Dictadores malvados y chiflados varios.  

 

Con un continente de por medio, muchos africanos como yo nos alegramos esta primavera cuando, en Kirguizistán, una coalición de grupos de oposición derrocó al dictador, el presidente Kurmanbek Bakiev. “Un loco menos, ¡ya sólo quedan 39!”, gritamos. En el mundo, hoy, existen al menos 40 dictadores, y aproximadamente 1.900 millones de personas viven bajo la opresión de los 23 autócratas que figuran en esta lista. Hay muchos mal de la cabeza por ahí.

Los costes de todo ese despotismo son inconcebibles. Se han perdido millones de vidas, muchas economías se han derrumbado y Estados enteros se han venido abajo por la represión brutal. Y lo peor es que el mundo niega la evidencia. Se suponía que el final de la guerra fría debía ser también el fin de la historia, cuando la democracia invadiera el mundo y la represión se extinguiera como los dinosaurios. Sin embargo, Freedom House informa de que sólo el 60% de los países del mundo son democráticos; una cifra mucho más alta que el 28% de 1950, pero sólo ligeramente por encima de la mayoría. Y muchas de esas democracias no lo son de verdad, sino que están gobernadas por déspotas disfrazados mientras el mundo da por sentada su libertad. En cuanto al resto, están abandonados a su suerte.

Aunque todos los dictadores son malos, existe un aspecto perverso del despotismo que me mortifica y me indigna por encima de todo lo demás: la inquietante frecuencia con que muchos déspotas, como en Kirguizistán, comenzaron su carrera como combatientes de la libertad que, en teoría, iban a liberar a su pueblo. En 2005, Bakiev encabezó la llamada “Revolución de los tulipanes” para derrocar al dictador anterior. Los africanos estamos tan familiarizados con este fenómeno que tenemos un dicho: “Luchamos mucho para apartar a una cucaracha del poder, y llega la siguiente rata para hacer lo mismo. ¡Haba! ¡Mierda!”.

A estos revolucionarios convertidos en tiranos los llamo “libertadores cocodrilo”, y los junto con otros magníficos especímenes: los socialistas con banco en Suiza que obligan a la gente a pagar las pérdidas económicas mientras almacenan sus ganancias personales en el extranjero, los revolucionarios de pacotilla que traicionan los ideales que les llevaron al poder y los bandoleros de guante blanco que se limitan a robar y a saquear. He aquí mi lista de los peores dictadores del mundo. Los he clasificado basándome en sus innobles habilidades para la perfidia, la traición cultural y la destrucción económica. Si este relato de sus maldades les hace estremecerse, imagínense lo que es vivir bajo su yugo.

 

KIM JONG IL, de Corea del Norte: un aislacionista que fomenta el culto a la personalidad y es aficionado al coñac francés, ha empobrecido a su pueblo, ha consentido que la hambruna se extendiera y ha encarcelado a cientos de miles de personas (hasta unas 200.000), al mismo tiempo que gasta los valiosos y escasos recursos del país en un programa nuclear. AÑOS EN EL PODER: 16

ROBERT MUGABE, de Zimbabue: héroe de la independencia convertido en un déspota asesino; ha detenido y torturado a la oposición, ha exprimido su economía hasta alcanzar un asombroso crecimiento negativo y una inflación de miles de millones por ciento, y se ha quedado con una jugosa porción, manipulando la divisa y las cuentas en paraísos fiscales. AÑOS EN EL PODER: 30

THAN SHWE, de Birmania: loco militar cuya única obsesión es el poder, ha diezmado a la oposición con arrestos y detenciones, negó ayuda humanitaria a su pueblo tras el devastador ciclón Nargis en 2008 y se ha enriquecido con el mercado negro de exportaciones de gas natural. este general vanidoso y arrogante, que viste un uniforme repleto de condecoraciones que él mismo se ha concedido, es demasiado cobarde como para enfrentarse a unas elecciones honradas. AÑOS EN EL PODER: 18

