Algunas iniciativas internacionales podrían ayudar a reducir y prevenir la violencia de género.
![]() |
AFP/Getty Images |
Estudiantes indias demandan mayor seguridad para las mujeres en Nueva Delhi, diciembre de 2012. |
El mundo se sorprende ante la trágica sucesión de eventos que sacuden Delhi desde diciembre, cuando tuvo lugar la violación en grupo y asesinato de una estudiante de 23 años en un autobús urbano. La agresión, que tiene poco de raro en una ciudad en la que la amenaza que pesa sobre las mujeres es crónica, ha servido para crear una fuerte reacción social en el país y para arrojar luz en el resto del mundo sobre los peligros a los que se enfrentan las mujeres en la capital india, donde el acoso y los abusos se suceden con regularidad endémica.
Para algunos, esta prevalencia de la inseguridad no es nada nuevo y llevan años tratando de identificar los factores que la sostienen. Ya en 2005, el gobierno de la capital publicó un estudio reconociendo la gravedad de la situación y proponiendo diversas maneras de potenciar la sensibilización. Hace tres años, la autoridad de transportes de la ciudad, consciente de que sus vehículos eran uno de los escenarios más habituales para los perpetradores, creó rutas conducidas por mujeres, pero tal iniciativa apenas consiguió despegar y prácticamente se ha desvanecido antes de que haya podido tener algún efecto mensurable. En una reacción quizás excesivamente centrada en el castigo y con una vocación más ejemplarizante que educativa, el pasado 19 de marzo el parlamento indio aprobó un endurecimiento de las penas contra los violadores.
Estas y otras medidas locales se han visto complementadas por esfuerzos internacionales como el de ONU-Mujeres, que lanzó en 2010 el programa Safe Cities for Women and Girls (Ciudades Seguras para Mujeres y Niñas) en Delhi y otras cuatro capitales: Quito, El Cairo, Port Moresby y Kigali. Todas estas ciudades presentan índices muy altos de inseguridad para las mujeres, por factores que van desde una fisonomía urbana que facilita las agresiones (por ejemplo, por la presencia mayoritaria de calles mal iluminadas), hasta la preeminencia de actitudes permisivas o de altos niveles generales de criminalidad. En otros casos, el surgimiento de expresiones populares masivas ha servido para amplificar patrones de agresión ya enraizados, lo que puede verse en la alarmante incidencia del acoso sexual que acompaña a las manifestaciones que sacuden la plaza Tahrir de El Cairo. Las zonas en las que opera el programa han ido aumentando y se espera que Safe Cities esté presente en 35 ciudades en 2017. La última en incorporarse al programa es Dublín, primera experiencia de esta iniciativa en el mundo rico, un reconocimiento de que la necesidad de abordar la violencia de género no viene determinada por las latitudes geográficas ni por la renta per cápita.
La estrategia de Safe Cities aborda siete aspectos clave para mejorar ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF