Diaspora_portada
Indios que viven en Reino Unido dan la bienvenida al Primer Ministro Narendra Modi en su visita a Londres. NIKLAS HALLE’N/AFP/Getty Images

Cómo los indios en el extranjero se han convertido en un elemento vital en la diplomacia del Gobierno de Nueva Delhi.

La emigración en India no es un fenómeno anecdótico. Cuando en Madrid era difícil encontrar un cibercafé (en los días anteriores al móvil, Internet en los hogares y el wifi), en las ciudades indias abundaban. Había uno a modo de kiosco de prensa cerca de mi casa, en un barrio del sur de Nueva Delhi, con varios ordenadores y routers ruidosos con los que conectarse con la otra punta del planeta. Me gustaba preguntar a los otros usuarios a quién escribían, y me decían que un hermano en Arabia Saudí, un tío en EE UU, un primo en Canadá que le estaba ayudando a conseguir un visado para estudiar allí. La presencia de India en el mundo es manifiesta.

 

La diáspora india: una gran familia global

Diáspora India
Ampliar imagen para ver mapa interactivo de la diáspora India

En el cómputo de indios en el extranjero (IE), el Gobierno del país identifica dos categorías de ciudadanos: los indios no residentes (INR) y personas de origen indio (POI). Según el Ministerio de Exteriores, la diáspora india está compuesta por casi 31 millones de personas repartidas en 208 Estados del mundo. Las comunidades más numerosas se concentran en países occidentales de habla mayoritaria inglesa (30%), en el vecindario próximo (28%) y los Estados del Golfo (25%). En EE UU, el ministerio registra 4,46 millones de indios; en Reino Unido, son cerca de 1,82 millones; en Suráfrica, 1,56 millones; Canadá, un millón; y casi medio millón en Australia. En los países del Golfo, la comunidad más numerosa está en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), con 3,1 millones; le sigue Arabia Saudí, con más de 2,8 millones; casi un millón de personas en Kuwait; Qatar (692.000); Omán (689.000); y 216.000 indios en Bahréin. Dentro del vecindario más cercano, los Estados donde hay mayor concentración de indios migrados son Malasia (2,98 millones), Myanmar (2 millones), Sri Lanka (1,6 millones), Isla Mauricio (804.000), Singapur (650.000) y Nepal (600.000).

El factor económico de la diáspora no es desdeñable. India es el mayor recipiente de remesas del mundo. En 2018, recibió 79.000 millones de dólares, por encima de China, que tiene una diáspora superior. Las tres principales fuentes de remesas son EAU (20%), seguido por EE UU (17%) y Arabia Saudí (16%). Una de los objetivos de la política exterior del Primer Ministro indio, Narendra Modi, es conseguir que la diáspora invierta más en el desarrollo de sus comunidades (escuelas, infraestructuras, energías renovables), creen PYMES, y de esta manera, contribuyan a crear riqueza en sus pueblos. En definitiva, la utilización de ese capital para crear riqueza, aunque solo un 20% de las remesas acaba en depósitos bancarios. El 60% termina en manos de las familias de los migrantes. Pero el interés del gobierno de Modi en la diáspora no es solo económico.

India_Modi_Silicon_Valley
El primer ministro indio, Narendra Modi. dando una charla en Silicon Valley, Estados Unidos. STRDEL/AFP/Getty Images

La celebración de la diáspora, aunque no es un invento del actual Primer Ministro, ha adquirido mayor visibilidad durante su gobierno. Durante los primeros 40 años, ésta fue dada de lado. Para Jawaharlal Nehru, el primer dirigente de India independiente, la diáspora era un elemento marginal de la política exterior del país. No solo por evitar injerencias en los asuntos de otros Estados, sino porque se consideraba que quienes emigraron habían traicionado de alguna forma a la patria, vaciándola de sus ciudadanos más preparados, especialmente aplicable al caso de los titulados superiores. En cambio, el Estado fomentaba el movimiento de los menos cualificados para canalizar las remesas y solucionar el problema de la falta de salidas laborables propia de una superpoblación. Desde la liberalización económica iniciada por el gobierno de Narasimha Rao (Partido del Congreso), a principios de los 90 y con la crisis económica, esta visión cambió, dada la necesidad de inversión extranjera. Rao incentivó la participación de los IE diversificando los sectores en los que invertir.

El mayor acercamiento se produjo con la llegada al poder del partido Bharatiya Janata (BJP). El nacionalismo hindú abanderó la política de reconexión con la madre patria, inicialmente durante el gobierno de Atal Behari Vajpayee (1998-2004). Bajo su gobierno, se organizó el primer Pravasi Bharatiya Das o Día de la Diáspora India, celebrado el 9 de enero de 2003. El día hace referencia a 1915, cuando Mahatma Gandhi regresó de Suráfrica a India. La fecha tiene un alto valor simbólico, mostrando el valor del migrante de éxito que regresa para mejorar su comunidad. Más de 2000 IE acudieron a Nueva Delhi para participar en este evento, el primero de la “familia india global”. En esa línea, se organizaron los Pravasi Bharatiya Damman, premios que se conceden a 10 miembros destacados de la diáspora, a los que se considera embajadores de la “marca india”. Se celebraba cada año y en la actualidad, cada dos.

