El rey marroquí, Mohammed VI, ondea una bandera de Marruecos en la inaguración de una planta solar. Fadel Senna/AFP/Getty Images
El rey marroquí, Mohammed VI, ondea una bandera de Marruecos en la inaguración de una planta solar. Fadel Senna/AFP/Getty Images

Las relaciones entre Bruselas y Rabat atraviesan un momento complicado, ya que las autoridades marroquíes han suspendido el contacto con la Unión a causa de una sentencia relacionada con el Sáhara Occidental. He aquí las claves para entender la maraña de intereses que mueven las políticas a un lado y otro del Mediterráneo.

Entre el reguero de crisis que vive la Unión Europea hay una que lleva latente desde hace años, la migratoria. Así lo predecía el proceso de Rabat. Lo que antes podía asemejarse a un problema, ahora es una emergencia de refugiados a nivel europeo. Para solucionar la primera, en su momento, uno de los pilares en los que se asentaba la estrategia comunitaria −más aún si cabe la española − era el trato con los países fronterizos. Se vio durante el verano de 2014, cuando una leve disputa con el rey marroquí Mohamed VI provocó la “crisis de las pateras”. Marruecos dejó pasar a las pateras y 920 embarcaciones con un millar de personas alcanzaron las playas de Cádiz en tres días.

España sabe de la vital importancia que supone el país para contener la llegada de inmigrantes y Europa, también. Sólo en 2014 el Gobierno de Marruecos dijo que entre 25.000 y 40.000 extranjeros residían en su país en situación irregular; 80.000 si se suma a Mauritania. Por otro lado, la ciudad de Nador cuenta en sus alrededores con una docena de asentamientos de personas subsaharianas que han atravesado África para llegar a Marruecos y desde allí, intentar ir a Europa. Aunque una valla se lo impide.

Hace casi dos años que en Ceuta y Melilla murieron 15 personas. Según los representantes de las principales asociaciones de africanos en Madrid, hubo más responsables aparte del Ministerio de Interior o presuntamente de la Guardia Civil: la Unión Europea, “culpable de que tantos jóvenes africanos se encaramen sobre una valla metálica o crucen el mar en patera o a nado: la falta de oportunidades y la pobreza a la que la desertificación y las políticas comerciales de la UE abocan a estos países”, dijeron hace dos años en declaraciones recogidas por Lola Hierro en el blog Migrados. “La misma Europa que nos niega la entrada, expolia nuestros recursos y explota nuestras tierras. Es una unión de mercaderes, donde importa el dinero y no las personas”, añadían.

A pesar de que el 27 de noviembre de 2014, Marrakech acogiera el II Foro Mundial de los Derechos Humanos en un intento por transmitir la imagen de ser un país respetuoso con las libertades fundamentales, la violación sistemáticamente del derecho de expresión y de manifestación se sigue produciendo, según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), la única de estas características que denuncia abiertamente la vulneración de los derechos humanos y de las libertades individuales en Marruecos.

La falta de interés tanto de España como de la UE por denunciar ...