¿Cuáles son países donde la situación de paz ha experimentado un empeoramiento a lo largo del último año?
Nicaragua
Este país registró el mayor empeoramiento en materia de paz en el IPG de 2019, con una bajada de la puntuación global de 0,377 y una pérdida de 54 puestos en el Índice. Una pequeña mejora en militarización, de menos del 1%, compensó ligeramente los deterioros en conflicto activo Seguridad y Protección, del 43 y el 16,8% respectivamente. El declive de Nicaragua en materia de paz se debió a una crisis política, aún no resuelta, que comenzó en abril de 2018, cuando las protestas contra una reforma del sistema de pensiones fueron violentamente reprimidas por las fuerzas de seguridad de Estado y grupos parapoliciales, lo cual aumentó la inestabilidad política y la intensidad de los conflictos internos. El movimiento de protesta se convirtió en manifestaciones más amplias contra la presidencia de Daniel Ortega y en demandas de unas verdaderas reformas políticas que incluyan elecciones anticipadas. Desde el inicio de la crisis, ha aumentado la presencia de las fuerzas parapoliciales y paramilitares a las órdenes del Gobierno. Las fuerzas progubernamentales han seguido reprimiendo con violencia las manifestaciones, con el resultado de más de 325 muertes y más de 700 presos políticos. Como consecuencia, las percepciones de la criminalidad han pasado de ser altas a ser muy altas. También se deterioraron el año pasado las relaciones con los países vecinos. La comunidad internacional ha criticado la respuesta represiva del Gobierno, y Estados Unidos ha impuesto sanciones a los nicaragüenses acusados de cometer violaciones de los derechos humanos o actos de corrupción.
Burkina Faso
El país africano tuvo el segundo mayor deterioro de la paz y pasó del puesto 78 al 104 en las listas. La paz ha empeorado de forma constante desde 2011. En 2019, su puntuación se deterioró 0,153 —un 7,6%— en comparación con el año anterior, y lo hizo en las tres áreas, con la mayor caída en el área de conflicto activo. En el último año, Burkina Faso sufrió retrocesos en 10 de los 23 indicadores del IPG. Los tres que más empeoraron fueron la intensidad de los conflictos internos, las percepciones de la criminalidad y el impacto del terrorismo. Ha habido cada vez más ataques terroristas en una zona geográfica que se extiende más, y un atentado cometido a finales de diciembre provocó la declaración del Estado de emergencia el día 31. La violencia entre comunidades y las acciones terroristas, debidas principalmente a las rivalidades étnicas y las diferencias religiosas, han seguido produciéndose en 2019, y cientos de civiles han muerto desde noviembre. El crecimiento y la expansión de los grupos justicieros para hacer frente a la delincuencia y la inseguridad en los barrios revelan una desconfianza creciente en las instituciones del Estado. El número de refugiados y desplazados internos también aumentó; a mediados de 2018, más de 10.000 personas habían huido del país y 16.000 personas habían tenido que desplazarse dentro de él.
Zimbabue
En 2019, la puntuación global de Zimbabue empeoró en un 5,3%, el cuarto año consecutivo de deterioros en materia de paz. Perdió seis puestos, hasta el 132. El país sufrió empeoramientos en las tres áreas, sobre todo en la de conflicto activo. La inestabilidad política y las manifestaciones violentas fueron a más en 2019, después de una serie de huelgas y protestas generalizadas por la marcada subida de los precios del combustible. La reacción del Gobierno fue inmediata, con numerosos arrestos e informaciones generalizadas de violencia militar contra la población civil. Y esto se refleja en una nota peor para la intensidad de los conflictos internos. Fueron detenidos varios líderes de las protestas y alrededor de 600 participantes en ellas, aunque muchos quedaron en libertad poco después. La puntuación en delitos violentos también empeoró después de la crisis. La criminalidad, casi siempre delitos de oportunidad, es un problema en Zimbabue desde hace mucho tiempo. Ante el aumento de las dificultades económicas en el país, el crimen ha aumentado: el Departamento de Estado estadounidense calcula que, en 2016, en conjunto, creció entre un 10 y un 15% en la mayoría de los sectores. El terrorismo también se ha incrementado hasta el punto de que la nota relativa al impacto del terrorismo se deterioró el 33% el año pasado. Dos personas murieron y al menos 47 resultaron heridas en el atentado con granadas cometido en junio de 2018 en Bulawayo contra el presidente Emmerson Mnangagwa. Zimbabue ha mejorado ligeramente en el indicador de refugiados y desplazados internos, que ahora constituyen menos del 1% de la población, frente a casi el 8% en 2010. El país mejoró también su nota en capacidad nuclear y de armamento pesado, lo cual compensa en parte el deterioro en el área de militarización por el aumento del gasto militar.
