmente
los ciudadanos de Estados Unidos sobre la convulsa realidad internacional y
qué esperan de su próximo presidente, que elegirán en noviembre, es crucial
para el mundo entero. He aquí una
entrevista con el pueblo estadounidense
cuyas respuestas representan las posturas mayoritarias expresadas en recientes
sondeos.
| Steven Kull

Ilusión pasajera: la captura de Sadam no tranquilizó a los estadounidenses.
Ilusión pasajera: la captura
de Sadam no tranquilizó a los estadounidenses.

FOREIGN POLICY: ¿Qué
le parece que EE UU entrara en guerra con Irak?
El ciudadano medio: Es difícil de decir. Cuando el presidente George
W. Bush dijo que Sadam Husein estaba fabricando armas de destrucción
masiva y podría ponerlas en manos de los terroristas, me resultó
bastante convincente. Así que estuve totalmente de acuerdo en intentar
entrar en Irak para averiguar si Sadam tenía esas armas y quitárselas
de inmediato en el caso de que las tuviera.

FP: Entonces, ¿pensó
que era necesario actuar inmediatamente?

CM: No exactamente. Pensé que podíamos tomarnos
un tiempo para conseguir el respaldo de Naciones Unidas. Además, había
muchas otras cosas de las que preocuparse, como Al Qaeda. Y cuando los inspectores
de la ONU fueron a Irak me pareció que debíamos darles una oportunidad.
Aunque evidentemente no era tan optimista como para pensar que encontrarían
las armas, teníamos a Sadam bajo control, así que me parecía
mejor seguir intentando hallar algún tipo de consenso en Naciones Unidas.

FP: ¿Por qué
era tan importante conseguir el respaldo de la ONU?

CM: Pensé que no debíamos entrar solos en esta
guerra. Estados Unidos suele desempeñar el papel de policía más
de lo que debería. Y no tengo del todo claro que tuviéramos derecho
a entrar y derrocar un Gobierno, aunque éste intentara fabricar armas
nucleares.

FP: ¿Naciones Unidas tiene derecho a intervenir en estos casos?

CM: Sí, desde luego.

FP: ¿Y si un país supusiera un peligro inminente para EE UU? ¿Justifica
eso una acción unilateral?

CM: Bueno, sí; es decir, si fuera en defensa propia y estuvieran a punto
de atacarnos. Pero debería estar muy claro.

FP: ¿Creyó que Irak suponía una amenaza inmediata?

CM: Probablemente, no.

FP: ¿Pensó que la Administración Bush exageró intencionadamente
las pruebas para fabricar el apoyo a la guerra?

CM: Sí, aunque me parece que realmente creyeron que Irak tenía
armas de destrucción masiva. Pero posiblemente Bush estaba ya decidido
a atacar a Sadam y no le importaba tanto que fuera cierto o no. Creo que Bush
hubiera ido a la guerra aunque la CIA le hubiera dicho que Irak no tenía
armas de destrucción masiva ni relación con Al Qaeda.

FP: ¿Qué piensa sobre el argumento de que la guerra estaba justificada
porque Sadam era un dictador que no respetaba los derechos del pueblo iraquí?

CM: No creo que Estados Unidos tenga derecho a hacer ese tipo de cosas. Necesitamos
la aprobación de la ONU, a no ser que se trate de algo realmente extremo
y a gran escala, como un genocidio.

FP: ¿Cree que lo que hacía Sadam Husein llegaba a ese extremo?

CM: Bueno… era terrible, pero no, no era un genocidio. Posiblemente ahora
mismo hay en el mundo otros regímenes tan malos como ése.

FP: Entonces, ¿fue un error emprender esa guerra?

CM: No. Creo que es probable que Sadam tuviera armas de destrucción masiva,
y me parece que es posible que colaborara con Al Qaeda. Además, aunque
no sea la única amenaza para EE UU, es mejor para la seguridad estadounidense
que ya no esté. En conjunto, era un tipo realmente malo. Así que,
no, no fue un error.

