¿Qué apariencia tiene la vida en un Estado fallido?

 

La etiqueta Estado fallido puede evocar indefinidas imágenes de pobreza y miseria, pero existe toda una variedad de problemas que asolan a estos países. Sí, una asistencia sanitaria deficiente, unas infraestructuras ínfimas y el hambre más básico son los culpables fundamentales, pero en ocasiones un dictador despiadado, las tensiones étnicas o la corrupción política se convierten en los principales responsables. ¿Qué apariencia tiene la vida en un Estado fallido? He aquí una mirada a la vida en los 10 primeros países más frágiles del Índice de Estados Fallidos (IEF) -y de cómo llegó a ser así-.

 

 

somalia

1. SOMALIA

Puntuación del IEF: 114,9  

Existe una razón para que Somalia haya encabezado el Índice de Estados Fallidos durante cinco años consecutivos. Aunque el internacionalmente reconocido Gobierno Federal de Transición logró el control de la capital, Mogadiscio, en agosto del año pasado tras la retirada, conseguida con gran esfuerzo, del grupo terrorista Al Shabab, todavía le falta el control de grandes franjas del país, incluyendo Somalilandia y Puntlandia en el norte. La policía somalí es "en general ineficaz", mientras que la violencia, la piratería y los secuestros son amenazas habituales. El año pasado, una de las más mortíferas sequías en décadas provocó una hambruna que mató a decenas de miles de personas y desplazó a otros cientos de miles en el país, donde el 16% de la población estaba internamente desplazada en 2011 —la tasa más alta de todo el mundo—. La Unión Africana y tropas kenianas están trabajando para llevar seguridad a Somalia, y algunos signos de crecimiento en la capital parecen ofrecer un destello de esperanza, mientras que los planes para aprobar una nueva Constitución y elegir a unos nuevos presidente y primer ministro a finales de verano presentan una prueba crucial.

Aquí, un muchacho somalí se sienta en las ruinas de lo que fue la catedral católica romana de Mogadiscio el 18 de agosto de 2011. Cientos de somalíes establecieron refugios temporales en el interior de las ruinas de la catedral tras huir de sus aldeas durante la peor sequía de los últimos 60 años.

 

Roberto Schmidt/Gettyimages

 

 

 

congo

2. REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO

Puntuación del IEF: 111,2 

Nueve años después del fin oficial de la Segunda Guerra del Congo, la República Democrática del Congo (RDC) celebró elecciones presidenciales en noviembre de 2011. Pero las caóticas votaciones, empañadas por la violencia, la corrupción y la inestabilidad, solo sirvieron para poner de manifiesto el hecho de que el país —donde 1,7 millones del total de 71 millones de residentes son desplazados internos— sigue siendo aterradoramente inestable. El vencedor de las elecciones, que fueron ignoradas de manera generalizada por la comunidad internacional, fue Joseph Kabila, que ha gobernado la RDC desde que su padre, el antiguo presidente, fuera asesinado en 2001. Aunque Kabila se haya aferrado al poder, no se puede decir en ningún caso que esté cómodamente instalado en el palacio presidencial. El que fuera el líder rebelde Bosco Ntaganda, en búsqueda por el Tribunal Penal Internacional, continúa llevando a cabo ataques contra oponentes políticos y civiles con impunidad. Sus acciones son solo parte de una epidemia de violencia que asola el país, especialmente en la región oriental, que ha sido llamada la "la capital mundial de las violaciones".

Arriba, seguidores de Unión para la Democracia y el Progreso Social ayudan a un hombre que ha sido disparado en una pierna por los soldados cerca del aeropuerto de Ndjili en Kinshasa, la capital, el 26 de noviembre de 2011. El último día de campaña antes de las elecciones en RDC derivó en una serie de enfrentamientos entre el principal líder de la oposición, Etienne Tshisekedi, y la policía, que bloqueó su Hummer cuando Tshisekedi intentaba evitar la prohibición de manifestación.

