Las periferias de las grandes lugares de algunos países del Sur son los peores lugares del mundo para ser madre, según el último informe de Save The Children, llamado Estado mundial de las madres 2015: la desventaja urbana. Lo peor es que la brecha entre las oportunidades de las madres ricas y pobres, y sus bebés, no deja de crecer.

Somalia. Ocupa el último lugar del ranking de los 170 países estudiados. Las cifras escogidas por Save The Children para su estudio comparativo así lo avalan: una de cada 18 mujeres mueren en el momento del parto y los niños apenas completan una media de dos años y medio de educación formal, frente a los 17 años y medio del país mejor situado en la lista: Noruega. La desigualdad, tanto en el mundo como en el interior de cada país, es la palabra que sobrevuela todo el informe: el PIB per capita en Somalia es de 130 dólares (unos 115 euros) por persona y año, frente a los 53.470 dólares de Estados Unidos. Más de 400 veces más. Y esa brecha no deja de crecer año tras año. (Mohamed Abdiwahab/AFP/Getty Images)
República Democrática del Congo. Las madres congoleñas comparten los problemas del resto del África subsahariana: el hambre y la violencia. La anemia y la delgadez excesiva que sufren cerca de la mitad de las mujeres provoca partos prematuros o niños que, al nacer, presentan bajo peso, y eso incide negativamente sobre la mortalidad infantil, en países donde el acceso a los servicios médicos es muy deficiente. Una de cada 23 mujeres mueren por complicaciones derivadas del parto o el embarazo; en Noruega, muere una de cada 14.900 mujeres. La vida vale más o menos según la latitud donde a cada una le tocó nacer. (Junior D. Kannah/AFP/Getty Images)
Malí. Con altísimos índices de mortalidad infantil y materna, Malí está entre los peores países del mundo para ser madre. El empobrecimiento de las comunidades devastadas por la guerra y el abandono se suma a otros factores, como la ablación del clítoris que, aquí como en otros países de la región, sigue siendo una práctica común que, entre otros muchos problemas para la vida de niñas y mujeres, aumenta el riesgo de complicaciones del parto y muerte del recién nacido (http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs241/es/). (Issoud Sanogo/AFP/GettyImages)
Chad. Ostenta uno de los peores índices de mortalidad materna: una por cada 15 madres mueren por complicaciones derivadas en el embarazo o el parto. Y un trágico 15% de los niños nacidos mueren antes de cumplir los cinco años, frente al 0,3% de los casos en Noruega. En Chad, se calcula que la desnutrición y las enfermedades asociadas al hambre provocan cada año la muerte de 490.000 niños menores de cinco años en la región, según Acción contra el Hambre (http://www.accioncontraelhambre.org/blog/2013/11/05/el-ciclo-de-pobreza-de-chad/). En ese país, las reiteradas sequías han provocado hambrunas generalizadas. Las condiciones de hambre y miseria generalizada son caldo de cultivo para que broten enfermedades como el cólera. (Thomas Coex/AFP/Getty Images)
Haití. Es el país latinoamericano más golpeado por la pobreza, y las condiciones de vida no se han recuperado del brutal impacto del terremoto de 2010. En Haití, el riesgo de mortalidad materna es de 80 por 1.000 (http://www.lavanguardia.com/vangdata/20150505/54430426152/espana-septimo-mejor-pais-madres-save-the-children.html), y la expectativa es que un niño sea escolarizado por apenas 7,6 años. A los problemas de la pobreza y la desigualdad social se suma el desafío del sida: Haití es el país más afectado por el VIH (http://www.savethechildren.org/site/c.8rKLIXMGIpI4E/b.6151435/k.B1C9/Haiti.htm) fuera del África subsahariana, y el virus compromete la salud de madres y niños pobres con un inadecuado acceso a la sanidad. Pocas posibilidades hay, además, de que se acuerde el Gobierno de las dificultades de las mujeres en un país donde apenas el 3,5% de los cargos políticos son ocupados por mujeres. (Joe Raedle/Getty Images)
Camboya. Con el puesto 132 del ranking, es uno de los países asiáticos peor situados. Muchas de estas madres trabajan para el sector textil, que emplea mayoritariamente mujeres jóvenes. No sólo tienen que sobrevivir con salarios que no sacan a sus familias de la miseria -el salario mínimo mensual ronda los 100 dólares-, sino que trabajan en pésimas condiciones de salubridad e higiene, lo que ha producido casos de desmayos masivos en las fábricas (http://es.globalvoicesonline.org/2014/04/11/camboya-relacionan-bajos-salarios-y-desmayos-masivos-en-fabricas-textiles/). Las mujeres trabajadoras del textil, incluidas las embarazadas, deben soportar imposiciones de sus empleadores como las estrictas limitaciones para ir al baño, como relata el informe Tira del Hilo (http://comerciojusto.org/tira-del-hilo-en-el-dia-mundial-del-comercio-justo/), recientemente publicado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. (Omar Havana/Getty Images)
Guatemala. Es el país latinoamericano más hostil para ejercer la maternidad; es también el Estado con más multimillonarios de Centroamérica: 245 en 2013, según el Informe Mundial de la Ultra Riqueza elaborado por Wealth X (http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/29/actualidad/1380410455_472407.html). Las cifras son, de nuevo, contundentes: 245 personas, el 0,06% de la población, acumulan una riqueza de 30.000 millones de dólares en un país con un PIB de 50.000 millones de dólares. A los que están al final de la cadena, poco les queda; no extraña entonces que las madres deban hacer frente a un tejido social quebrado, a una violencia institucionalizada y a cifras insoportables de mortalidad infantil (31 de cada 1.000 niños mueren antes de los cinco años). En esa situación, miles de niños huyen de la miseria y de ser captados por el narcotráfico o las maras: según la ACNUR, unos 60.000 niños procedentes de Guatemala, Honduras, México y El Salvador, sin documentos ni la compañía de ningún adulto, emprenden cada año el éxodo hacia Estados Unidos. Les dicen “niños en fuga”. (Johan Ordonez/AFP/Getty Images)
Estados Unidos. Ocupa el puesto número 33 en la lista elaborada por Save the Children, muy por debajo de sus niveles de riqueza y PIB per capita. De 25 países estudiados, Washington es la capital donde las madres sufren un mayor riesgo de mortalidad infantil, con 6,6 muertes por cada 1.000 niños nacidos vivos en 2013. El principal motivo de este alto índice en la principal potencia económica mundial es la desigualdad: según el informe de Save the Children, en la zona más pobre de la ciudad de Washington los bebés tienen diez veces más probabilidades de morir antes de cumplir su primer año que los recién nacidos de la zona más acaudalada. Las cifras de mortalidad materna también llaman a la alerta: una muerte relacionada con el embarazo o el parto por cada 1.800 mujeres, frente a una por cada 15.100 mujeres que se registra en España. (Joshua Lott/Getty Images)