FP: Entonces, ¿fue una buena decisión?

CM: Bueno… más o menos. No sé si fue la mejor. Tal vez si nos
hubiéramos concedido más tiempo y hubiéramos conseguido
involucrar a más países a través de la ONU, no cargaríamos
ahora con el grueso del problema. La guerra fue fácil, pero la ocupación
está siendo dura. Tampoco me gustó que Bush pidiera 87.000 millones
de dólares (unos 82,5 millones de euros) para Irak. Y todas esas bajas…

FP: ¿Le gustaría que se retiraran las tropas de EE UU?

CM: ¡No! No podemos hacer eso. Fuera una buena idea o no entrar en Irak,
debemos seguir el rumbo.

FP: ¿Qué le pareció la captura de Sadam?

CM: Fue algo estupendo. Me dio más seguridad sobre el modo en que Bush
está manejando la situación en Irak. Aunque su detención
no me hizo sentir más seguro.

FP: Y ahora, ¿qué desea?

CM: Me gustaría poner este asunto bajo mandato de la ONU. Que Estados
Unidos deje la primera línea del frente y deje de ser atacado a diario.

FP: Pero ¿y si eso significa que EE UU tenga que permitir que otros países
participen en la toma de decisiones fundamentales?

CM: ¿Y qué?

FP: Entonces no está descontento con Naciones Unidas, a pesar de que
el Consejo de Seguridad no respaldó a Estados Unidos en la guerra contra
Irak.

CM: Me decepcionó que no alcanzáramos un consenso. Pero sin ningún
género de duda, no doy por perdida a Naciones Unidas. Sólo quiero
que funcione mejor. De hecho, me gustaría que hiciera más cosas.
No podemos aislarnos del mundo y no quiero que Estados Unidos tenga tanta responsabilidad
a la hora de mantener el orden. ¿Acaso hay otra opción?


Atajar el terrorismo

FP: Hablemos ahora de la guerra contra el terrorismo y de Al Qaeda.

CM: Sí, son más importantes que Irak.

FP: ¿Cómo cree que está conduciendo Bush la guerra contra
el terrorismo?

CM: Bastante bien. Es un líder fuerte y parece estar firmemente decidido.
Inmediatamente después de los atentados del 11-S pensé que lo
estaba haciendo muy bien. Ahora ya no estoy tan ilusionado, pero sigue actuando
bien.

FP: ¿Qué le pareció la guerra contra los talibanes en Afganistán?

CM: Estaba clarísima. Nos habían atacado, teníamos que
perseguir a Al Qaeda. Y además, estábamos respaldados por la ONU
y por muchos otros países.

FP: Así pues, ¿fue un éxito?

CM: Bueno, aún no hemos capturado a Bin Laden.

FP: En general, ¿se siente usted más seguro como resultado de
los avances del Gobierno en la guerra contra el terrorismo?

CM: No puedo afirmarlo tajantemente. Tal vez un poco más.

FP: ¿El hecho de que no haya habido más atentados en territorio
estadounidense desde el 11-S quiere decir que los esfuerzos de la Administración
Bush han dado resultado?

CM: No del todo.

FP: ¿Cree que el enfoque de Bush es globalmente adecuado?

CM: Creo que posiblemente necesite usar más la diplomacia. No me malinterprete,
sé que no es un juego de niños. Deberíamos intentar localizar
a los terroristas. Y, si lo conseguimos, habría que matarlos. Pero pienso
que, en general, Bush tiende a ser más asertivo que cooperativo.

FP: ¿Cree que la mayoría del mundo musulmán comparte los
sentimientos de Al Qaeda sobre EE UU?

