Hace poco, Bill Gates y Warren Buffett convencieron a 40 de las personas más ricas del mundo de que donaran la mitad de sus fortunas a organizaciones benéficas. He aquí cinco millonarios a los que no van a sablear de aquí a corto plazo.

 

GERARDO MAGALLON/AFP/Getty Images

Joaquín Guzmán Loera

País: México

Fortuna aproximada: 1.000 millones de dólares (unos 776 millones de euros)

Por qué es famoso: En 2009, el hombre más buscado de México fue el segundo narcotraficante que entró en la lista de los más ricos de la revista Forbes (el colombiano Pablo Escobar fue el primero en 1989). Desde que huyó de una cárcel de máxima seguridad en un carro de lavandería en 2001, Guzmán ha supervisado el ascenso del cártel de Sinaloa, que ha obtenido más de 20.000 millones de dólares de beneficios de dudoso origen.

Se cree que Guzmán se esconde en las montañas de Sierra Madre. Pese a sus ocasionales y osadas apariciones públicas -como su boda con una reina de belleza de 18 años en 2007, a la que al parecer asistieron cientos de personas, incluidos políticos locales- y las recompensas multimillonarias ofrecidas a cambio de su captura por los Gobiernos estadounidense y mexicano, permanece en libertad. Ello se debe en parte a su famosa crueldad -el cártel de Sinaloa fue el primero que recurrió a las ahora habituales decapitaciones para enviar mensajes a las fuerzas del orden y las bandas rivales-, así como a sus amplias relaciones con la policía. Guzmán ha presumido de pagar más de 5 millones de dólares en sobornos al mes a policías y políticos. Y la estrategia le está saliendo bien: un análisis de las detenciones sufridas por diversas bandas indica que los de Sinaloa han sabido infiltrarse en la policía con más habilidad que sus rivales.

Además, a Guzmán le gusta hacer cosas extravagantes. En varias ocasiones se le ha visto entrar en restaurantes con un grupo de guardias armados y confiscar los teléfonos móviles de los demás comensales; luego, para compensarles la molestia, les paga la comida… después de terminarse su propio filete.

 

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Dawood Ibrahim

País: India/Pakistán

Fortuna aproximada: Ente 6.000 y 7.000 millones de dólares

Por qué es famoso: Ibrahim destaca no sólo por haber conseguido abarcar los mundos del crimen organizado y el terrorismo internacional, sino porque lo ha hecho de forma más o menos abierta. Interpol emitió una orden de busca y captura contra él en 2009. Ibrahim, que es de Bombay, comenzó su organización, la “Compañía D”, cuando era adolescente, y con los años logró que aquel pequeño grupo de contrabandistas se convirtiera en uno de los mayores sindicatos del crimen de Asia a finales de los 80.

Al principio, la Compañía D era una organización totalmente laica, pero Ibrahim se radicalizó tras una serie de disturbios contra los musulmanes en India en 1992. Decidió reorientar el grupo hacia la protección de la población musulmana en territorio indio y se cree que fue el cerebro de las bombas de 1993 en Bombay, que mataron a más de 200 personas. Después de los atentados, Ibrahim trasladó la sede de su organización a Pakistán.

Según se dice, es uno de los que más contribuye a financiar el grupo terrorista paquistaní Lashkar e Taiba, al que se atribuye el ataque contra los hoteles de Bombay en 2008. Asimismo, se cree que la Compañía D comparte sus rutas de contrabando con Al Qaeda. Nueva Delhi ha solicitado su extradición y Estados Unidos lo ha calificado de terrorista. Pero Ibrahim ha diversificado también sus actividades y ha creado empresas legítimas. Al parecer, ha realizado grandes inversiones inmobiliarias y en el sector de la construcción en India y Pakistán, así como financiado varias producciones de Bollywood.

 

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Oleg Deripaska

País: Rusia

Fortuna aproximada: 10.700 millones de dólares.

Por qué es famoso: La ascensión de Deripaska es una de las historias más emblemáticas de la locura por enriquecerse que invadió Rusia a comienzos de los 90. Cuando cayó la URSS en 1991, era un estudiante universitario de 23 años. Tres años después, tras una serie de astutas inversiones en el sector del metal privatizado, libró una batalla que acabaría ganando por el control de una planta de fundición en Siberia, cuyo dueño llegó en un momento dado a apuntarle con un lanzagranadas.