OMAR HASSAN AL BASHIR, de Sudán: Bashir, un fanático megalómano que ha aplastado a toda la oposición, es responsable de la muerte de millones de sudaneses, y la Corte Penal internacional le ha procesado por crímenes de guerra. las milicias árabes de Bashir, las janjaweed, han interrumpido sus matanzas en Darfur, pero mantienen el tráfico de esclavos negros sudaneses (el propio Bashir está acusado de haber tenido varios en algún momento). AÑOS EN EL PODER: 21

GURBANGULY BERDIMUHAMEDOV, de Turkmenistán: este oscuro dentista, que sucedió al excéntrico tirano Saparmurat Niyazov (quien llegó a cambiar los nombres de los meses del año para ponerles el suyo y los de sus familiares), ha mantenido las políticas represivas de su difunto predecesor, diciendo que tiene “un parecido extraordinario con él”. AÑOS EN EL PODER: 4

ISAIAS AFWERKI, de Eritrea: libertador cocodrilo que ha convertido su país en una prisión nacional en la que se cierran los medios de comunicación independientes, se rechazan las elecciones, el servicio militar indefinido es obligatorio y el Gobierno apoya a los militantes somalíes antes que a su pueblo. AÑOS EN EL PODER: 17

ISLAM KARIMOV, de Uzbekistán: matón despiadado que gobierna desde el periodo soviético; ha prohibido los partidos de oposición, ha llegado a tener 6.500 presos políticos y califica a cualquiera que se le oponga de “terrorista islámico”. ¿Y qué hace con los terroristas cuando los tiene en su poder? Torturarlos: su régimen se hizo famoso por matar a dos personas en agua hirviendo y torturar a muchas otras. Las tropas del presidente mataron en 2005 a cientos de manifestantes pacíficos después de una rebelión en Andiyán. AÑOS EN EL PODER: 20

MAHMUD AHMADINEYAD, de Irán: inflamatorio, obstinado y traidor a la filosofía de liberación de la revolución islámica, ha llevado adelante un programa nuclear desafiando a occidente. Su última barbaridad consistió en ordenar que sus esbirros paramilitares, las milicias basiij, reprimieran con violencia a los manifestantes tras las controvertidas elecciones presidenciales de junio de 2009, que muchos están convencidos de que perdió. AÑOS EN EL PODER: 5

MELES ZENAWI, de Etiopía: es peor que el dictador marxista al que derrocó hace casi dos décadas. Ha reprimido a la oposición y ha manipulado elecciones. Como corresponde a un auténtico revolucionario marxista, almacena millones en bancos extranjeros y, según la oposición, ha adquirido mansiones en Maryland y en Londres, mientras su régimen brutal obtiene nada menos que 1.000 millones de dólares de ayuda exterior cada año. AÑOS EN EL PODER: 19

HU JINTAO, de China: déspota camaleónico que atrae a los inversores extranjeros con una sonrisa y una reverencia y, al tiempo, aplasta las discrepancias políticas, controla Tíbet y ahora se dedica a buscar nuevas colonias en África para extraer de ellas los recursos naturales que necesita su economía, en pleno crecimiento. AÑOS EN EL PODER: 7

MUAMAR GADDAFI, de Libia: egoísta excéntrico, famoso por sus discursos extravagantes e indescifrables y su política errática, dirige un estado policial basado en su versión del libro rojo de Mao: el libro Verde. Represivo en su país, Gaddafi se comporta como el rey de reyes de África en el extranjero (la unión africana tuvo que insistirle educadamente en que dimitiera como presidente de turno). AÑOS EN EL PODER: 41

BACHAR EL ASSAD, de Siria: déspota pretencioso que trata de ocupar el hueco de su padre (no da la talla), Assad ha despilfarrado miles de millones en aventuras en países como Líbano e Irak, y se ha olvidado de las necesidades de su población. Su enorme aparato de seguridad garantiza que la gente no se queje. AÑOS EN EL PODER: 10

IDRISS DÉBY, de Chad: tras encabezar la rebelión contra el antiguo dictador, Déby se enfrenta hoy a un reto similar, por parte de uno de sus propios ex ministros, entre otros. Para rechazar un posible golpe, Déby ha exprimido las cuentas del estado para equipar al ejército, ha cooptado a los enemigos del líder de la oposición y construye un foso en torno a la capital, Yamena. AÑOS EN EL PODER: 20