CM: Sí, la mayoría alberga en alguna medida esos sentimientos
negativos hacia Estados Unidos, y eso facilita a Al Qaeda el reclutamiento de
nuevos miembros. Aunque no considero que haya una mayoría de musulmanes
que apruebe sus métodos terroristas.

FP: ¿Le agrada la idea de Bush de promover la democracia en Oriente Medio?

CM: La democracia es buena, y sería estupendo que se extendiera más.
Pero no estoy seguro de que debamos intentar imponerla. Creo que, en general,
a los habitantes de Oriente Medio les gustaría que desempeñáramos
un papel menos dominante, y estoy de acuerdo.

FP: ¿Y las fuerzas militares estadounidenses en Oriente Medio son importantes
para combatir el terrorismo?

CM: En realidad, creo que incrementan la probabilidad de sufrir ataques terroristas.

Miedo en casa

FP: Hablemos ahora del frente interno en la lucha contra el terrorismo. ¿Qué
opina sobre la creación del Departamento de Seguridad de la Patria (Department
of Homeland Security)?

CM: Imagino que está funcionando bien, pero no estoy seguro de que apostar
tanto por un único organismo aporte algo o si sólo crea más
burocracia.

FP: Poco después de los ataques terroristas, el Congreso estadounidense
aprobó una nueva ley, llamada Ley Patriótica, que elimina ciertas
trabas a la capacidad del Gobierno para investigar y detener a las personas.
¿Entiende bien esa ley?

CM: No mucho.

FP: Por lo que sabe, ¿diría
no obstante que es buena en general?

CM: Básicamente, sí.

FP: ¿Considera necesario que los ciudadanos estén dispuestos a
entregar parte de sus libertades civiles para combatir el terrorismo con más
eficacia?

CM: Justo después del 11-S, tal vez lo consideráramos así,
pero ahora me inclino más a pensar que no es necesario. Yo, desde luego,
no estoy dispuesto a dar carta blanca al Gobierno. Las libertades civiles son
importantes para mí, incluso si hablamos de terrorismo.

FP: ¿Cree que el Gobierno ha comprometido demasiado las libertades civiles?

CM: No. Pero me preocuparía que lo hiciera.

FP: ¿Sabía que se ha detenido a ciudadanos de EE UU sospechosos
de pertenecer a un grupo terrorista?

CM: Sí.

FP: En esos casos, ¿deberían
los sospechosos tener derecho a un abogado?

CM: Por supuesto.

FP: ¿Y le parece que lo tienen?

CM: Claro que sí. ¿No es así?


COREA del norte, nuclear

FP: ¿Le preocupa el programa
nuclear de Corea del Norte?

CM: Sí. Corea del Norte es el país que supone
una mayor amenaza para nosotros.

FP: ¿Cree que ver cómo
Estados Unidos derrocaba a Sadam Husein ha hecho vacilar a Corea?

CM: No, probablemente les ha motivado aún más
a construir bombas nucleares. Saben que Estados Unidos nunca ha atacado a un
país que tenga ese tipo de armas.

FP: ¿Qué opina de emplear
de forma limitada la fuerza militar, como, por ejemplo, bombardeando sus instalaciones
nucleares?

CM: No estoy de acuerdo. Además, no estoy seguro de
que tengamos derecho a hacerlo.

FP: ¿Y derrocar a su Gobierno?

CM: En absoluto.

FP: ¿Qué opina del modo
en que Estados Unidos ha abordado el problema con Corea del Norte?

CM: Deberíamos adoptar una orientación más
diplomática en vez de intentar intimidarles insinuando que podríamos
atacarles. ¿No fue sobre todo el miedo a que lo hiciéramos lo
que les enfadó?

FP: ¿Quiere decir que la Administración
Bush no está haciendo todo lo que podría hacer para alcanzar una
solución diplomática?
CM: Tal vez podría hacer más.

FP: Hay quienes opinan que entablar
un diálogo no sería sino un intento de revivir el fallido acuerdo
de 1994, según el cual, a cambio de ayuda, Corea del Norte se comprometía
a frenar su programa de armamento nuclear y permitir la entrada de inspectores.

