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Un hombre egipcio sentado a la orilla del Nilo. Khaled Desouki/AFP/Getty Images

Los ríos suponen una importante fuente de riqueza económica, ambiental y cultural, pero también están sufriendo los impactos del cambio climático. Esta lista presenta algunas de las cuencas fluviales que más problemas pueden presentar para la biodiversidad y la actividad humana en el futuro.

En 2012, un estudio del banco HSBC concluía que, para 2050, las economías de los principales deltas fluviales supondrán un cuarto del PIB mundial, pero sólo si se toman medidas para asegurar sus cauces y ecosistemas. Sin embargo, en un contexto de cambio climático, los ríos están empezando a ser considerados como un elemento prioritario de la conservación ecológica. Por parte de Naciones Unidas, tanto la Comisión Económica para Europa (UNECE, por sus siglas en inglés) como el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la UNESCO han desarrollado ya iniciativas para que se tome conciencia de la importancia tanto ecosistémica como en términos de crecimiento económico y de patrimonio de los ríos del mundo. Pero, ¿cuáles son los impactos del cambio climático sobre ellos?

Debido al deshielo de los polos, hay más agua en circulación a nivel global. En principio, esto puede parecer beneficioso para los cauces fluviales. Sin embargo, esa agua en circulación suele precipitarse en forma de lluvia –y no de nieve– por el aumento general de las temperaturas. La nieve es la reserva de agua de la que los ríos disponen para los meses más cálidos, cuando el deshielo por el aumento de temperaturas suple la menor precipitación en forma de lluvia. Esto implica que, con menos precipitaciones en forma de nieve, los ríos no dispongan de las reservas de agua necesarias para atravesar los meses de verano con un cauce saludable. Además, el aumento de las temperaturas medias también incrementa el deshielo de las cumbres de cabecera, provocando fuertes riadas que ponen en riesgo las poblaciones ribereñas y que, sólo en el Sur de Asia, podrían tener un coste económico de 215.000 millones de dólares en 2030.

Como consecuencia, y unido a una mayor explotación de recursos hídricos por una población que sigue creciendo, los ríos pueden empezar a ver disminuido su caudal. A su vez, esto puede afectar a la calidad del agua de los mismos. El menor cauce de los cursos fluviales hace que los ríos contengan menos agua y, por tanto, que los contaminantes que puedan verterse a lo largo de su curso se diluyan peor, con los impactos negativos que esto provoca en la flora y la fauna de los ecosistemas fluviales, así como en las comunidades humanas. Finalmente, las emisiones de dióxido de carbono también tienen un impacto directo en la acidificación del agua dulce, lo que tiene un impacto directo en la biodiversidad tan única de los ecosistemas fluviales.

En definitiva, los ríos sufren algunos retos comunes frente al cambio climático. ¿Cuáles son las cuencas fluviales más vulnerables? Estos son algunos de los ríos más amenazados por el cambio climático según World Wildlife Fund (WWF).

Salween – Nujiang

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La cuenca del Salween recorre tres países (China, Birmania y Tailandia) y es el hogar de seis millones de personas, que dependen de sus ecosistemas para obtener alimento y para su economía familiar. El Salween es el hogar de unas 92 especies de anfibios, 143 especies de peces –de las que 47 son únicas en el mundo– y aves endémicas.

Además, el 92% de la población ribereña en China son minorías religiosas y étnicas, mientras que en Birmania y Tailandia son 13 los grupos étnicos que viven en la cuenca. Por tanto, el río Salween no es sólo una riqueza económica y ambiental, sino también cultural.