 

AFP/GettiImages

 

 

 

sudan

3. SUDÁN

Puntuación del IEF: 109,4

El año 2011 fue testigo de cómo el frágil Estado de Sudán se partía literalmente en dos cuando Sudán del Sur declaró formalmente su independencia en julio. La ruptura entre los dos antiguos rivales no ha sido pacífica, con numerosos roces a causa de las regiones productoras de petróleo situadas a lo largo de la frontera, una crisis interna, cada vez más grave, de refugiados del sur que se han quedado atrapados en el norte y el hecho de que cada bando se acusa mutuamente de apoyar a los movimientos rebeldes internos. Las tensiones alcanzaron su punto crítico en abril de 2012 cuando el régimen de Jartum lanzó ataques aéreos y envió tropas de tierra al otro lado de la frontera, y el presidente de Sudán, Omar al Bashir juró aniquilar a los líderes del Sur, refiriéndose a ellos como "insectos". Los analistas están advirtiendo ahora que amenaza con producirse una guerra generalizada.

Aquí, la carrocería de un vehículo, que fue alcanzado por una bomba, descansa frente al abandonado pueblo de Trogi durante los combates en la región de Kordofán del Sur, situada en la zona fronteriza.

 

Gettyimages

 

 

chad

4. CHAD

Puntuación del IEF: 107,6

La fortuna de Chad pareció mejorar en 2010, cuando el presidente Idriss Déby y Bashir, su homólogo sudanés, pusieron fin a las hostilidades que se habían estado incubando desde hacía mucho tiempo entre los dos vecinos (la castigada región de Darfur se sitúa a lo largo de su frontera común). Pero en  2011 —el cincuenta aniversario de la independencia de Chad de Francia— trajo nuevos tumultos. Déby se aseguró un cuarto mandato en una competición que fue boicoteada por los partidos de oposición, que acusaban al partido del presidente de amañar previamente las elecciones parlamentarias. Más reciente, la empobrecida nación centroafricana experimentó una emergencia alimentaria como parte de una crisis aún mayor en la región del Sahel. El periodista Steve Coll ha descrito a Chad, que se convirtió en una nación productora de petróleo en 2003, como "un ejemplo de libro de la maldición de los recursos".

Una mujer con su hijo está refugiada tras haber sufrido un ataque a su pueblo que los obligó a huir. Goz Beida, Chad.

 

Marco di Lauro/Gettyimages

 

 

zimbabue

5. ZIMBABUE

Puntuación del IEF: 106,3

Tras más de tres décadas de mala gestón por parte del hombre más poderoso del país, Robert Mugabe, — salpicadas de masacres, asesinatos y campañas contra los granjeros blancos instigadas por el Gobierno—,  Zimbabue está en un estado desastroso. Su economía se ha deteriorado durante gran parte de la pasada década, y en 2008 la hiperinflación alcanzó su punto crítico llegando a una tasa anual que un economista calculó como la segunda más alta de la historia mundial. Desde entonces, la economía ha comenzado a expandirse otra vez, creciendo un estimado 6% en 2011, pero Zimbabue continua siendo frágil políticamente: el arreglo para el reparto de poder acordado entre Mugabe y el líder de la oposición Morgan Tsvangirai sigue siendo más teórico que real. El futuro del país —y cuánto más se hundirá todavía en esta lista— depende, en buena medida, de quién los administre cuando Mugabe, que ahora tiene 88 años, muera.

Aquí, un póster desgarrado de Mugabe cuelga de una pared en una calle de Bulawayo.

 

John Moore/Gettyimages

 

 

 

afganistan

6. AFGANISTÁN

Puntuación del IEF: 106

Desde la corrupción y la intriga que rodean el mandato del presidente, Hamid Karzai, hasta la implacable dependencia del comercio del opio, pasando por el hecho de que se trata del país más hostil del mundo para las mujeres, Afganistán incuestionablemente cumple todos los requisitos para ser un Estado fallido. Y eso al margen de la guerra, que ya dura una década y no muestra signos de una resolución inmediata a pesar de los planes de Estados Unidos para retirar las tropas en 2013. Las oportunidades de éxito del próximo traspaso de las responsabilidades de seguridad de manos de la OTAN a los afganos depende de forma precaria de la cooperación de Pakistán, así como de si los talibán —que últimamente han resurgido en el norte del país— pueden ser contenidos. La trayectoria de Afganistán en el Índice de Estados Fallidos —en el que, poco a poco, ha ido avanzando para pasar desde el número 11 en 2005 al número 6 este año— desgraciadamente no presagia nada bueno.

En la premiada foto de arriba, una niña grita rodeada de los cadáveres dejados por un atentado suicida en Kabul el 6 de diciembre de 2011. Más de 70 personas perdieron la vida en el ataque.