En 2004, se abrió el centro para la diáspora Pravasi Bharatiya Kendra, núcleo para la “familia india global” y dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Es clave para coordinar a las diferentes comunidades y servir como centro de conexión entre India y los IE en diferentes países. El Gobierno indio, considera que estas comunidades constituyen “una gran fuerza económica, social y cultural” y pueden tender puentes que faciliten las relaciones bilaterales de India con esos países.

También en 2004, se creó un Ministerio de Asuntos para los indios no residentes que posteriormente fue renombrado como Ministerio de Asuntos de Indios en el Extranjero (MAIE, en sus siglas en inglés). La Ley de Ciudadanía India (1955) fue reformada en agosto de 2005 para extender derechos de ciudadanos a los miembros de la diáspora que aún conservaran pasaporte indio, concediéndoles el visado vitalicio, que les permitía entrar y salir del país con libertad. En el caso de las POI, se introdujo una tarjeta que permitía la entrada y salida libre durante un periodo de 15 años. El procedimiento mejoró en 2014, al unificarse los dos esquemas en una única tarjeta de identidad que constituye una tarjeta vitalicia multientrada y multipropósito. Asimismo, se integró el MAIE en el de Asuntos Exteriores, creándose una División de Asuntos de los Indios en el Extranjero que evitaba la duplicación de competencias.

 

Proyección de ‘poder blando’

Narendra Modi pasó de ser un marginado de la política internacional durante su gobierno como ministro del estado de Gujrat (2001-2014), especialmente tras las masacres de 2002, a ser recibido en lugares ilustres por dignatarios, políticos y una cantidad abrumadora de ciudadanos. En el cambio, influyeron su imaginación y creatividad para proyectar poder blando, al conseguir explotar el valor de la diáspora como herramienta de política exterior y recurso estratégico, para mejorar la visibilidad de India. En el guión estaba explotar una imagen como la mayor democracia del mundo, un lugar espiritual, cuna del yoga, y donde la tradición convive con la tecnología.

Modi espera de los IE que ayuden a que India consiga sus objetivos comerciales y contribuyan a facilitar los objetivos de su política exterior. En especial, facilitar la promoción del país como destino turístico y receptor de inversión extranjera. Es fundamentalmente un trabajo de marketing, de creación de la “marca India”. Pretende con este cambio que la visión negativa del país pase del subdesarrollo, ineficiencia y corrupción, al de una nación de oportunidades, avance tecnológico, crecimiento económico, y proyectar así una imagen de potencia regional. En este objetivo, la diáspora se presenta como muestra del éxito de India, como ejemplo de hasta dónde puede llegar su población si se invierte en ella.

Así, Modi pide a los IE que, como miembros privilegiados de la gran familia india, contribuyan a su crecimiento con su voluntariado, sus conocimientos, inversiones. La maestría con la que maneja la “marca India” se ha reflejado en su capacidad de conseguir que este cambio de discurso ilusionara a los IE tanto como para llenar el Madison Square Garden (Nueva York, septiembre 2014, unos 19.000 asistentes), Allphones Arena (Sídney, noviembre 2014, 16.000 asistentes), el Coliseo de Ricoh (Toronto, abril 2015, más de 10.000 IE), estadio de Crícquet (Dubái, agosto 2015, cerca de 10.000) o el estadio de Wembley (Londres, noviembre 2015, unos 60.000 asistentes), con David Cameron de telonero. En estos multitudinarios encuentros, la parafernalia musical y de gran show apela a las emociones de pertenencia… En palabras de Modi a los asistentes: “jugáis un papel clave para difundir una imagen positiva de India”.

India_trabajadores_Dubai
Trabajadores de la construcción en Dubai. SAM PANTHAKY/AFP/Getty Images

