Cuando Google dio a conocer la identidad de Rahul Krishnakumar Vaid, de 22 años, a las autoridades indias, dijo que cumplía con el “proceso legal válido” de una democracia. Algunos discrepan. La razón es que el arresto de Vaid –por subir comentarios en el grupo “Odio a Sonia Gandhi” de Orkut, la red social del popular buscador– parece tener motivos políticos. Amigos de Gandhi, presidenta del Congreso Nacional Indio, arguyeron que las opiniones del joven eran vulgares y que la libertad de expresión on line sólo está protegida en India si se refiere a asuntos civiles. Google retrasó la salida de Gmail en China por miedo a que su política de “no hacer daño a nadie” se viese comprometida. Esa política tampoco es segura en democracia.