¿Ley inexacta?
Sobre la primera ley de la petropolítica enunciada por Thomas Friedman
(junio/julio 2006) cabría hacer algunas matizaciones. En mi opinión,
debería enunciarse de otra manera: los países cuyos territorios
son ricos en hidrocarburos tienden hacia regímenes autocráticos,
siempre y cuando sus economías sean monoproductoras y monoexportadoras.
La diferencia entre un enunciado y otro es significativa. En el de Friedman
es que el precio del petróleo es el que posibilita o impide la democracia;
en el mío, el hecho mismo de ser un territorio rico en hidrocarburos. ¿Por
qué esta distinción? Porque, según el primero, lo relevante
para democratizar estos países es si sube o baja el precio del petróleo,
mientras que para el segundo es si los hidrocarburos posibilitan que exista
una estructura político-económico-institucional adecuada para
el desarrollo democrático. En mi opinión, en el caso de los países
ricos en hidrocarburos, monoproductores y exportadores, con independencia del
precio, esta estructura no existe. Ello se debe a que en este caso sólo
existe una fuente de excedente (los hidrocarburos) y a que quien lo genera
internamente es una escasa franja de la población (los factores de producción
nacionales vinculados al sector de los hidrocarburos); mientras que el resto
se nutre de unos ingresos —renta— que provienen del exterior (las
divisas obtenidas con la venta del crudo o gas natural). Pueden darse dos casos:
a) Países ricos en hidrocarburos, monoexportadores y monoproductores,
en los que existe un contrato social que funciona en sentido inverso al de
los Estados modernos democráticos: de la definición de ciudadano
como aquel que paga impuestos en función de las rentas...