República Centroafricana ha sido el país que más ha mejorado en el Índice de Paz Global en 2017, seguido de Sri Lanka, Camboya, Portugal y Djibouti. La recuperación de la estabilidad política ha impulsado su escalada de posiciones en el ranking, aunque la fragilidad del Estado democrático amenaza la paz en Camboya y Djibouti. En el otro extremo se encuentran los países de la región MENA y del África Subsahariana donde la paz se ha deteriorado. Etiopía es el que más ha caído este año en el Índice debido a las protestas violentas que han llevado a declarar el estado de emergencia. Burundi, Arabia Saudí, Malí y Lesoto siguen a Etiopía en la caída.

República Centroafricana. Puesto 155, mejora 2. La elección de Faustin-Archange Touadéra como presidente en 2016 ha supuesto una recuperación de las instituciones democráticas. Los avances en cuanto a conflictos internos y externos y terror político, sumado al menor impacto del terrorismo, ha contribuido positivamente a la paz en el país. Sin embargo, las tensiones entre cristianos y musulmanes, sobre todo en el norte y este, amenaza la estabilidad. (Issouf Sanogo/AFP/Getty Images)
Arabia Saudí. Puesto 133, baja 4. La puntuación del reino saudí sigue marcada por su participación en numerosos conflictos regionales, incluyendo Siria y su notable intervención en Yemen, donde lidera una coalición con la mayoría de los países del Golfo con el objetivo de frenar la influencia iraní. A esto se suma la presión dentro del país debido a la caída de los precios del petróleo, que ha supuesto la reducción de muchos beneficios para la población local. (Fayez Nureldine/AFP/Getty Images)
Camboya. Puesto 89, mejora 15. A pesar de los grandes retos políticos es uno de los países que más progresa este año. Sin embargo, el aumento de puntuación en los diferentes aspectos que analiza el ranking, como inestabilidad política, se deben al enfoque de mano dura del Partido Popular de Camboya (CPP) que lleva casi 40 años en el gobierno. Además, el país está aumentando sus relaciones con China, lo que puede llevar a mayores medidas antidemocráticas. (Tang Chhin Sothy/AFP/Getty Images)
Burundi. Puesto 141, baja 3. El descenso en el ranking es debido a la crisis política desencadenada por la reelección, por tercera vez consecutiva, del presidente Pierre Nkurunziza en julio de 2015. Esto llevó a protestas que evolucionaron hacia una insurgencia de bajo nivel. Las autoridades contuvieron las manifestaciones con represión, llevando al país hacia una deriva autoritaria. (Onesphore Nibigira/AFP/Getty Images)
Djibouti. Puesto 107, mejora 14. Las elecciones generales de enero de 2016 ha llevado a un descenso de la inestabilidad política y de las manifestaciones violentas. Sin embargo, el Gobierno es también la mayor amenaza para el mantenimiento de la paz a corto plazo a causa de sus políticas represivas y antidemocráticas. Es un Ejecutivo con un mandato fuerte y con una oposición débil. (Karim Lebhour/AFP/Getty Images)
Etiopía. Puesto 134, baja 16. La paz en el país se ha visto deteriorada desde la declaración del estado de emergencia en octubre de 2016. Su objetivo fue, en un principio, frenar las protestas violentas que llevaban un año alterando la vida en Etiopía, pero ha servido para que el Gobierno tenga más poder y pueda, entre otros, suspender juicios justos. Además, el país puede verse perjudicado por la inestabilidad en sus vecinos Somalia y Sudán del Sur. (Zacharias Abubeker/AFP/Getty Images)
Portugal. Puesto 3, mejora 2. Se consolida como uno de los países más pacíficos del mundo. A pesar de que ha aumentado la importación de armas y el número de policías (esto empeora la puntuación), Portugal ha conseguido consolidar la estabilidad interna gracias a la recuperación gradual de la crisis fiscal. Con las medidas de austeridad se ha recortado el presupuesto para las Fuerzas Armadas lo que sitúa al país entre los mejor calificados en cuanto a militarización. (Patricia de Melo Moreira/AFP/Getty Images)
Lesotho. Puesto 90, baja 28. La situación en el país ha deteriorado principalmente por el empeoramiento de las relaciones con los países vecinos y el terror político, además del impacto del terrorismo y la inestabilidad política. El golpe de Estado fallido en 2014 fue el inicio de los problemas de seguridad interna y de inestabilidad política que han llevado a una moción de censura el pasado marzo contra el primer ministro, Pakalitha Mosisili, y unas nuevas elecciones a principios de junio. (Samson Motikoe/AFP/Getty Images)
Sri Lanka. Puesto 80, mejora 17. La disminución de las manifestaciones violentas y del terror político han propiciado el avance de Sri Lanka en el ranking, sumado a la mayor estabilidad política y la disminución del impacto del terrorismo. Sin embargo, las tensiones étnicas de la minoría tamil y de la mayoría sinhalese siguen latentes y pueden amenazar la reconciliación nacional. (Ishara S. Kodikara/AFP/Getty Images)
Malí. Puesto 140, baja 3. Mantener la seguridad en el país sigue siendo difícil, a pesar de haber recuperado la región del norte bajo control de grupos islamistas en 2013 y el acuerdo de paz firmado en 2015 en alianza con los grupos Tuareg. Pero este pacto es muy difícil de aplicar, sobre todo desde las elecciones locales de noviembre de 2016 cuando la oposición ganó voz. (Philippe Desmazes/AFP/Getty Images)