Los riesgos a los que el Salween tiene que hacer frente derivados del cambio climático se agravan debido a una mala gestión de las instituciones de los tres países que cruza. Esta falta de instituciones fuertes ha hecho que se permitan prácticas abusivas con los recursos del río, como la planificación y construcción de más de 20 presas, que reducen el cauce saludable para el río a lo largo de su curso. Para intentar contrarrestar esto, el Centro de Estudios de Desarrollo Social de la Universidad Chulalongkorn (Tailandia) ha creado la iniciativa Salween Water Governance, que tiene como objetivo mejorar el proceso de toma de decisiones sobre la cuenca, haciéndolo más inclusivo y más transparente para las comunidades que dependen de ella, especialmente en lo que respecta a las mujeres, que suelen verse marginadas de esos procesos de decisión en comunidades locales.

La Plata

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El Río de La Plata cruza cinco países y tiene tres afluentes: el Paraná, el Paraguay y el Uruguay. Sólo el Paraná nutre a 19 ciudades de más de 100.000 personas, mientras que el total de la cuenca nutre a más de 100 millones.

Además, La Plata incluye más de 350 especies de peces –de las que 85 son únicas en el mundo–, además de ser el hogar del delfín de río de La Plata y de la única especie de pez pulmonado de la región. Además, el Gran Pantanal de La Plata es el humedal más grande del mundo, con 140.000 kilómetros cuadrados y una gran biodiversidad. Finalmente, la cuenca cuenta con miles de lagos permanentes y semipermanentes que contienen la comunidad de plantas flotantes más diversa del planeta.

La cuenca de La Plata sufre especialmente los estragos de la acción humana, que está realizando alteraciones de obra civil para navegación. Esto, a su vez, aumenta el nivel de contaminación fluvial en La Plata y, por tanto, tiene un efecto directo en la biodiversidad que allí se encuentra. Por último, la actividad económica también supone un gran riesgo adicional para este río, puesto que es una zona en la que se lleva a cabo la sobrepesca. Como respuesta, en 2010 una comunidad de ONG de los cinco países de la cuenca creó, bajo el auspicio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), una iniciativa para fomentar el diálogo entre autoridades para mejorar la situación de las comunidades ribereñas y atajar su vulnerabilidad ante una explotación masiva e insostenible de los recursos pesqueros del río. El grupo se reunió en 2010 para identificar problemas y dar con soluciones comunes a los mismos. Sin embargo, ha tenido un nivel de actividad prácticamente inexistente en los  últimos años. Por otro lado, sí que ha continuado el trabajo entre expertos de Bolivia, Brasil y Paraguay para avanzar en el desarrollo sostenible del Gran Pantanal.

Danubio

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Es la cuenca más internacional del mundo, atravesando 19 países y siendo el hogar de 81 millones de personas. Además, el Danubio acoge 103 especies de peces –siete de las cuales son únicas en el mundo–, lo que supone la mitad de todas las especies de pez de Europa. A esto se le suman 88 especies de moluscos de agua dulce –18 de ellas únicas en el mundo–, y más de 18 especies de anfibios. Pese a esta riqueza de biodiversidad, sólo el 6,6% de la cuenca se encuentra protegida.

El Danubio se enfrenta a los riesgos del cambio climático con una situación muy delicada, puesto que es un río navegable y, por tanto, sujeto a una gran presión contaminante. Además, el delta del Danubio es una de las zonas económicas más dinámicas de Europa. En 1948 se creó la Comisión del Danubio para fomentar la libre navegación del río entre los países ribereños, que también lleva a cabo labores de protección ambiental. También la Comisión Internacional para la Protección del Danubio tiene en su lista de medidas la protección de las comunidades ribereñas frente a los efectos del cambio climático. En el caso del Danubio se da también una paradoja importante, pues las medidas que ponen en marcha las autoridades de estos Estados para protección frente a las crecidas, que están aumentando debido al cambio climático, suponen un riesgo para los ecosistemas ribereños, por ejemplo, dificultando la migración de especies de peces como el esturión. Finalmente, el aumento de las temperaturas, la acidificación del agua y el carácter internacional del río está favoreciendo la aparición de hasta 40 especies invasoras a lo largo de los últimos 15 años.

