Estoy de acuerdo con ocho de las nueve afirmaciones de Jason Burke en ‘Depende:
Al Qaeda’ (junio/julio 2004), pero no encuentro razones para creer que
los militantes no pretenden "imponer un Estado islámico global" a
largo plazo. Lo están imponiendo donde pueden. Nada en su ideología
les impide continuar hasta que toda la población se convierta al islam.
El Corán fomenta el proselitismo y, aunque menciona el respeto a cristianos
y judíos, sus distintas interpretaciones pueden invalidarlo. En los
tres años que enseñé inglés en Arabia Saudí y
Kuwait, encontré una intolerancia que no había vivido en África,
Suramérica o Asia. Algunos comentaban que creían que los musulmanes
van al cielo y quienes no lo son, al infierno, y que las religiones no citadas
en el Corán (todas menos tres) deben ser destruidas.

  • Joseph Vignos
    Shimonoseki, Japón

"El principal objetivo de los militantes islámicos no es la conquista,
sino contraatacar a un Occidente que consideran agresivo", afirma Burke.
Según él, no pretenden imponer un Estado islámico global.
Esto contradice la tradicional división islámica entre dar
al-islam
(morada del islam), donde rige la ley islámica, y dar
al-harb
(morada
de la guerra). Estas denominaciones prevalecían incluso en los días
gloriosos del califato en el siglo ix. Y varios radicales islámicos
han declarado que esperan que un día la bandera del islam ondee en el
10 de Downing Street y que la sharia rija Occidente.

  • Aaron Elias
    Investigador asociado, Mir yeshiva
    (Instituto de Estudios Talmúdicos Avanzados) Jerusalén,
    Israel

Estoy de acuerdo con ocho de las nueve afirmaciones de Jason Burke en ‘Depende:
Al Qaeda’ (junio/julio 2004), pero no encuentro razones para creer que
los militantes no pretenden "imponer un Estado islámico global" a
largo plazo. Lo están imponiendo donde pueden. Nada en su ideología
les impide continuar hasta que toda la población se convierta al islam.
El Corán fomenta el proselitismo y, aunque menciona el respeto a cristianos
y judíos, sus distintas interpretaciones pueden invalidarlo. En los
tres años que enseñé inglés en Arabia Saudí y
Kuwait, encontré una intolerancia que no había vivido en África,
Suramérica o Asia. Algunos comentaban que creían que los musulmanes
van al cielo y quienes no lo son, al infierno, y que las religiones no citadas
en el Corán (todas menos tres) deben ser destruidas.

  • Joseph Vignos
    Shimonoseki, Japón

"El principal objetivo de los militantes islámicos no es la conquista,
sino contraatacar a un Occidente que consideran agresivo", afirma Burke.
Según él, no pretenden imponer un Estado islámico global.
Esto contradice la tradicional división islámica entre dar
al-islam
(morada del islam), donde rige la ley islámica, y dar
al-harb
(morada
de la guerra). Estas denominaciones prevalecían incluso en los días
gloriosos del califato en el siglo ix. Y varios radicales islámicos
han declarado que esperan que un día la bandera del islam ondee en el
10 de Downing Street y que la sharia rija Occidente.

  • Aaron Elias
    Investigador asociado, Mir yeshiva
    (Instituto de Estudios Talmúdicos Avanzados) Jerusalén,
    Israel