Los gobiernos locales y regionales de la Unión Europea se reúnen para discutir y tomar decisiones sobre gobernanza en los océanos, la rehabilitación sísmica, la estrategia marítima del Atlántico y el futuro de la PAC.

Gobernanza internacional de los océanos: una agenda para el futuro de nuestros océanos ha sido uno de los proyectos  de Dictamen que se han trabajado en la reunión de la Comisión de Recursos Naturales organizada por el Comité Europeo de las Regiones y el Gobierno de Islas Baleares celebrada durante los días 1 y 2 de junio en Palma de Mallorca. Junto a este también se han tratados otros tres trabajos: Una política europea para la rehabilitación sísmica del patrimonio inmobiliario y las infraestructuras, el Plan de acción para una estrategia marítima en la región atlántica y La PAC después de 2020.

El primero ha corrido a cargo del escocés, Anthony Gerard Buchanan, concejal de East Renfrewshire, quién ha  señalado que “los océanos no son barreras sino fuente de prosperidad y unión”. La idea es hacer hincapié en el papel de liderazgo de la Unión Europea en la gobernanza marítima, cuyo  objetivo consiste en aplicar, en beneficio de las costas y los mares de Europa, el marco político y reglamentario. Para ello, considera fundamental  la función de los entes locales y regionales, de las comunidades costeras y los agentes económicos y sociales para garantizar los factores económicos, medioambientales, climáticos y sociales.

Durante la sesión se ha destacado en numerosas ocasiones la importancia de la dimensión local de la gobernanza en los océanos, que guarda relación con la extracción de los recursos, las ventajas económicas o las repercusiones medioambientales. La sostenibilidad de los océanos es crucial según el propio Buchanan, y aquí los entes locales y regionales son un elemento principal, ya que son los que deben introducir las políticas sostenibles que impidan aspectos como la sobrepesca y la contaminación marítima.

Ha salido a relucir la importancia de crear las condiciones para que florezca una economía azul. Según el propio Buchanan es necesario crear una economía azul apoyada con datos y recursos técnicos. En numerosas ocasiones se ha hecho mención a lo indispensable en este caso de aplicar el Acuerdo de París sobre cambio climático para mitigar el impacto perjudicial sobre los océanos, las costas y los ecosistemas, y abordar los costes futuros producidos por el calentamiento del planeta y la subida del nivel de los océanos. Ha estado muy presente durante este momento de la jornada, la preocupación por la salida de Estados Unidos de la COP-21 según decisión del presidente estadounidense, Donald Trump.

Una de las iniciativas más interesantes es la lucha contra la basura marina y el llamado mar de plástico. Así como también se ha puesto de manifiesto la importancia de combatir la pesca ilegal y reforzar la gestión sostenible de los recursos alimenticios de los océanos a escala mundial. Y siempre tratar de trasladar estas ideas e implementar proyectos comunes con  los Estados no miembros de la UE.

Relacionada con está directiva, Jerry Lundy, miembro del Consejo del Condado de Sligo, resalta el papel de Irlanda y su tradición marítima y costera, con un territorio costero 10 veces mayor al terrestre. Destaca la necesidad de trabajar de manera conjunta todas las regiones bañadas por el Atlántico. El plan de acción pretende dar respuesta a los desafíos que suponen generar crecimiento, reducir la huella de carbono, utilizar los recursos naturales marinos de manera sostenible, responder a las amenazas y emergencias y aplicar un enfoque de gestión “ecosistémica” en aguas atlánticas.

Vito Santarsiero, miembro de la Asamblea Regional de Basilicata, ha presentado la rehabilitación sísmica del patrimonio inmobiliario y las infraestructuras, donde se destaca que estudios recientes muestran el riesgo sísmico en el espacio europeo, con mayores riesgos en Italia, Grecia y Rumanía, y niveles moderados en zonas de Francia, Alemania, Bélgica, España y Portugal. Destaca la necesidad de tomar medidas y crear nuevas políticas que mitiguen el riesgo sísmico.

El proyecto de Dictamen, La PAC después de 2010, presentado por Guillaume Cross, vicepresidente del Consejo Regional de Occitania, ha llevado más tiempo. Cross ha tratado principalmente definir “qué PAC queremos para nuestros territorios”. También ha señalado que la Política Agraria Común actual es injusta, no es sostenible y no es saludable. Para hacer frente a estos retos y que las explotaciones agrícolas prosperen es necesario que haya ingresos suficientes para que se refuerce a los agricultore. Se ha destacado el envejecimiento de las zonas rurales y la necesidad de activar políticas e incentivos que hagan sostenible el campo, fomentando por ejemplo el interés de los jóvenes por trabajar el campo, además de otros aspectos que no sean puramente agrícolas como el turismo o la gastronomía. Para poder llevar esto a cabo, serían necesarios tres principios: producción equitativa, sostenible y solidaria. Se pone de manifiesto la necesidad de mantener la competitividad agrícola, la introducción de innovaciones tecnológicas que se desplieguen sobre el terreno y el equilibrio entre medio ambiente y agricultura. “El sector debe tener vida y evitar esa volatilidad”, aseguran los comparecientes.

Es interesante ver cómo se realizan este tipo de proceso, presentaciones de directivas, los diálogos entre los diferentes asistentes, las votaciones y la resolución final. En un marco donde se trata de dar voz y otorgarle un papel a los entes locales y regionales, que al final son los que están más cerca de los ciudadanos.