Río Grande – Río Bravo

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Pese a que este río sólo atraviesa Estados Unidos y México, acoge a 10 millones de personas y 121 especies de peces –de las cuales 69 son únicas en el mundo–. También la cuenca contiene tres áreas con aves endémicas y una gran diversidad de moluscos.

Uno de los grandes problemas de la cuenca es que supone una de las áreas más pobres de EE UU y muchas personas se ven obligadas a vivir en condiciones poco salubres en torno al río. De hecho, según WWF, la cuenca se encuentra ya en situación de escasez, con muchos de sus habitantes sin acceso a agua potable. Además, esta misma organización estima que en 2025 la escasez sea ya extremadamente grave.

Un estudio de 2015 sobre los ríos en peligro en Estados Unidos concluía que “las leyes de agua del siglo XIX, la infraestructura del siglo XX y el cambio climático y el crecimiento de la población del siglo XXI amenazan de muerte al Oeste”. Además, el estudio cita al Río Grande como ejemplo de cómo el cambio climático puede afectar al cauce de los ríos hasta sumir a sus cuencas en una sequía casi permanente. Por ello, numerosas fundaciones y organizaciones han decidido tomar partido por la protección de la cuenca del Río Grande, como The Trust for Public Land, que ha conseguido revitalizar áreas de la cuenca; o The Nature Conservancy, que creó el Fondo de Agua de Río Grande en 2014 para proteger los bosques de la zona, disminuyendo así el riesgo de incendios y de erosión del suelo, que a su vez son importantes contaminantes del agua.  En 2013, México y EE UU abrieron el Cruce Fronterizo de Boquillas entre las áreas protegidas del Río Grande a ambos lados de la frontera, estrechando su cooperación en materia de conservación ecosistémica. Sin embargo, esta cooperación se ha visto afectada por la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y por su intención de levantar un muro en la frontera con México, que afectaría a rutas migratorias, destruiría humedales y alteraría los hábitats de especies del Río Grande.

Ganges

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De forma similar al Salwee, el Ganges no es sólo importante por su valor ambiental y económico, sino también por su significado cultural y religioso, especialmente para el hinduismo, que lo considera un río sagrado. Durante su curso, atraviesa Nepal, India, China y Bangladesh.

Su cuenca ocupa el 30% del territorio indio y está densamente poblada, especialmente en torno a su curso por Bangladesh, acogiendo a más de 200 millones de personas. Es decir, en torno a un 8% de la población mundial vive en la cuenca del Ganges. Además, también acoge a más de 140 especies de peces, suponiendo el área más rica en términos de peces de agua dulce de toda India, así como a 90 especies de anfibios y cinco áreas con aves endémicas únicas en el mundo. Los manglares de Sundarbans, ecosistema estrechamente ligado a la cuenca, acoge a su vez más de 289 especies de animales terrestres, 219 acuáticos, 315 aves, 176 peces y 31 crustáceos, así como los últimos ejemplares de tigre de Bengala.

Sin embargo, la alta densidad de población y la atracción que la cuenca supone para la actividad económica están poniendo en peligro la sostenibilidad del Ganges, pues este río comienza a encontrarse con la contaminación extrema a su entrada en India, con espumas a lo largo de su curso, aguas fecales sin tratar vertiéndose directamente al río, o montañas de residuos que se acumulan en sus orillas. Además de la contaminación, una sobrepoblación de la zona está provocando una crisis de recursos hídricos en la cuenca, que podría agravarse con la construcción de 14 presas que ya están planificadas. Esta escasez podría ser especialmente grave para Bangladesh, al encontrarse al final del curso del Ganges y que ya está viendo cómo la subida del nivel del mar incrementa la salinidad del agua del delta, afectando a las poblaciones que viven de la pesca y la recolección de moluscos. De hecho, el Gobierno bangladesí ha pedido ayuda a su homólogo indio para construir presas en el sentido contrario: contener la crecida del mar.