Irán
El país empeoró en materia de paz por segundo año consecutivo, con una caída del 5,1% en su puntuación. Las áreas de seguridad y protección y conflicto activo se deterioraron en un 8% y un 4,6% respectivamente, en gran parte por el aumento de la agitación interna y la participación en conflictos externos.
Durante el último año, hubo deterioro en cuatro indicadores del área de seguridad y protección. El mayor fue el de la probabilidad de manifestaciones violentas, que pasó de una nota de 2 a 3,5, por las protestas esporádicas organizadas en 2018 en respuesta a la inflación, la depreciación de la moneda y la corrupción. Como consecuencia, la inestabilidad política también ha empeorado. Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear en 2018, y posteriormente ha vuelto a imponer sanciones a Irán. Como consecuencia de ello, el Fondo Monetario Internacional ha previsto una contracción económica en 2019. Las presiones económicas y diplomáticas internacionales, unidas a la represión de los manifestantes en diciembre de 2018 y enero de 2019, han disminuido la confianza en el Gobierno actual. En cuanto a los conflictos externos, Irán sufrió un deterioro relacionado, sobre todo, con su participación constante en las guerras civiles de Siria. Asimismo se cree que el país apoya a combatientes en Yemen e Irak. Su papel en estas guerras de terceros ha provocado tensiones cada vez mayores con Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel. Además, estas guerras han contribuido al aumento del gasto militar, que aumentó del 3,75 al 4,56% del PIB en el último año.
Brasil
En 2019, el país latinoamericano tuvo un deterioro de la puntuación global de 0,112, el 5,2%, que resultó en una pérdida de 10 puestos en la clasificación, del 106 al 116. Aunque las tres áreas empeoraron, el retroceso en la nota global se debió en gran parte al deterioro del 24,7% en el área de conflicto activo. Aunque la puntuación de Brasil en este aspecto continúa siendo relativamente buena, hubo un empeoramiento notable en el indicador de conflictos internos por los nuevos brotes de violencia entre los grupos de crimen organizado en los últimos tres años. A finales de 2016 se rompió una tregua entre las principales organizaciones criminales del país, lo que llevó a nuevas peleas y aproximadamente 250 muertes durante el año siguiente. Varios grupos del estado septentrional de Ceará renovaron su tregua a principios de 2019 para lanzar ataques conjuntos contra las fuerzas de seguridad y las infraestructuras públicas. La intensidad de los conflictos internos también se deterioró en 2019. Las elecciones generales de octubre de 2018 se caracterizaron por una gran polarización entre el izquierdista Partido de los Trabajadores y sus partidarios, por un lado, y el candidato vencedor, del Partido Social Liberal, de extrema derecha, Jair Bolsonaro. La polarización política se ha mantenido en 2019 y probablemente irá en aumento a lo largo del año. La imposición de las estrictas leyes y políticas de orden público del nuevo presidente y la polémica ley de reforma de las pensiones podrían incrementar aún más la tensión. Brasil experimentó también un aumento del 11% en impacto del terrorismo, en parte debido a los atentados contra políticos, y un deterioro del 12,5% en delitos violentos, que alcanzó una nota de 4,5. La puntuación del país en la tasa de homicidios se mantiene en 5 sobre 5. El país tiene una de las 10 tasas de homicidios más altas del mundo, según los últimos datos disponibles de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Dadas las carencias de las fuerzas de seguridad, se prevé que los delitos violentos sigan siendo un problema grave en Río de Janeiro, São Paulo y otras grandes ciudades.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia
