Ministra de Finanzas | Nigeria

 

En marzo, los Gobiernos de Suráfrica, Angola y Nigeria designaron a Ngozi Okonjo-Iweala, antigua directora ejecutiva del Banco Mundial para suceder a Robert Zoellick como presidenta de la institución. Por tradición, el puesto lo ocupa un estadounidense escogido por su Gobierno, pero Okonjo-Iweala opina que ha llegado la hora de que eso cambie. “El equilibrio de poder en el mundo ha variado”, dijo después de la nominación, y alegó que los países en vías de desarrollo “necesitan tener una voz en la dirección de las cosas”. Por ahora, ella se dedica más o menos a dirigir las cosas en Nigeria, en su segundo mandato como ministra de Finanzas. En su primer periodo, la economista educada en Harvard y el MIT recibió grandes elogios por negociar el perdón de una deuda de miles de millones de dólares con los acreedores internacionales de su país y poner en marcha una destacada campaña contra la corrupción. En esta ocasión, su tarea está siendo más difícil por una campaña de terror emprendida por militantes del grupo Boko Haram, afiliado a Al Qaeda. No obstante, Okonjo-Iweala, de 57 años, está empeñada en hacer que Nigeria sea un lugar atractivo para las empresas internacionales, un reto importante de los que le han hecho famosa.