 

Massoud Hossaini/Gettyimages

 

 

haiti

7. HAITÍ

Puntuación del IEF: 104,9

Han pasado más de dos años desde que un tremendo terremoto redujera a escombros gran parte de esta isla, pero el camino hacia la recuperación continúa siendo largo para Haití. En mayo, el músico y presidente Michel Martelly, que fue elegido gracias a un programa de reformas radicales y desarrollo de infraestructuras, cumplió un año en el cargo. Pero su periodo en el poder se ha visto empañado por escándalos de corrupción, luchas políticas internas e insinuaciones por parte de los críticos de que el dirigente, más conocido como "Dulce Micky", planea erigirse como dictador. Podría existir alguna esperanza para un futuro desarrollo: a medida que la ayuda internacional va extinguiéndose el país está intentando posicionarse como destino turístico. Aunque la inestabilidad social, económica y política, unida a la arraigada imagen de Haití como zona de desastre, hasta el momento ha impedido el regreso de los veraneantes.

Aquí, un niño haitiano pasa frente al destruido palacio presidencial el 8 de marzo de 2012, en Puerto Príncipe. Decenas de miles de haitianos viven todavía en tiendas de campaña en la capital y sus alrededores.

 

Spencer Platt/Getty Images

 

 

yemen

8. YEMEN

Puntuación del IEF: 104,8

Los 22 años de gobierno del presidente Alí Abdullah Saleh finalmente llegaron a su fin en noviembre, cuando accedió a abandonar el poder entre masivas protestas y la creciente violencia en la capital yemení, Sanaa. Pero la democracia no ha florecido en Yemen, donde solo un candidato, el ex vicepresidente Abdu Rabbu Mansour Hadi, aparecía en las papeletas de votación en las elecciones de febrero. Mientras tanto, Al Qaeda en la Península Arábiga se ha aprovechado del caos político para hacerse con varias ciudades en el sur del país. El Ejército ha lanzado una ofensiva total para recuperar el territorio perdido, y Estados Unidos ha acelerado sus ataques sobre objetivos de Al Qaeda.

Arriba, soldados yemeníes subidos a un todoterreno cerca de la ciudad de Jaar, un bastión yihadista al norte de Zinjibar, capital de la provincia de Abyan, el 30 de mayo de 2012, mientras las fuerzas de Yemen continuaban su ofensiva contra los partidarios de Al Qaeda en el sur.

 

AFP/GettyImages

 

 

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9. IRAK

Puntuación del IEF: 104,3

Aunque los niveles generales de violencia en Irak han decrecido sustancialmente desde los momentos álgidos de la lucha sectaria en el periodo 2006-2007, los atentados y tiroteos mortales han socavado repetidamente la seguridad. El frágil acuerdo para el reparto del poder en el país fue puesto a prueba solo días después de que Estados Unidos completara la retirada de tropas en diciembre de 2011, cuando el Gobierno de mayoría chií del primer ministro iraquí, Nouri al Maliki, emitió una orden de arresto contra el vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, bajo la acusación de haber dirigido escuadrones de la muerte. Pero Maliki, que recientemente esquivó una moción de censura, también ha sido responsable de algunos éxitos. La producción de petróleo está en sus mayores niveles en décadas y su PIB se ha más que duplicado entre 2010 y 2011.

Arriba, Nouri al Maliki, habla durante una rueda de prensa en presencia de un guardia de seguridad en la fortificada Zona Verde de Bagdad. El primer ministro denunció un ataque estadounidense contra una milicia chií que fue realizado en Sadr City.

 

Wathiq Khuzaie/Getty Images

 

 

car

10. REPÚBLICA CENTROAFRICANA

Puntuación del IEF: 103,8

Cuando la agencia de noticias, Associated Press, llama a una nación “desesperadamente pobre” a pesar de sus ricos depósitos de minerales, añadiendo que “bandidos e insurgentes armados rondan por las anárquicas zonas rurales"; cuando el Foreign and Commonwealth Office británico recomienda a los visitantes evitar los viajes “no esenciales” a la mayor parte del territorio del país, y Lonely Planet la llama el África “real” por ser tan “subdesarrollada, fragmentada y azotada por la pobreza”; y cuando un periodista danés se puede comprar el puesto de embajador en el país y usarlo para satirizar la absurda corrupción que lo desgarra, entonces, desgraciadamente, no se puede decir que haya sido un buen año en cuanto a avances para la República Centroafricana.

Arriba, una mujer camina por la ciudad de Kaga Bandoro, controlada por los rebeldes, en el norte del país.

 

Spencer Platt/Getty Images