Me ha llamado gratamente la atención el artículo de Fernando
Gualdoni ‘Los hijos del general’ (junio/julio 2006) por su veracidad
y conocimientos de nuestra realidad.

Soy oficial de la Marina de Guerra de Perú retirado desde 1985 y después
de esa etapa me he dedicado a la defensa de los derechos humanos de los miembros
de las Fuerzas Armadas y policía nacional de Perú presidiendo
una asociación que los agrupa. Si bien ha habido personajes en la cúpula
militar peruana que han cometido serios errores, estos no representan a la
mayoría castrense. Estos malos elementos, que se pueden contar con los
dedos de una mano, han servido para que políticos oportunistas o bienintencionados
hayan minimizado de manera increíble la capacidad de las Fuerzas Armadas
y la policia nacional peruana para la defensa, precisamente, de la democracia
y libertades frente a la agresión y peligro que representa para la ciudadanía
la alianza del narcotráfico y el terrorismo que está renaciendo
en Perú. Todo ello ante la indiferencia de aquellos países que
defienden la democracia, quizá por falta de información de primera
mano, ya que la que se difunde a escala nacional e internacional está procesada
y filtrada, con la complicidad de los principales medios de comunicación
locales que están chantajeados por su pasado relacionado con regímenes
como, por ejemplo, el de 1985-1990, del que recibieron divisas baratas, denominadas
dólares MUC, creadas por ese Gobierno.

Todo esto tiene como fin señalar lo que está sucediendo en esta
parte de Hispanoamérica y ayudar a consolidar los derechos humanos de
los miembros de las Fuerzas Armadas y policía nacional de Perú,
a quienes están intentando arrebatar de un plumazo los derechos adquiridos
en compensación a su entrega total al servicio de su comunidad. Al Ejército
peruano se le está aplastando material y moralmente, a sabiendas de
que los ciudadanos con uniforme también respetamos la estabilidad de
un Gobierno democrático.

  • Enrique Barnadas Ramírez
    Capitán de Navío de la Marina
    de Guerra Peruana retirado
    Lima, Perú

Me ha llamado gratamente la atención el artículo de Fernando
Gualdoni ‘Los hijos del general’ (junio/julio 2006) por su veracidad
y conocimientos de nuestra realidad.

Soy oficial de la Marina de Guerra de Perú retirado desde 1985 y después
de esa etapa me he dedicado a la defensa de los derechos humanos de los miembros
de las Fuerzas Armadas y policía nacional de Perú presidiendo
una asociación que los agrupa. Si bien ha habido personajes en la cúpula
militar peruana que han cometido serios errores, estos no representan a la
mayoría castrense. Estos malos elementos, que se pueden contar con los
dedos de una mano, han servido para que políticos oportunistas o bienintencionados
hayan minimizado de manera increíble la capacidad de las Fuerzas Armadas
y la policia nacional peruana para la defensa, precisamente, de la democracia
y libertades frente a la agresión y peligro que representa para la ciudadanía
la alianza del narcotráfico y el terrorismo que está renaciendo
en Perú. Todo ello ante la indiferencia de aquellos países que
defienden la democracia, quizá por falta de información de primera
mano, ya que la que se difunde a escala nacional e internacional está procesada
y filtrada, con la complicidad de los principales medios de comunicación
locales que están chantajeados por su pasado relacionado con regímenes
como, por ejemplo, el de 1985-1990, del que recibieron divisas baratas, denominadas
dólares MUC, creadas por ese Gobierno.

Todo esto tiene como fin señalar lo que está sucediendo en esta
parte de Hispanoamérica y ayudar a consolidar los derechos humanos de
los miembros de las Fuerzas Armadas y policía nacional de Perú,
a quienes están intentando arrebatar de un plumazo los derechos adquiridos
en compensación a su entrega total al servicio de su comunidad. Al Ejército
peruano se le está aplastando material y moralmente, a sabiendas de
que los ciudadanos con uniforme también respetamos la estabilidad de
un Gobierno democrático.

  • Enrique Barnadas Ramírez
    Capitán de Navío de la Marina
    de Guerra Peruana retirado
    Lima, Perú

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