Trainee del Banco Central Europeo.
Marine Andraud, francesa, está inmersa un programa de training en el Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort en colaboración con el Banco de España. En ese programa necesita fortalezas como “los idiomas, la experiencia internacional, las finanzas, la economía y los conocimientos sobre las instituciones europeas”. Hay otra más: “La capacidad para gestionar los proyectos”, algo que ella había aprendido en sus experiencias laborales previas tanto en el sector privado como en entidades sin ánimo de lucro o en think tanks. ¿Cómo consiguió un perfil tan atractivo?
Comenzó su andadura internacional en la Universidad del Estado de Nueva York en Búfalo (Estados Unidos). Allí se licenció como la primera de su promoción en “algo similar a lo que es en España Administración y Dirección de Empresas con especialización en Análisis Financiero”. Era la primera etapa de su experiencia internacional.
El siguiente paso fue gestionar 40 cuentas para el gigante bancario Citigroup durante casi dos años, donde recibió algunas distinciones por su labor como el premio ‘STAR Player’ y ayudó, a modo de voluntariado, a gestionar la participación de los empleados del banco en una de las actividades del Instituto Rosswell Park, que dedica sus esfuerzos a luchar contra el cáncer. Los compromisos sociales iban a marcar su trayectoria.
Poco tiempo después, llegó a una conclusión: “Lo que hacía en Citigroup no me llenaba, quería dedicarme a algo más próximo a las relaciones internacionales y, además, me apetecía reforzar mi español”. Para entonces su francés y su inglés eran perfectos y tenía conocimientos económicos y financieros que la ayudarían en su futura, y por ahora insospechada, candidatura al BCE.
Dejó su trabajo, dedicó cuatro meses a un proyecto benéfico que la llevó a recorrer casi 7.000 kilómetros en bicicleta, a recaudar más de 6.000 dólares y a hacer 80 presentaciones bajo la iniciativa Habitat for Humanity. Al mismo tiempo, superó las pruebas de admisión del Máster en Relaciones Internacionales de la Universidad del Instituto de Empresa (IE University) en España, una institución con la que colaboraría después como directora asociada de Admisiones y que le iba a permitir la segunda etapa de su experiencia internacional y hablar con fluidez español.
Pero Marine no se podía estar quieta ni siquiera en un máster tan exigente. Por eso, cuando hallaba muy cerca de terminarlo, colaboró en un proyecto de la plataforma de conferencias TED, que había empezado a operar en España mediante el grupo autónomo local TEDx. Su objetivo fue conectar a los estudiantes con profesionales brillantes e innovadores de distintas disciplinas y sectores.
Poco después de terminar el máster, en septiembre, encontró una forma de alinear su pasión por las relaciones internacionales, ya con una formación especializada, y sus compromisos sociales entrando a formar parte del Centro Internacional de Toledo para la Paz, una institución de mediación de conflictos. Allí tuvo “la oportunidad coordinar seminarios con instituciones como el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Agencia de Cooperación Internacional o el Ministerio de Defensa”. Esta experiencia y las anteriores en el sector privado y en las entidades sin ánimo de lucro le permitieron acreditar que sabía gestionar proyectos.
El máster le aportó, según ella, “la posibilidad de conocer gente de diferentes lugares del mundo” y de hacerse con “una visión general de distintos aspectos de las relaciones internacionales”. Le resultaron especialmente útiles las asignaturas sobre balances, análisis e informes financieros, temas europeos y economía. Era la formación técnica que necesitaba para convertirse en una candidata fuerte para una institución internacional como el BCE.
¿Eres un profesional de las Relaciones Internacionales? Si es así, cuéntanos tu experiencia.