La relación es recíproca. Los encuentros entre Modi y representantes de los IE dieron como resultado mejoras en los procesos de obtención de visados, aunque la concesión de doble nacionalidad ya se aprobó en 2003. En estas ocasiones Modi se ha mostrado como un líder carismático, una estrella mediática, pero también, como un hombre humilde. Modi ha sabido, al igual que en su política doméstica, enviar un mensaje de que él no solo gobierna para los poderosos, sino también para los más desfavorecidos dentro y fuera de India. Su lema, Sabka saath, sabka vikaas, algo así como “toma a todo el mundo y trabaja para todo el mundo” por igual, un mensaje de inclusión que parece chocar con el tratamiento hacia algunas minorías, como la musulmana. También se puede afirmar que las políticas de la misión Antyodaya (mejorar la economía de los más pobres) que se aplica en varios esquemas en India, se puede extender a los trabajadores no cualificados en condiciones extremas en GCC. En su visita a EAU (Dubái, agosto 2015) donde la diáspora india, fundamentalmente no cualificada, es el 40%, se organizó un encuentro en una cancha de baloncesto con trabajadores de la construcción tenía como objetivo dejar claro un mensaje de hombre fuerte, pero también cercano y comprensivo. Con anterioridad, ni un solo líder indio se había molestado por sentarse a comer con estos trabajadores, mucho menos a preguntarles por sus vidas, familias o necesidades. Era la primera vez que un líder indio visitaba el país tras 34 años. Modi utilizó su buena relación personal con el jeque Muhammad bin Zayed para fomentar mejoras en las condiciones laborales de estos trabajadores.

Esta diplomacia de padre protector de sus ciudadanos allá donde estén, indiferentemente de su clase social, también se extiende a los rescates de ciudadanos indios durante las guerras en Líbano (2006), Libia (2011 y 2014), Irak (2003 y 2014), Egipto (2011), Siria (2011) y Yemen (2015), los cuales supusieron una notable mejora de la imagen internacional de India. Especialmente espectacular fue el despliegue para evacuar ciudadanos indios en Yemen durante los bombardeos de la coalición aliada saudí en 2015. La Operación Rahat tuvo tanto éxito, que incluso EE UU recomendó a sus ciudadanos que pidieran ayuda al Alto Comisionado de India. Los artífices de la operación, Modi mediando con el rey Muhammad Bin Salman, y Sushma Swaraj, ministra de Exteriores, con los yemeníes, lograron parar los bombardeos durante dos horas diarias para que las autoridades facilitaran la evacuación de más de 5.000 personas (4.640 indios) de al menos 40 nacionalidades distintas.

En EE UU, el Ejecutivo indio consiguió acabar con los tediosos y difíciles trámites para conseguir visados, con la corrupción y nepotismo que suelen exhibir algunos trabajadores de la Embajada. El gobierno de Modi modificó los procedimientos y contrató a dos empresas estadounidenses para gestionar los servicios de solicitud y obtención de visados. En Estados Unidos, los intereses de Modi son fundamentalmente económicos y políticos. En lo económico, se creó una iniciativa para fomentar la inversión con el objetivo de canalizar fondos indo-americanos para la creación de PYMES en India. La visita a Silicon Valley (2015) tenía como objetivo implicar a las empresas (el 15% de las startups de la costa oeste norteamericana están gestionadas por IE) y llegar a acuerdos con el Gobierno de EE UU. Se firmaron algunos memorandos de entendimiento entre la industria del software, NASSCOM y una asociación de emprendedores creada ad hoc por INR. Los cambios en la legislación para mejorar las inversiones han dado efecto. El puesto de India en el ránking de países con los que hacer negocios del Banco Mundial subió del 140 (de 189 países) en 2014 al 77 (de 190) en 2019.

Respecto a la política, Modi busca la creación de un lobby indio que haga notar su influencia en los corredores de poder estadounidenes. En realidad, el caucus de la Casa India se había formado en 1994 (inspirado en el caucus negro del Congreso). Este caucus contribuyó a rebajar la tensión tras las pruebas nucleares de 1998 y presionó al entonces presidente Bill Clinton para reclamar la retirada de Pakistán de Cachemira durante la crisis de Kargil (1999). En 2002, se creó el Comité de Acción Política EE UU-India (USINPAC en sus siglas en inglés), inspirado en el comité Americano-Israelí AIPAC. Dado que había perdido capacidad de acción, Modi se reunió en septiembre de 2014 con lobistas de AIPAC para revivir el USINPAC (a quienes se atribuye que influyeron positivamente en la firma del acuerdo nuclear de 2006 entre EE UU e India y presionan para conseguir un escaño permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU). De hecho, la organización sionista de América (ZOA) ayudó a los IE a organizar la visita de Modi a Silicon Valley.

¿Hasta qué punto es tangible el efecto de esta política? El carácter de hombre fuerte de Modi representa al populismo y el nacionalismo indio que está redefiniendo la naturaleza de ciudadanía india y de lealtad al Estado. Un pasaporte indio o una herencia india ya no bastan. Hace falta más. Ahora hay que demostrar la lealtad con hechos concretos, con la creación de un ciudadano modelo, un miniembajador de la madre patria que a través de su comportamiento (buen trabajador libre de conflictos), sirva de vehículo para mejorar la imagen de India. Hay mucho de proselitismo en esta política, a través de la cual se explotan las emociones (nostalgia, remordimiento) para ligar a los IE a su origen. En cualquier caso, dados los recursos disponibles, Modi ha sabido maximizar con buenas dosis de creatividad el alcance del poder blando, la política exterior y la diplomacia, a través de uno de los mayores recursos de India: su población.

Loading...

Loading…