India es el segundo país más poblado del mundo y en su territorio viven más de 587 millones de mujeres, según el último censo. Para ilustrar el alcance de esta verdad, una campaña nacional ha hecho pública la siguiente imagen a propósito de las elecciones generales que acaban de celebrarse: un mapa del país (rombo imperfecto en equilibrio sobre una punta) dividido en dos mitades. La inferior está coloreada de verde y tiene el icono de una mujer. El eslogan: “Hay un 49% de energía. Usar con juicio”. La campaña se llama "Power of 49%",el poder que reúnen las mujeres del país, casi la mitad del censo electoral y también la mitad de la población de todo el territorio. Los porcentajes reales son ligeramente menos redondos, pero la licencia de la propaganda no le resta valor al mensaje: son muchas, tienen necesidades concretas y su voto es una herramienta poderosa para elegir a aquellos políticos que mejor sepan atenderlas.
Narendra Modi, líder del partido hinduista Bharatiya Janata Party (BJP), ha sido el elegido para dirigir el país la próxima legislatura en régimen de mayoría absoluta en unos comicios que han tenido la participación más alta de la historia desde los celebrados en 1984 tras el magnicidio de Indira Gandhi. Su propuesta tenía estos puntos principales: frenar la corrupción y reactivar el crecimiento económico para que India se consolide como la gran potencia que los analistas pronostica. Según un informe sobre competitividad global del Foro Económico Mundial, el país ha perdido posiciones con respecto a China, Brasil y Suráfrica.
El gran aval electoral de Modi ha sido su gestión del estado oriental de Gujarat durante los últimos doce años, periodo en el que ha despuntado como uno de los territorios más prósperos para hacer negocios. Si sus promesas electorales se cumplen, mujeres y hombres de la pujante clase media podrán beneficiarse del tirón económico y del esperado ascenso social, pero en un territorio de grandes masas desiguales como India, las empresas y las inversiones no siempre son la solución para ayudar a la población más vulnerable. Y en este grupo, las mujeres ocupan un lugar importante.
La desigualdad entre sexos ha sido uno de los temas recurrentes de la campaña. La violación de una estudiante de Nueva Delhi que viajaba en autobús en diciembre de 2012 despertó la conciencia feminista del país y desde entonces los partidos políticos han procurado mostrarse sensibles con este problema. El programa con el que el BJP ha accedido al poder incluye un apartado centrado en ellas que promete fondos de ayuda para las víctimas de violaciones, programas de salud y formación y campañas para frenar el aborto selectivo de niñas. Si el admirado modelo de Gujarat es el espejo en el que se puede ver el futuro de India, los ...
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