Zona cero: entrada virtual a la base de Guantánamo.
 

La emisión se inicia con un vídeo muy logrado, con imágenes de una sonriente mujer dando la mano a varios líderes mundiales: George W. Bush, Jacques Chirac, Bono… Pero entonces la acción pierde fuerza (demasiada). Porque no es Angelina Jolie de visita en la ONU, sino el primer vídeo realizado por un jefe de Estado en versión podcast (programa de radio o televisión descargable en el iPod). En las emisiones, que comenzaron en junio, una Angela Merkel visiblemente incómoda aborda cada semana un asunto distinto, como por ejemplo: La reforma federal, Puntos clave de la reforma de la política sanitaria y Los fondos de pensiones. Y en todas aparece con la misma monótona y sosa expresión.
Producir cada uno de los podcast le cuesta al Gobierno alemán 8.200 dólares (casi 6.500 euros). Pero a los ciudadanos no parece preocuparles. En realidad, más bien se han convertido en fans de este tipo de mensajes. De los cuatro primeros discursos se realizaron casi 200.000 descargas en el primer mes. "Creemos que ha sido un éxito", dice un portavoz del Gobierno germano. Tanto es así que los partidos de oposición de ambos lados del espectro político están lanzando sus propios podcast como respuesta.

Algunos críticos consideran las emisiones de la canciller como una parte de su estrategia para evadir las preguntas difíciles. "Merkel está concediendo muy pocas entrevistas desde su nombramiento", afirma Sascha Kneip, analista del Centro de Investigaciones para las Ciencias Sociales de Berlín. "Tal vez espera que así la prensa empleará los podcast y aireará los puntos de vista del Gobierno… sin que ella tenga que defenderlos y justificarlos".

‘Podpolítica’

Zona cero: entrada virtual a la base de Guantánamo.
 

La emisión se inicia con un vídeo muy logrado, con imágenes de una sonriente mujer dando la mano a varios líderes mundiales: George W. Bush, Jacques Chirac, Bono… Pero entonces la acción pierde fuerza (demasiada). Porque no es Angelina Jolie de visita en la ONU, sino el primer vídeo realizado por un jefe de Estado en versión podcast (programa de radio o televisión descargable en el iPod). En las emisiones, que comenzaron en junio, una Angela Merkel visiblemente incómoda aborda cada semana un asunto distinto, como por ejemplo: La reforma federal, Puntos clave de la reforma de la política sanitaria y Los fondos de pensiones. Y en todas aparece con la misma monótona y sosa expresión.
Producir cada uno de los podcast le cuesta al Gobierno alemán 8.200 dólares (casi 6.500 euros). Pero a los ciudadanos no parece preocuparles. En realidad, más bien se han convertido en fans de este tipo de mensajes. De los cuatro primeros discursos se realizaron casi 200.000 descargas en el primer mes. "Creemos que ha sido un éxito", dice un portavoz del Gobierno germano. Tanto es así que los partidos de oposición de ambos lados del espectro político están lanzando sus propios podcast como respuesta.

Algunos críticos consideran las emisiones de la canciller como una parte de su estrategia para evadir las preguntas difíciles. "Merkel está concediendo muy pocas entrevistas desde su nombramiento", afirma Sascha Kneip, analista del Centro de Investigaciones para las Ciencias Sociales de Berlín. "Tal vez espera que así la prensa empleará los podcast y aireará los puntos de vista del Gobierno… sin que ella tenga que defenderlos y justificarlos". —Andrew Curry

Andrew Curry es periodista estadounidense y vive en Alemania.