Sé que, tras haber presentado mi aportación a su concurso sobre
Cuba, se puede interpretar lo aquí expuesto como espíritu de
revanchismo pero, con toda honestidad, el memorándum que han publicado
(junio/julio, 2005) es lamentable (…).

Que un ciudadano de Guatemala pueda dirigirse por escrito al presidente del
Gobierno de España para aleccionarle sobre cómo hemos de conducir
nuestras relaciones con Cuba tendrá el mismo mérito ético
que el de un ciudadano español aleccionando por escrito a Fidel Castro
sobre cómo debe dirigir su política hacia, por ejemplo, Venezuela
(…) El señor Moscoso tiene que saber que, pese a sus deficiencias,
Cuba ha ofrecido y ofrece un modelo social incomparablemente más favorable
para la mayoría de su población al existente en [Guatemala] (…)
Resulta sensato compararlo no sólo con otros países "del
Caribe", como afirma Moscoso, sino también con otros latinoamericanos,
como Panamá, Ecuador, El Salvador, Honduras, Bolivia, Perú o
Nicaragua (…).

El autor sugiere que España promueva (…) "la ética de

las inversiones" y que seamos un "valioso socio estratégico" (…) ¿Qué significa
esto? (…) ¿Tenemos acaso el derecho de imponer condiciones especiales
a Cuba para que nuestras empresas hagan dinero allí? (…) Ya que el
autor no aporta evidencia o argumentación racional (…) no cabe entender
lo que él interpreta por "la ética de las inversiones".

 

(…) Por lo que se refiere a "potenciar la disidencia interna en Cuba",

EE UU lleva encargándose de eso con esmerada dedicación desde
1961, una vez fracasado su intento de invasión (…) Los cubanos que
se opongan al régimen en Cuba estarán en su pleno derecho de
reivindicar sus ideas en España y a ser atendidos y escuchados, como
ya lo son algunos (…) Por el mismo criterio, deberíamos escuchar y
galardonar, por ejemplo, a los luchadores por los derechos humanos de los niños
guatemaltecos, como Bruce Harris, juzgado el año pasado por difamación
en Guatemala. O, de la misma forma, quizá habría que "potenciar
la disidencia interna" en Colombia, país al que llevamos años
suministrando armamento y que posee, con diferencia, el peor registro de derechos
humanos del hemisferio, como confirman numerosas publicaciones de Human Rights
Watch, Amnistía Internacional o Justicia y Paz.

 

    • Daniel Mielgo Bregazzi
      Navalagamella
      Madrid