La

sacralidad de la vida

Peter Singer Los

partidos políticos

Fernando Henrique Cardoso El euro

Christopher Hitchens

La

pasividad japonesa

Shintaro Ishihara

La monogamia

Jacques Attali

La

jerarquía religiosa

Harvey Cox

El Partido

Comunista Chino

Minxin Pei

Los

coches contaminantes

John Browne

El

dominio público

Lawrence Lessig

Las

consultas de los médicos

Craig Mundie

La monarquía

inglesa

Felipe Fernández-Armesto

La

guerra contra las drogas

Peter Schwartz

La

procreación natural

Lee Kuan Yew

La polio

Julie Gerberding

La soberanía

Richard Haass

El anonimato

Esther Dyson

Los subsidios

agrícolas

Enrique Iglesias

La solución de la pobreza y el atraso de una parte importante

de la humanidad se vio en un primer momento, sobre todo, como un imperativo ético,

es decir, de justicia. Más tarde se empezaron a mezclar dos aproximaciones

ligadas entre sí: una vinculaba esos problemas a la paz, la estabilidad

y la seguridad en determinados países o regiones, y la otra los

relacionaba con los derechos humanos, cuya definición se amplió desde

los individuales a los económicos y sociales, hasta incluir el

derecho al desarrollo. En un tercer y más reciente momento el

desarrollo se ve vinculado a la noción contemporánea de

la seguridad colectiva.

El Informe del Grupo de Alto Nivel sobre las Amenazas, los Desafíos

y el Cambio, de Naciones Unidas, indica “que las mayores amenazas

(…) con que nos enfrentaremos en los decenios por venir, van mucho

más allá de las guerras de agresión entre Estados”(...), “cualquier

suceso o proceso que cause muertes a gran escala o una reducción

masiva de las oportunidades de vida y que socave el papel del Estado

como unidad básica del sistema internacional constituye una amenaza

para la seguridad internacional”. A partir de esa definición

se identificaron seis grupos de peligros: los económicos y sociales

(como la pobreza, las enfermedades infecciosas y la degradación

del medio ambiente); los conflictos entre Estados; los enfrentamientos

internos, como la guerra civil o el genocidio; las armas nucleares, radiológicas,

químicas y biológicas, el terrorismo y la delincuencia

organizada transnacional.

En esa ensanchada visión de la seguridad internacional destacan

dos aspectos, que resultan de la mayor pertinencia al intentar explorar

temas y problemas que hoy obsesionan y que, probablemente, serán

cosa de la historia en pocas décadas. El primero lo constituye

el hecho de que esas amenazas –de las cuales, ningún país

por poderoso que sea, puede aislarse– están íntimamente

entrelazadas: los problemas económicos y sociales son causa de

conflictos en y entre los Estados, lo que se traduce en deterioro de

las condiciones de vida y la pobreza, a su vez, en degradación

del medio ambiente. Esos enfrentamientos y sus causas económicas

y sociales –incluyendo la disputa por recursos naturales y la generación

de un ambiente de frustración y resentimiento que alienta el terrorismo– conducen

al debilitamiento y colapso estatal, de lo cual se aprovecha la delincuencia

organizada y el terrorismo con sus implicaciones en la proliferación

de armas.

ILUSTRACIONES: NENAD JAKESEVIC

PARA FP

Segundo: desde el punto de vista de la prevención de las ...