No es que Deripaska se resistiera a utilizar también la mano dura. En una ocasión envió una milicia armada para apoderarse de una empresa rival de pasta de papel. En 2008 había transformado ya su imperio, Rusal, en la mayor compañía de aluminio del mundo y, en el proceso, se había convertido en el hombre más rico de Rusia (su posición bajó un poco con la reciente crisis financiera). Tiene también intereses en los sectores de los seguros, la fabricación de coches y la electricidad.

En 2006, Estados Unidos negó el visado a Deripaska por una investigación del FBI sobre unas acusaciones de blanqueo de dinero y sobornos. Los tribunales británicos también se han interesado por los negocios de éste con Anton Malevsky, uno de los personajes más poderosos de la mafia rusa. Deripaska se vio envuelto en un escándalo político británico en 2008, cuando se informó de que había invitado a cenar al comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson, cuya actuación había sido fundamental en unos recortes de los aranceles sobre el aluminio de los que se benefició el magnate ruso.

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La familia Uzan

País: Turquía

Fortuna aproximada: Antiguamente, 1.600 millones de dólares

Por qué son famosos: Los Uzan llegaron a Turquía procedentes de Bosnia alrededor de 1910 e hicieron fortuna en la construcción y la banca. En 2001 estaban en la lista de los más ricos de Forbes. Cem Uzan, el actual patriarca de la familia, estableció la primera cadena privada de televisión del país y fundó un partido político de oposición, lo cual hizo que muchos le comparasen con el magnate y primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.

Por desgracia, Uzan también parecía compartir la afición de il cavaliere por ciertas prácticas  turbias a la hora de hacer negocios. Hubo un momento en el que la familia se enfrentaba a más de 100 acusaciones penales en el sistema judicial turco, desde calumnias hasta blanqueo de dinero. Pero eso no fue nada comparado con cómo lograron estafar al gigante estadounidense de las telecomunicaciones Motorola, que prestó a empresas controladas por los Uzan 2.700 millones de dólares, en efectivo y en activos, cuando intentaba entrar en el mercado turco del sector. Motorola nunca volvió a ver un céntimo de aquel dinero.

Gracias a sus conexiones políticas y su influencia en los medios de comunicación, los Uzan pudieron actuar con impunidad durante años. Pero la relación claramente hostil de la familia con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, fue su perdición. En 2004, el Gobierno de Ankara incautó 219 empresas de la familia y éstos perdieron su lugar en la lista de Forbes. En la actualidad, Cem vive escondido en Francia para eludir una condena de 23 años de cárcel en su país.

 

Allan Stanford

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País: Estados Unidos/Antigua y Barbuda

Fortuna aproximada: 2.200 millones de dólares en 2008.

Por qué es famoso: Acusado en 2009 de organizar un esquema de ponzi en más de 140 países, Stanford empezó a hacerse rico dirigiendo la empresa inmobiliaria de su padre en los 80. En 1990, después de la jubilación de su padre, Stanford se trasladó a Antigua y Barbuda. En su apogeo, Stanford Financial administraba 51.000 millones de dólares en activos. Stanford se convirtió en uno de los mayores benefactores y personajes más visibles de la isla caribeña y recibió el título de sir. Además, el exuberante tejano se convirtió en una figura destacada del mundo del críquet, al gastar millones de dólares de su bolsillo para patrocinar torneos en todo el Caribe y promover este deporte en EE UU. También fue uno de los “principales benefactores” en la Convención Nacional Demócrata de 2008 en Denver y fue elogiado por el ex presidente Bill Clinton y la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi.

Por desgracia, todo estaba basado en una mentira. Stanford llevaba años engañando a sus inversores, mintiendo sobre el rendimiento de sus operaciones financieras y la seguridad de sus depósitos. Las autoridades de Estados Unidos llevaban más de 15 años investigando a Stanford, pero no intensificaron sus esfuerzos hasta después de la condena de otro estafador, Bernard Madoff. Se dice que Stanford está asimismo siendo investigado por blanquear dinero para el tristemente famoso Cártel del Golfo mexicano.

En la actualidad, está detenido en EE UU, en espera de juicio por fraude. Sus abogados aseguran que su salud está deteriorándose en prisión y han pedido a un juez que le conceda la libertad bajo fianza.