El debate sobre la influencia del lobby israelí (julio/agosto, 2006) no hizo nada por mitigar mi preocupación de que los aliens se hayan apoderado de los cuerpos de Mearsheimer y Walt. Después de todo, ¿cómo podrían dos pensadores realistas sugerir que la política exterior de EE UU ha sido influenciada por un lobby nacional? ¿No enseña la teoría realista que un Estado toma decisiones basadas en un cálculo del equilibrio internacional del poder?

Mearsheimer —un defensor del realismo ofensivo— argumenta en su libro Tragedy of Great Power Politics que aquellos al mando están siempre intentando maximizar la posición de poder de EE UU respecto a otros Estados. Entonces, ¿no deberían estar desinteresados en las visiones de un grupo interno? Si los autores creen en el poder del lobby israelí, deben abandonar la teoría realista en la que se han apoyado a lo largo de sus carreras.

  • Mackubin Thomas Owens
    Catedrático de Asuntos de Seguridad Nacional
    Escuela de Guerra Naval
    Newport, EE UU

Los autores dejan tres puntos importantes sin tratar. Primero, Israel no es una democracia al estilo norteamericano, porque los judíos nacen con más derechos que los no judíos. En segundo lugar, los estadounidenses ven a Israel de manera positiva, en parte, porque los medios se autocensuran. Tercero, el lobby israelí promueve las voces que desacreditan a los árabes y musulmanes. Un ejemplo es el historiador Bernard Lewis, que aconsejó a Bush antes de la guerra de Irak que el único lenguaje que entendían los árabes era la fuerza.

  • Badruddin Khan
    San Francisco, EE UU

¿Por qué, de todos los miembros de la ONU, sólo la existencia de Israel está en tela de juicio? Parece haber un injusto doble rasero en las mentes de estos dos profesores, que explica las muchas exageraciones y rotundos errores de su estudio original.

  • Menachem Kellner
    Profesor de Historia judía
    Universidad de Haifa, Israel

Mearsheimer y Walt responden:
Mackubin Owens está en lo cierto acerca de que la influencia del lobby israelí sobre la política exterior estadounidense no es consecuente con la teoría realista. Ninguna de las ciencias sociales es siempre correcta, pero seguimos creyendo que el realismo es la mejor herramienta para explicar el comportamiento de un Estado. Además, la teoría realista argumenta que los Estados que pierden la visión de su interés nacional podrán finalmente pagar un precio importante. La excesiva influencia del lobby israelí en la política exterior norteamericana ha costado a EE UU un alto precio, y estos costes pueden aumentar si este poder no es reducido.

Menachem Kellner insinúa que la existencia de Israel está en tela de juicio y que esto de alguna manera invalida las críticas. Es una falacia. Un Estado con cientos de armas nucleares y uno de los ejércitos más poderosos del mundo no va a ser conquistado. Además, sólo un puñado de actores internacionales siguen desafiando la existencia de Israel —Hamás, Hezbolá y el presidente iraní— y han sido condenados por esta postura. La principal razón por la que Israel es un objetivo constante de críticas es su horrible trato a los palestinos, y más recientemente su ataque contra civiles en Líbano.

El debate sobre la influencia del lobby israelí (julio/agosto, 2006) no hizo nada por mitigar mi preocupación de que los aliens se hayan apoderado de los cuerpos de Mearsheimer y Walt. Después de todo, ¿cómo podrían dos pensadores realistas sugerir que la política exterior de EE UU ha sido influenciada por un lobby nacional? ¿No enseña la teoría realista que un Estado toma decisiones basadas en un cálculo del equilibrio internacional del poder?

Mearsheimer —un defensor del realismo ofensivo— argumenta en su libro Tragedy of Great Power Politics que aquellos al mando están siempre intentando maximizar la posición de poder de EE UU respecto a otros Estados. Entonces, ¿no deberían estar desinteresados en las visiones de un grupo interno? Si los autores creen en el poder del lobby israelí, deben abandonar la teoría realista en la que se han apoyado a lo largo de sus carreras.

  • Mackubin Thomas Owens
    Catedrático de Asuntos de Seguridad Nacional
    Escuela de Guerra Naval
    Newport, EE UU

Los autores dejan tres puntos importantes sin tratar. Primero, Israel no es una democracia al estilo norteamericano, porque los judíos nacen con más derechos que los no judíos. En segundo lugar, los estadounidenses ven a Israel de manera positiva, en parte, porque los medios se autocensuran. Tercero, el lobby israelí promueve las voces que desacreditan a los árabes y musulmanes. Un ejemplo es el historiador Bernard Lewis, que aconsejó a Bush antes de la guerra de Irak que el único lenguaje que entendían los árabes era la fuerza.

  • Badruddin Khan
    San Francisco, EE UU

¿Por qué, de todos los miembros de la ONU, sólo la existencia de Israel está en tela de juicio? Parece haber un injusto doble rasero en las mentes de estos dos profesores, que explica las muchas exageraciones y rotundos errores de su estudio original.

  • Menachem Kellner
    Profesor de Historia judía
    Universidad de Haifa, Israel

Mearsheimer y Walt responden:
Mackubin Owens está en lo cierto acerca de que la influencia del lobby israelí sobre la política exterior estadounidense no es consecuente con la teoría realista. Ninguna de las ciencias sociales es siempre correcta, pero seguimos creyendo que el realismo es la mejor herramienta para explicar el comportamiento de un Estado. Además, la teoría realista argumenta que los Estados que pierden la visión de su interés nacional podrán finalmente pagar un precio importante. La excesiva influencia del lobby israelí en la política exterior norteamericana ha costado a EE UU un alto precio, y estos costes pueden aumentar si este poder no es reducido.

Menachem Kellner insinúa que la existencia de Israel está en tela de juicio y que esto de alguna manera invalida las críticas. Es una falacia. Un Estado con cientos de armas nucleares y uno de los ejércitos más poderosos del mundo no va a ser conquistado. Además, sólo un puñado de actores internacionales siguen desafiando la existencia de Israel —Hamás, Hezbolá y el presidente iraní— y han sido condenados por esta postura. La principal razón por la que Israel es un objetivo constante de críticas es su horrible trato a los palestinos, y más recientemente su ataque contra civiles en Líbano.

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