El mapa interactivo del Índice de paz global 2017 analiza un total de 163 Estados independientes y territorios, cubriendo de esta manera el 99,7% de la población mundial, a través de 23 indicadores tanto cuantitavivos como cualitativos. El Índice mide la paz global teniendo en cuenta tres grandes áreas: el grado de seguridad en la sociedad, el alcance de conflictos domésticos o internacionales y el grado de militarización. Este año 93 países han mejorado y 68 países han empeorado.

 

En la última década, el nivel global de paz se ha deteriorado en un 2,14%, con 80 países que han mejorado y 83 que han empeorado. El empeoramiento en estos diez últimos años se deben principalmente a los conflictos en Oriente Medio, las consecuentes muertes en los campos de batalla, el incremento del terrorismo y el flujo de refugiados.

 

 

El impacto económico global de la violencia se define como el gasto y el efecto económico relacionado con la contención, prevención y gestión de las consecuencias producidas por la violencia. En 2016 fue de 14,3 billones de dólares, el equivalente al 12,6% del PIB o lo que es lo mismo, 1.953 dólares por persona. El pasado año fue el primero en el que se experimentó una disminución del impacto desde 2011, momento que corresponde con el estallido de la guerra en Siria y el auge de Daesh en Irak. Los países donde ha habido un coste mayor de la violencia en porcentajes con su PIB son Siria, Irak y Afganistán, con un 67%, 58% y 52% respectivamente.

 

 

El mayor incremento del impacto del terrorismo ha sucedido en los países más desarrollados. Las muertes por casa de violencia extremista en los países de la OCDE ha aumentado más de un 900% entre los años 2007 y 2016. Turquía, Francia, Estados Unidos y Bélgica han sido los más afectados.

 

En la década pasada ha habido un aumento significativo del número total de muertes ocurridas en conflictos internos, pasando de los 35.988 en 2007 hasta algo menos de los 300.000 en 2016, un 732% más. El incremento principalmente es el resultado del conflicto en Siria, aunque aún excluyendo esas muertes sigue habiendo un incremento del 440%. El número de países con muertes producidas por conflictos internos han variado, aumentando de 26 en 2007 a 42 en 2010. En 2016 ha caído el número a 30.

 

En 2008 había 34 millones de personas refugiadas o desplazados internos, equivalente a 0,51% de la población mundial. A finales de 2015 el número aumentó hasta 64 millones, un 0,87%. Los últimos datos obtenidos elevan la cifra a 65 millones de personas en el mundo. El gráfico muestra los cinco países con un mayor número de refugiados o desplazados internos. Siria es la primera, seguida de Sudán del Sur, Chipre, República Centroafricana y Colombia, a pesar de que esta última haya firmado recientemente un acuerdo de paz.

 

Aunque la paz global se ha deteriorado recientemente, los indicadores de militarización han mejorado de manera considerable en las tres últimas décadas. El descenso se ha producido por un desarme muy significativo en el mundo desarrollado y la desintegración de la Unión Soviética.