CM: (Encogiéndose de hombros) Sigo creyendo que debemos
intentar hacer que vuelvan al buen camino. No tenemos la opción de entablar
una guerra, así que, ¿qué otra cosa se puede hacer?

FP: Pero fue Corea del Norte la que
rompió el acuerdo al reanudar su programa de armamento nuclear. Hay quien
piensa que dialogar con Corea sería aceptar un chantaje.

CM: No me parece un argumento muy convincente. Creo que la
diplomacia ofrece mejores expectativas.

FP: ¿Qué hacer si ese
enfoque no funciona?

CM: Bueno. Tal vez entonces tendríamos que adoptar algunas
medidas militares… No estoy muy seguro. Y si Corea del Sur no quiere que lo
hagamos, yo sencillamente no me siento dispuesto a que nos lancemos. Al fin
y al cabo, ellos se llevarían la peor parte en una guerra.

FP: Pero, si Estados Unidos atacara
Corea del Norte, ¿usted lo apoyaría?

CM: Bueno… creo que, en general, hay que respaldar al comandante
en jefe aunque no se esté de acuerdo. Pero si fuera una operación
de la ONU, entonces sí que estaría plenamente de acuerdo.

FP: ¿Apoyaría el establecimiento
de relaciones diplomáticas con Corea del Norte?

CM: Naturalmente. ¿No las tenemos ya?

FP: ¿Apoyaría un acuerdo
por el cual Estados Unidos declarara que no va a atacar Corea del Norte si ésta
abandona su programa de armamento nuclear?

CM: Claro. ¿Por qué no?

FP: ¿Piensa que un acuerdo
así evitaría las aspiraciones de Corea del Norte a tener armas
nucleares?

CM: No lo sé. Pero ¿por qué no intentarlo?

FP: ¿Y si suspendiéramos
la ayuda alimentaria para aumentar la presión sobre ellos?

CM: No, no creo que, cuando hay norcoreanos pasando hambre,
debamos usar la comida como arma política. No tienen la culpa de lo que
haga su Gobierno.

FP: ¿Y ofrecer ayuda a cambio
de que Corea del Norte frene su programa de armamento nuclear?

CM: Eso sí lo apoyaría. Creo que es bastante
probable que la verdadera razón de lo que están haciendo sea intentar
conseguir más ayuda.

FP: Entonces, ¿cree que ofrecerles
ayuda les frenaría?

CM: No, no del todo.

FP: ¿Cree que esa ayuda realmente
llegará a quienes la necesitan?

CM: No del todo. Aun así, deberíamos hacerlo.

Con amigos así…

FP: ¿Qué países
considera que son los mejores amigos de Estados Unidos?

CM: Me parece que, en general, los más cercanos son
los países anglohablantes, como Gran Bretaña –le tengo especial
simpatía al primer ministro Tony Blair–, Canadá o Australia.
En segundo lugar estarían Japón y algunos países europeos.

FP: ¿Y Francia y Alemania,
en vista de lo que sucedió con la guerra de Irak?

CM: Es un asunto que ya se me está olvidando… aunque
no del todo, sobre todo con respecto a Francia.

FP: ¿Cómo ve las relaciones
con Rusia?

CM: Parecen bastante amistosas, aunque Rusia no es realmente
nuestro aliado. Tengo la impresión de que no nos ha apoyado lo bastante
en la guerra contra el terrorismo.

FP: ¿Y con China?

CM: Mis sentimientos con respecto a China son algo más
distantes, aunque nuestra relación me parece razonablemente cordial.
Me preocupa que China pueda hacernos perder puestos de trabajo.

FP: ¿Y Arabia Saudí,
qué le parece?

CM: No confío en ellos. Y está claro que no han
hecho lo suficiente en la guerra contra el terrorismo. Los considero más
parte del problema que de la solución.

