
"En España no hay casi nadie que no sea europeísta", escribía Antonio Muñoz Molina en un artículo publicado por Der Spiegel en julio de 2012, con una España que entonces se hallaba al borde del temido rescate. Casi dos años más tarde, la desafección hacia el proyecto europeo, en especial entre los menores de 35 años, ha ido en aumento; las previsiones de participación para las próximas elecciones europeas de este mes no son nada halagüeñas, máxime en este sector de la población. Pero ¿por qué?
Muñoz Molina, en el citado artículo, ofrecía varias claves decisivas: "Lo cierto es que lo que por ahora nos llega de Europa son exigencias económicas que solo acentúan la pobreza y una creciente actitud de desdén o incluso de abierto desprecio que los adultos ya habíamos olvidado, y que a los jóvenes les produce sobre todo estupor".
Si a ello se le añade el paro, la sensación es que no hay futuro. Esto, en el caso de los jóvenes, provoca un desaliento que lleva inevitablemente parejo la crisis de confianza en un proyecto europeo que se ve como una burocracia lejana que no resuelve los problemas actuales ni es capaz de garantizar un futuro mejor.
Y no son sensaciones. Sino datos. Siete de las diez regiones con mayor desempleo de la Unión Europea son españolas. En cuanto al paro juvenil (en España, entre los 16 y los 24 años) se puede ver que muchas de esas comunidades están al borde del abismo: Ceuta, Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha -por citar las que están en peor situación- padecen tasas de desempleo juvenil superiores al 60%. Salvo País Vasco y Baleares, todas ellas duplican al menos la tasa europea en este capítulo. Y la crisis no tiene a la vista un punto y final. Ni mucho menos.
De modo que los jóvenes son el indicador clave a la hora de analizar las dudas sobre la legitimidad o la aceptación del proyecto europeo. Así lo señaló el ex presidente del Gobierno Felipe González en una entrevista a primeros de abril en The World Post: "Para los jóvenes la esperanza es que crezca la economía y se genere empleo. Si no hay esa política de crecimiento y empleo, los jóvenes dejarán de creer en Europa", sentenció González, rotundo.
En este contexto, no es extraño que según el último Eurobarómetro (2013) solo el 31% de los europeos confía en la UE, un poco más de la mitad de los que lo hacían antes de la crisis (en aquel momento, el 57%). Sin duda, la crisis ha ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF