• Pakistán on the brink: the Future of Pakistan, Afghanistan and the West
    Ahmed Rashid
    256 páginas
    The Viking Press, Nueva York, 2012

 

Cuando en el año 2009 el presidente Barack Obama lanzó la estrategia AfPak, dirigida a poner fin al terrorismo de Al Qaeda activo en Afganistán y Pakistán, puso de relieve la naturaleza endogámica de la políticas de seguridad de ambos países. Afganistán, territorio de despliegue de las fuerzas de la OTAN en la guerra contra el terror y, Pakistán, actor central en la resolución del conflicto y santuario de los dirigentes talibanes, debían ser abordados como una única región frente a un desafío común. A día de hoy, la situación se ha deteriorado en todos los frentes, y ante la próxima retirada de tropas occidentales de Afganistán, el futuro se presenta incierto.

Pakistán on the brink: the Future of Pakistan, Afghanistan and the West es la crónica desengañada de los fallidos intentos por reconstruir el estado afgano, derrotar a los talibanes, y estabilizar la región. En palabras del vicepresidente norteamericano, Joseph Biden al autor “Seis años después de derrocar a los talibanes, Afganistán es una guerra olvidada, y el país se está deslizando hacia el fracaso” La política de Estados Unidos hacia la región durante el primer mandato de Obama, argumenta Rashid, se ha visto lastrada por la indecisión del presidente a la hora de asumir el liderazgo y abordar las luchas intestinas entre el Pentágono y los asesores civiles del Departamento de Estado. El espectacular asalto con el que comienza el libro de los marines norteamericanos y que acabó con la vida de Osama bin Laden en Abbottabad, a poca distancia de una de las principales bases militares de la nación, resquebrajó la ya frágil confianza entre Estados Unidos y Pakistán, y dio lugar a un distanciamiento irreversible. Cuatro son los factores que según Rashid han impedido a Pakistán alcanzar la necesitada estabilidad: la inoperante elite dirigente, el paradigma de seguridad que perpetúa a la cúpula militar como poder fáctico absoluto, la utilización de los grupos yihadistas en apoyo de las políticas de defensa, y el fracaso del sistema político y la cohesión étnica.

En esta obra Ahmed Rashid disecciona con la claridad y minuciosidad que le caracteriza la mentalidad y los intereses del estamento militar pakistaní, la lógica de su ambigüedad a la hora de combatir el terrorismo, y su distorsionada percepción de la realidad regional, por la cual han impuesto una política nacional y exterior según unas prioridades que poco o nada tienen que ver con las necesidades reales de la población. Una política en disonancia con los intereses otros actores internacionales, entre los que se encuentran Irán, India, incluso recientemente, China y que ha encontrado su forma de expresión más esquizofrénica en el trazado de una línea divisoria entre buenos y malos terroristas talibanes, lo que ha permitido urdir una imposible relación con los Estados Unidos, apoyando por un lado la guerra contra el terrorismo, pero proporcionando cobijo y sustento a las redes de talibanes afines a Al Qaeda, a modo de una Penélope que deshace en la oscuridad de la noche lo tejido a la luz del día. La clase dirigente no sale mejor parada, dueña de todo el poder económico y político “carece de cualquier sentido de responsabilidad hacia el público, se niega a pagar impuestos y es inconmensurablemente corrupta”.

Pakistán al borde del abismo completa la trilogía que Rashid comenzó con Talibán, análisis del Afganistán de los años 80 y 90, y continuó en 2008 con Descenso al caos, donde examina el periodo posterior al 11-S hasta la victoria de Obama. Con esta última entrega Ahmed Rashid culmina más de dos décadas dedicadas de modo exclusivo a investigar el extremismo islámico en Pakistán, Afganistán y Asia Central, y proporciona una necesaria actualización de los principales dilemas: la inflexión en las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán, la radicalización de amplios sectores de la sociedad pakistaní, y los intentos fallidos de concertar un diálogo entre los distintos grupos étnicos afganos.

A pesar del tono escéptico y del lamento por lo que han sido décadas de oportunidades perdidas y decisiones erróneas, en el fondo late una tenue esperanza depositada en las nuevas generaciones de jóvenes (el 60% de la población tiene menos de 20 años) y en el capital humano del país: “los pakistaníes trabajan extraordinariamente bien en el mundo académico, las artes, la televisión, el diseño de moda, la música pop y, por supuesto, el cricket.” Rashid muestra también posibles salidas a la crisis actual, y las soluciones necesarias para garantizar una paz duradera, “Para funcionar como un estado normal –apunta Rashid- los pakistaníes necesitan desesperadamente una nueva narrativa de sus dirigentes, una narrativa que no culpabilice perpetuamente de sus propios males a la eterna troika de India, los Estados Unidos e Israel”. Si bien se echa en falta una mayor concreción a la hora de exponer como revertir dinámicas forjadas por intereses consolidados durante décadas y fortalecidas, precisamente, en los periodos críticos más propicios el cambio.

Pero aun siendo optimistas, el futuro a corto y medio plazo se muestra poco prometedor. El estado pakistaní se encuentra prácticamente en bancarrota y sobrevive gracias a los préstamos del Fondo Monetario Internacional y a la ayuda de países donantes. Teniendo en cuenta la actual crisis financiera global y las escasas o nulas reformas llevadas a cabo por el gobierno, y exigidas por la comunidad internacional, resulta bastante improbable que Pakistán siga obteniendo nuevos recursos financieros, y por lo tanto es de prever que la situación económica, y con ella la social, se agrave. Un levantamiento popular en la estela de la primavera árabe “no conduciría a una mayor democracia, sino a una revolución sanguinaria dirigida por los extremistas islámicos”.

-Pakistán al borde del abismo es un relato imprescindible para adentrarse, comprender y vislumbrar una salida al laberinto del conflicto Af-Pak, un aviso para navegantes.