FP: ¿Cree que Estados Unidos
debería presionar a países como Arabia Saudí para que se
democratizaran?
CM: No lo creo.

FP: ¿Considera a Arabia Saudí
un enemigo?

CM: No, pero tampoco somos aliados. Ni siquiera estoy seguro
de que seamos realmente amigos. Les he ido perdiendo el respeto. Parecen arrogantes
y hostiles.

¡VIVA el libre comercio!

FP: ¿Qué opina de la
globalización y el comercio internacional?

CM: En principio, estoy a favor del comercio en sí.
Pero no creo que el Gobierno estadounidense haya hecho lo suficiente para evitar
que los trabajadorespierdan sus empleos por culpa del comercio. Y no me agrada
la idea de que estemos comprando productos hechos en países donde se
explota a los trabajadores: les perjudica a ellos y presiona a la baja los salarios
de nuestros trabajadores. También me preocupa que nuestras empresas se
trasladen a otros países para evitar la legislación ambiental.
Deberíamos garantizar que no ocurra.

FP: Hay economistas que temen que
ese intervencionismo estatal pueda retrasar el crecimiento del comercio.

CM: (Finge espanto) ¡Dios no lo quiera! No hay mucho
problema en que se ralentice un poco. En la vida hay cosas más importantes
que el comercio.

FP: ¿Y qué le gustaría
que se hiciera?

CM: Sobre todo hay que ayudar a los trabajadores estadounidenses,
y apenas veo que se haga. Últimamente las cosas han ido bastante mal
y no han recibido mucha ayuda. Hace unos años era más optimista
y pensaba que, con tiempo y esfuerzo, los trabajadores se recuperarían,
pero ya no lo tengo tan claro. Por eso resulta tentador aumentar los aranceles,
aunque no creo que sea la mejor forma de afrontar el problema.

FP: ¿Qué opina de que
Estados Unidos esté negociando nuevos acuerdos comerciales?

CM: Cuando firmamos un acuerdo comercial
para aumentar nuestro comercio con otros países deberíamos exigirles,
como parte del acuerdo, que no exploten a sus trabajadores ni dañen el
medio ambiente. Aunque pueda parecer que nos metemos donde no nos llaman, todo
está cada vez más interconectado, y hay que hacerlo.

FP: ¿Qué opina de la
actuación del presidente con respecto a los aranceles del acero?

CM: Bueno… aprobé que los aumentara, pero creo que
hizo bien al reducirlos cuando la Organización Mundial del Comercio dijo
que debía hacerlo.

FP: Los países en vías
de desarrollo se han quejado de que los subsidios agrícolas estadounidenses
son injustos para los agricultores de los países pobres, ¿desea
eliminarlos?

CM: Sí y no. Me preocupa la situación de nuestros
pequeños agricultores y creo que se les debería ayudar en los
años malos (no todos los años). No creo que el negocio agrícola
deba recibir esos grandes subsidios año tras año. De rebajarlos,
posiblemente se reducirían los problemas de los agricultores en otros
países.

Las notas de bush

FP: Haciendo balance, ¿qué
nota le pondría al presidente Bush en política exterior?

CM: Aproximadamente, un aprobado alto. Ha habido momentos tras
el 11-S y durante la guerra de Irak en que le hubiera puntuado mejor, tal vez
un notable.

FP: ¿Y en la lucha contra el
terrorismo?

CM: Mejor nota, incluso un notable alto.

FP: ¿Y en el tema de Sadam
Husein e Irak?

CM: Durante la guerra lo veía mejor, pero ahora diría
que le doy un aprobado.

FP: ¿Confía en que el
presidente manejaría bien una crisis internacional en términos
generales?

