La política agraria común (PAC) de la Unión Europea tiene
la culpa de muchas cosas. Sus críticos dicen que impide a los agricultores
de los países en desarrollo competir en los mercados europeos. También
aseguran que engulle los fondos estatales que podrían destinarse a programas
sociales, como educación y sanidad. Y que estrangula la competitividad
europea al redistribuir el presupuesto entre sectores poco productivos de la
economía. Ahora, sus enemigos pueden agregar tres razones más
para oponerse a la PAC: lobos, osos y jabalíes.

Menú gratis: un lobo europeo observa un rebaño de ovejas.
Menú gratis: un lobo europeo
observa un rebaño
de ovejas.

En 1992, Europa reformó su política agrícola para animar
a los los granjeros a no cultivar grandes extensiones de tierra (hoy, la PAC
). En el mismo año, Bruselas lanzó una directiva sobre el hábitat
que restringía la caza de una amplia variedad de especies. Esta combinación
de más espacio y caza limitada ha desatado un boom de la población
de los más fieros depredadores del Viejo Continente. "Puede decirse
que [el regreso de los lobos y los osos] es por culpa de la política
de la UE", dice Andreas Baumueller, un representante de Adena-WWF en
la sede de Bruselas. "La directiva comunitaria sobre el hábitat,
que incluye especies como el oso pardo y el lobo, ha dado la posibilidad a
estos animales de volver a esos lugares".

Es más, han vuelto en manadas. Los lobos regresaron a Francia en 1991,
después de una ausencia de 100 años, y ahora matan a unas 2.500
ovejas al año. Quince jabalíes escaparon de su cautividad en
Gran Bretaña en la década de los 80 y ahora hay más de
mil ejemplares sólo en el sureste. La ciudad de Londres sabe que, "sin
intervención humana, los jabalíes podrían convertirse
en un miembro permanente de nuestra fauna" por primera vez en casi quinientos
años. En Alemania, el problema de los osos es aún peor. A pesar
de que los cazadores matan a más de 200.000 cada año, la población
continúa expandiéndose. Si su crecimiento no se controla pronto,
Bruselas podría despertar aún más resentimiento entre
la gente.

La política agraria común (PAC) de la Unión Europea tiene
la culpa de muchas cosas. Sus críticos dicen que impide a los agricultores
de los países en desarrollo competir en los mercados europeos. También
aseguran que engulle los fondos estatales que podrían destinarse a programas
sociales, como educación y sanidad. Y que estrangula la competitividad
europea al redistribuir el presupuesto entre sectores poco productivos de la
economía. Ahora, sus enemigos pueden agregar tres razones más
para oponerse a la PAC: lobos, osos y jabalíes.

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En 1992, Europa reformó su política agrícola para animar
a los los granjeros a no cultivar grandes extensiones de tierra (hoy, la PAC
). En el mismo año, Bruselas lanzó una directiva sobre el hábitat
que restringía la caza de una amplia variedad de especies. Esta combinación
de más espacio y caza limitada ha desatado un boom de la población
de los más fieros depredadores del Viejo Continente. "Puede decirse
que [el regreso de los lobos y los osos] es por culpa de la política
de la UE", dice Andreas Baumueller, un representante de Adena-WWF en
la sede de Bruselas. "La directiva comunitaria sobre el hábitat,
que incluye especies como el oso pardo y el lobo, ha dado la posibilidad a
estos animales de volver a esos lugares".

Es más, han vuelto en manadas. Los lobos regresaron a Francia en 1991,
después de una ausencia de 100 años, y ahora matan a unas 2.500
ovejas al año. Quince jabalíes escaparon de su cautividad en
Gran Bretaña en la década de los 80 y ahora hay más de
mil ejemplares sólo en el sureste. La ciudad de Londres sabe que, "sin
intervención humana, los jabalíes podrían convertirse
en un miembro permanente de nuestra fauna" por primera vez en casi quinientos
años. En Alemania, el problema de los osos es aún peor. A pesar
de que los cazadores matan a más de 200.000 cada año, la población
continúa expandiéndose. Si su crecimiento no se controla pronto,
Bruselas podría despertar aún más resentimiento entre
la gente.