En Europa, los partidos monotemáticos (con una sola reivindicación) no son una novedad. En Francia, hay uno dedicado sólo a restaurar la monarquía. En Alemania, los Panteras Grises defienden los intereses de los pensionistas. Pero el sueco Piratpartiet (Partido Pirata) es distinto; es el primero que ha hecho de la Red el centro de sus demandas.

El capitán: Rickard Falkvinge encabeza el boom de partidos piratas en Europa.

Fundado en 2006 por un ex empleado de Microsoft, la formación nórdica se ha planteado derribar las restrictivas leyes nacionales de copyright que prohíben actividades muy populares en el país escandinavo, como el intercambio de música y películas entre personas (P2P). Pero el líder de la organización, Rickard Falkvinge, afirma que el partido busca algo más que música gratis. “Nuestra misión es facilitar las cosas a la incipiente sociedad de la información”, sostiene. “Somos un grupo que defiende las libertades civiles”.

Parece que el mensaje está calando en la sociedad. En sus primeros dos días de vida, su web recibió tres millones de visitantes. Muchos de ellos eran suecos en edad universitaria, quienes constituyen la mayoría de los afiliados a esta formación, que obtuvo 35.000 votos en las parlamentarias de 2006.No lograron escaños, pero sí obligaron a los partidos más poderosos a incluir la reforma de los derechos de propiedad en sus agendas.

Ahora están surgiendo partidos piratas en todo el Viejo Continente. Austria, Alemania y España tienen formaciones legales de este tipo que se han presentado a recientes elecciones. Los partidos tradicionales harían bien en tener en cuenta a estos políticos expertos en tecnología. “Nosotros comunicamos con más rapidez y eficacia que ningún otro partido”, dice Falkvinge. “Podemos lograr que se haga en una hora lo que a otros les lleva una semana de reuniones”. El que avisa no es traidor.