CM: A grandes rasgos, sí. Pero cada vez estoy más
intranquilo. En general, en política exterior confío un poco más
en los republicanos. Si pienso en cómo lleva Bush la guerra contra el
terrorismo, me inclino más hacia él que hacia el candidato demócrata,
John Kerry. Pero en política nacional confío más en Kerry.

FP: ¿Piensa que Bush es honrado?

CM: En general, sí, pero últimamente ya no estoy
tan seguro. A veces dudo de lo que dice. El asunto de Irak y las armas de destrucción
masiva me ha hecho cuestionarme algunas cosas.

FP: ¿Cómo resumiría
sus sentimientos hacia él?

CM: Contradictorios. Me parece un líder fuerte, pero
debería estar más dispuesto a colaborar con otros países
y no actuar siempre como el gallo del corral.

FP: Parece como si le estuviera dando
un insuficiente en "sabe jugar con los demás niños".

CM: Sí, un presidente debería hacerlo bien, especialmente
si es el niño más fuerte del patio. Eso no quiere decir que sus
rasgos de carácter no resulten útiles cuando las cosas se ponen
feas. Pero me gustaría que pudiera combinar ambas cualidades.

FP: ¿Es eso lo que desea para
el próximo noviembre? CM: Me imagino que sí.
Aunque aún no me he decidido, sé lo que quiero.

¿Algo más?
En ‘Americans and the World Digest’, disponible
en la página web del Programa de Actitudes Políticas Internacionales
de la Universidad de Maryland, que dirige Steven Kull, pueden consultarse
análisis actualizados de encuestas sobre política exterior. Para
otros estudios de opinión pública sobre cuestiones internacionales,
véanse los estudios del Centro Pew de Investigación para la Población
y la Prensa, en particular su texto Views of a Changing World
(Centro Pew, Washington, junio de 2003). La página de Polling Report
(www. pollingreport.com) también ofrece resultados de encuestas
nacionales y por Estados sobre la opinión pública estadounidense.Para consultar encuestas actualizadas sobre la influencia de la
situación en Irak sobre las preferencias del votante estadounidense
en las próximas elecciones de noviembre, consulte la página web
de The Gallup Organization (www.gallup.com). El último estudio sobre
política internacional se realizó en febrero de 2003 y es una completa
radiografía de la opinión de los ciudadanos de EE UU tras el 11-S
y las guerras de Afganistán e Irak (2003 World Affairs Survey,
Princeton, NJ, 2003).

La obra clásica de Benjamin I. Page y Robert B. Shapiro, The
Rational Public: Fifty Years of Trends in Americans’ Policy Preferences

(University of Chicago Press, Chicago, 1992), destaca lo sensato
de las actitudes de la población estadounidense. Otras obras más
recientes sobre el tema son Projections of Power: Framing News,
Public Opinion and U.S. Foreign Policy
, de Robert M. Entman
(University of Chicago Press, Chicago, 2004) o The Impact of
Public Opinion on U.S. Foreign Policy Since Vietnam: Constraining
the Colossus,
de Richard Sobel (Oxford University Press, N.
York, 2001).

Vicente Verdú analiza la sociedad estadounidense y su sistema político
en El planeta americano (Anagrama, Barcelona, 2003). Visiones
más transgresoras de la actualidad política de Estados Unidos son
las de Michael Moore en su libro Estúpidos hombres blancos
(Ediciones B, Barcelona, 2003) y la de Sheldon Rampton y John-Stauber
en Weapons of Mass Deception: The Uses of Propaganda in Bush’s
War on Iraq
(J. P. Tarcher, Universal City, California, 2003),
en la que analizan la campaña de relaciones públicas de la Administración
Bush para convencer a la opinión pública de la necesidad de la guerra
de Irak.

 

 

Steven Kull es investigador en Opinión
Pública de la Universidad de Maryland y coautor de Misreading the Public:
The Myth of a New Isolationism (Malinterpretar al público: el mito del
nuevo aislacionismo) (Brookings, Washington, 1999).