En la nanotecnología, el tamaño lo es todo. Actuar en la milmillonésima
parte de un metro permite a los científicos manipular las interacciones
entre los átomos y las moléculas y crear estructuras no existentes
en la naturaleza. Muchos occidentales temen que esta ciencia pueda dar lugar
a “nanomáquinas” fuera de control que se autorreproduzcan
hasta destruir la vida en el planeta, lo que se denomina “plaga gris”.
Esto parece exagerado, ya que no se está aplicando para poner en jaque
la esencia de la vida. De hecho, se está utilizando para avances como
pantalones que no se manchen.

Esto es distinto en el mundo menos favorecido, donde esta tecnología
está sirviendo para suministrar bienes básicos como agua potable,
cosechas prósperas o fuentes de energía. Peter Singer, director
del Centro Conjunto de Bioética de la Universidad de Toronto (Canadá)
y autor del informe La nanotecnología y el mundo en vías
de desarrollo,
descubrió que países como India y China son líderes mundiales
en su uso médico, y Brasil ha inventado nanoorganismos que ayudan a
limpiar y reciclar vertidos de petróleo.

Esta tecnología permitirá que las células fotovoltaicas
aprovechen mejor la energía solar, liberando a algunas naciones de las
limitaciones impuestas por los altos precios del petróleo y las ineficaces
redes de distribución de energía. Singer cree que, “si
la nanotecnología hace por estos Estados lo que las tecnologías
de la información han hecho por India”, podría sacarlos
fuera de la pobreza. Quizá las plagas no sean tan malas.



En la nanotecnología, el tamaño lo es todo. Actuar en la milmillonésima
parte de un metro permite a los científicos manipular las interacciones
entre los átomos y las moléculas y crear estructuras no existentes
en la naturaleza. Muchos occidentales temen que esta ciencia pueda dar lugar
a “nanomáquinas” fuera de control que se autorreproduzcan
hasta destruir la vida en el planeta, lo que se denomina “plaga gris”.
Esto parece exagerado, ya que no se está aplicando para poner en jaque
la esencia de la vida. De hecho, se está utilizando para avances como
pantalones que no se manchen.

Esto es distinto en el mundo menos favorecido, donde esta tecnología
está sirviendo para suministrar bienes básicos como agua potable,
cosechas prósperas o fuentes de energía. Peter Singer, director
del Centro Conjunto de Bioética de la Universidad de Toronto (Canadá)
y autor del informe La nanotecnología y el mundo en vías
de desarrollo,
descubrió que países como India y China son líderes mundiales
en su uso médico, y Brasil ha inventado nanoorganismos que ayudan a
limpiar y reciclar vertidos de petróleo.

Esta tecnología permitirá que las células fotovoltaicas
aprovechen mejor la energía solar, liberando a algunas naciones de las
limitaciones impuestas por los altos precios del petróleo y las ineficaces
redes de distribución de energía. Singer cree que, “si
la nanotecnología hace por estos Estados lo que las tecnologías
de la información han hecho por India”, podría sacarlos
fuera de la pobreza. Quizá las plagas no sean tan malas.