TEODORO OBIANG NGUEMA, de Guinea Ecuatorial: Obiang y su familia son dueños de la economía, tras haber amasado una fortuna superior a los 600 millones de dólares mientras la población vive en una pobreza extrema. la extraordinaria riqueza petrolífera del país hace que su PIB esté al nivel del de muchos estados europeos. Pero los ingresos son “secreto de estado”. AÑOS EN EL PODER: 31

HOSNI MUBARAK, de Egipto: autócrata senil y paranoico cuya única preocupación es perpetuarse en el cargo. Mantiene desde hace 30 años una ley de estado de emergencia para aplastar cualquier actividad opositora, y ha preparado a su hijo Gamal para que lo suceda. (No es de extrañar que sólo el 23% de los egipcios votase en las elecciones presidenciales de 2005). AÑOS EN EL PODER: 29

YAHYAH JAMMEH, de Gambia: este excéntrico bufón militar ha prometido gobernar 40 años, y asegura que ha descubierto la cura para el VIH/ sida (también afirma que tiene poderes místicos y que va a convertir Gambia en un país productor de petróleo). En el fondo es un narcisista: insiste en que se le dé el tratamiento de “Su excelencia el Jeque Profesor Alhaji Dr. Yahya Abdul-Azziz Jemus Junkung Jammeh”. AÑOS EN EL PODER: 16

HUGO CHÁVEZ, de Venezuela: el enloquecido líder de la revolución Bolivariana promueve una doctrina de democracia participativa en la que sólo participa él, ha encarcelado a la oposición, prolongado su mandato de forma indefinida y cerrado los medios independientes. AÑOS EN EL PODER: 11

BLAISE COMPAORÉ, de Burkina Faso: déspota de pacotilla sin visión de futuro, salvo la de perpetuarse en el poder a base de liquidar a sus rivales y de acallar a la disidencia, ha cumplido las bajas expectativas que prometía su ascenso, después de matar a su predecesor, Thomas Sankara, en un golpe de estado en 1987. AÑOS EN EL PODER: 23

YOWERI MUSEVENI, de Uganda: tras encabezar una rebelión en Uganda en 1986, Museveni declaró: “Ningún jefe de estado africano debería permanecer en el cargo más de 10 años”. Sin embargo, 24 años después, ahí sigue, ganando una elección amañada tras otra: se supone que los partidos políticos son legales, pero una reunión política de unas cuantas personas no lo es. AÑOS EN EL PODER: 24

PAUL KAGAME, de Ruanda: es un libertador que salvó a los tutsis de la exterminación total en 1994, pero que ahora ejerce el mismo apartheid con el que pretendió acabar. Su Frente Patriótico de Ruanda domina todas las instancias del poder: las fuerzas de seguridad, la administración civil, la rama judicial, los bancos, las universidades y las empresas estatales. Cuando alguien se opone al presidente, se le acusa de crear el odio y las divisiones y se le detiene. AÑOS EN EL PODER: 10

RAÚL CASTRO, de Cuba: aquejado de astigmatismo intelectual, es patéticamente inconsciente de que la revolución que dirige está obsoleta, es un fracaso abismal y no tiene nada que ver con las aspiraciones del pueblo cubano. Según él, la culpa del fracaso es de las conspiraciones extranjeras, que también utiliza para justificar unas medidas represivas cada vez más brutales. AÑOS EN EL PODER: 2

ALEXANDER LUKASHENKO, de Bielorrusia: autócrata, antiguo presidente de una explotación agraria colectiva, que controla su país con mano de hierro y vigila los movimientos de oposición con una policía secreta que tiene un nombre de mal gusto: KGB. Su brutal forma de gobernar le ha valido el título de “último dictador de Europa”. AÑOS EN EL PODER: 16

PAUL BIYA, de Camerún: bandolero elegante, con una fortuna personal de más de doscientos millones de dólares y las mansiones correspondientes, ha logrado reducir a la oposición a la sumisión total. No es que le preocupen las elecciones; ha manipulado las leyes sobre limitación de mandatos en dos ocasiones para garantizar que siga la fiesta. AÑOS EN EL PODER: 28