La Presidencia española de la UE es una oportunidad única para avanzar en la construcción de una Europa de la Defensa.

 

Capacidades operativas

Los portavoces españolas han reiterado toda las veces que han hablado de los objetivos de la Presidencia española la necesidad de seguir progresando en capacidades operativas autónomas para la UE y en las deficiencias aún importantes por resolver que existen en este terreno. En este sentido, España impulsará soluciones para la falta de transporte aéreo, mediante la creación de un Mando de Transporte Aéreo que marque pautas para compartir capacidades. Como desarrollo de esta idea, hará hincapié en llegar a un consenso para establecer una unidad europea de helicópteros que realmente funcione, siguiendo en este sentido los pasos dados por Francia, y en seguir creyendo en el proyecto de avión de transporte A400M, a pesar de sus problemas de desarrollo y la acumulación de retrasos.

Por otra parte, la Presidencia española, como hizo la francesa en 2008, apoyará la labor de la Agencia Europea de la Defensa, impulsando sus iniciativas en marcha aunque siendo consciente de que la coordinación de la cooperación armamentística en Europa constituye un reto de mucha más envergadura que cualquier Presidencia en materia de PESD.

 

Más cooperación internacional

El Gobierno de Rodríguez Zapatero ya ha adelantado que planteará también la prioridad de implantar la denominada “cláusula de solidaridad” que, en parecidos términos a los fijados en la Alianza Atlántica, establezca que todos los países de la Unión estén obligados a salir en ayuda de un Estado “que está sufriendo”, sea un atentado terrorista o una catástrofe natural. Por otra parte, España buscará mejorar la asociación estratégica existente entre la UE y la OTAN para “optimizar” los recursos, sin perder de vista que 21 de las 28 naciones pertenecen a ambas organizaciones que ya han constituido un grupo informal de alto nivel para mejorar de forma pragmática su cooperación.

Algunos han propuesto que España, aproveche las buenas relaciones con la Administración Obama –favorable a que la UE desarrolle una capacidad de defensa autónoma–, para lanzar un esfuerzo estructurado entre la UE y EE UU con la convocatoria de una Cumbre de Seguridad. Temas no faltan –Afganistán, cuerno de África, etc.– pero parece poco probable que pueda cristalizar antes del próximo verano, más allá de un capítulo de la reunión política de más amplio espectro que está programada durante la Presidencia española.

 

Operaciones PESD

La UE ha desarrollado desde 2003 una veintena de operaciones, pero aún así sus misiones han sido limitadas en ambición y efectivos (se han desplegado sólo el 0,3% de los soldados que tiene la UE). La perspectiva, sin embargo, apunta a un incremento de estas. En este sentido, España ha propuesto liderar un estudio sobre las fuerzas multinacionales existentes que permita racionalizar las que ya hay y agilizar los procedimientos para iniciarlas y dirigirlas. En el terreno práctico, están activas diez operaciones dentro de la PESD, aunque sólo dos son militares (Altea y Atalanta). Es previsible que Carmen Chacón presione por modificar la primea en civil, como ya ha pedido públicamente, y retirar el contingente militar español de Bosnia-Herzegovina, el principal en estos momento. Por otra parte, no se prevé a corto plazo el inicio de ninguna operación de gran envergadura liderada por la UE y parece poco probable que se involucre más en Afganistán, terreno que seguirá siendo de la OTAN.

 

Libro Blanco y nuevo OCE

Durante la Presidencia española se iniciarán o avanzar propuestas que, difícilmente, podrán concluir durante el primer semestre del 2010 pero, no por ello, menos importantes. Entre ellas destaca el comienzo de la redacción del Libro Blanco de la Seguridad y Defensa Europea, que deberá concluirse en 2011 y que concederá un marco doctrinal y comprensivo de la línea a seguir en este terreno de cara al futuro. Tampoco podemos olvidar la necesidad de evaluar, quizá a través de una conferencia, el grado de cumplimiento del denominado Objetivo de Capacidades Europeas 2010 (OPC 2010) y que ha marcado el camino de la Unión en materia de Seguridad y Defensa en los últimos años. España deberá evaluar si se requiere un nuevo Objetivo Principal o bien formular propuesta para profundizar y optimizar en lo conseguido.