El presidente tunecino, Zine al Abidine Ben Alí, no es exactamente un miembro de la jet set. Pocas veces sale de su país. Por eso, a los bloggers de la nación norteafricana les sorprendió descubrir cuánto se movía su avión oficial. Entraron en páginas de localización de vuelos, como Airliners.net y Planetpictures.net para seguir la pista al aparato del mandatario entre 2001 y 2007 y se encontraron con que había hecho frecuentes paradas en París, Milán y Ginebra, entre otras ciudades. Estos viajes no estaban reflejados en la agenda de viajes oficiales del jefe del Estado. Los bloggers creen haber identificado al trotamundos responsable: la primera dama, Leila Ben Alí. La esposa del mandatario es una adicta confesa a las tiendas; puede que no sea una coincidencia que muchos de esos destinos fueran las capitales europeas de la moda.