Nilo – Lago Victoria

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De India a una cuenca que tiene, aproximadamente, el tamaño que el subcontinente indio: la del Nilo. Además, de ser el río más largo del mundo, el Nilo y sus afluentes tienen el orgullo de abrirse paso por en un área que es árida en un 30% de su curso, atravesando 10 países.

Es conocido que el Nilo lleva siendo el sustento económico y alimentario de asentamientos humanos durante más de 5.000 años, e incluso hoy acoge en su curso 25 ciudades de más de 100.000 y, sólo en su delta, a aproximadamente la totalidad de la población de Egipto, unos 78 millones de personas. Esto implica una gran presión demográfica sobre los recursos hídricos, encontrándose entre las cuencas con más riesgo de escasez de agua para en 2025.

A lo largo de todo el curso del río, la cuenca del Nilo es actualmente el hogar de 360 millones de personas. Además, cuenta con una biodiversidad de 137 especies de anfibios, 129 especies de peces, 69 humedales considerados de gran importancia para las aves, zonas clave para las aves migratorias y criaderos de dos especies de tortugas marinas en peligro.

Sin embargo, la alta presión demográfica está exacerbando el impacto del cambio climático en la cantidad de recursos hídricos con los que cuenta el Nilo. Esto es especialmente alarmante teniendo en cuenta que Egipto es ya el primer país importador de trigo del mundo debido a su escasa capacidad para producir suficientes alimentos para su población. Una mayor presión hídrica sobre una población creciente puede poner en riesgo la estabilidad económica y social del país, así como de toda la región del Norte de África y el Oriente Medio. Por esta razón, el PNUMA puso en marcha en 2010 un proyecto para ayudar a las comunidades de la cuenca del Nilo a aumentar su capacidad de adaptación al cambio climático. Además, los cada vez más escasos recursos hídricos del Nilo están creando tensiones entre Egipto, Sudán y Etiopía por la construcción de la llamada Presa del Renacimiento por parte del Ejecutivo etíope. La construcción de la presa comenzó en 2011 para abastecer de electricidad al país, pero Egipto y Sudán temen que pueda afectar al cauce del que disponen. Desde entonces ha habido varias rondas de contactos para llegar a un acuerdo que satisfaga a todas las partes, aunque en abril de 2018 volvieron a terminar sin llegar a dicho acuerdo.

Yangtsé

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La cuenca del Yangtsé no atraviesa varios países, como las anteriores, pero supone el 40% de los recursos de agua dulce de China y 40% del PIB del gigante asiático, además de acoger más del 70% de la producción de arroz del país y 50% de su producción de trigo.

De forma similar a los ejemplos anteriores, la riqueza del Yangtsé es también ambiental, puesto que es el hogar de 350 especies de peces –de las cuales 112 son únicas en el mundo–, 160 especies de anfibios y del ahora creído extinto delfín de río chino, el cetáceo más amenazado del mundo. También el cocodrilo más amenazado, el aligátor chino, se encuentra únicamente en las partes más bajas del curso del Yangtsé. Finalmente, otros animales en grave peligro como el panda gigante, el milú o la grulla siberiana también encuentran en el Yangtsé su hábitat natural.

Pese a su enorme riqueza económica y biológica, este río está sufriendo especialmente los efectos del cambio climático. Los glaciares del Tíbet, donde tiene su origen, están en severo retroceso. Según un estudio de 2016 del Instituto de Investigación en Ciencias Geográficas y Recursos Naturales chino, prácticamente un cuarto de los glaciares del nacimiento del Yangtsé se ha derretido entre 1970 y la primera década de los 2000. Esto supone una importante reducción del cauce del río y, por tanto, una mayor vulnerabilidad a la contaminación en un país con un alto crecimiento demográfico y económico. De hecho, también en 2016 el Ministerio de Recursos Hídricos chino advirtió que el 80% de las aguas subterráneas del continente no eran salubres debido a la alta contaminación que presentaban, de las cuales un 47,3% no eran recomendables para contacto humano de ningún tipo.

 

Infografías: cortesía del World Wildlife Fund (WWF)