Macron
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, el primer día de una cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) en la sede de la UE en Bruselas, el 22 de marzo de 2018. (JOHN THYS/AFP/Getty Images)

Un retrato de Emmanuel Macron, de su personalidad transgresora y su mente visionaria, y de cómo el Presidente francés supone una gran oportunidad para Francia y Europa.

Revolution Francaise: Emmanuel Macron and the Quest to reinvent the Nation

Sophie Pedder

Bloomsbury, 2018

“Es un gato: lo arrojas por la ventana y consigue caer de pie”. Así es como Alain Minc, el conocedor por excelencia de los círculos parisinos, describió a Emmanuel Macron antes de que este se convirtiera en el presidente más joven de Francia, hace poco más de un año, en el ejemplo de salida a la palestra y eliminación de nombres más rápido de la política gala desde 1945. Es demasiado pronto para poder calificar a Emmanuel Macron de éxito en términos históricos, pero lo que es indudable es que Francia se ha despertado de unos años de profundo pesimismo y miedo al futuro para afrontar el siglo XXI.

Revolution Francaise: Emmanuel Macron and the Quest to Reinvent a Nation es un libro bien trazado, el retrato muy documentado de un rey filósofo moderno muy propio de su autora, Sophie Pedder, que es una periodista experimentada. Pedder ha observado de cerca el ascenso de Macron, aparte de haber tenido acceso a muchos amigos suyos. Se ha reunido periódicamente con él, y su descripción del primer encuentro que tuvieron en el Elíseo, en mayo de 2012, cuando el presidente François Hollande le nombró su asesor económico, es revelador.

Su protagonista es un abanderado del liberalismo, lo cual es alentador en la demoledora era de Donald Trump. Cree en Europa, piensa que la gente debe tener más poder para elegir, adora las discusiones, sobre todo con los que discrepan política o filosóficamente de él. Macron ha demostrado que es un hábil operador político, un puño de hierro en guante de terciopelo, un hombre decidido a modernizar Francia y darle esperanzas.

Además, Macron está convencido de que es posible revivir el motor franco-alemán de Europa y, hasta ahora, ha actuado con astucia en la política internacional. Intentó con todas sus fuerzas que Donald Trump cambiara de opinión sobre Irán, aunque no lo logró, y eso no le impidió criticar la postura del Presidente estadounidense sobre el comercio internacional ante todo el Congreso de Washington. Sacó al Primer Ministro libanés, Said Hariri, de las garras de los saudíes, pero no está claro el peso que pueda tener Francia en el enfrentamiento entre Estados Unidos e Irán. No tiene mucho sentido juzgar a Macron por el mismo rasero que a sus predecesores, en una época en la que Donald Trump parece empeñado en trastocar el orden internacional creado tras la Segunda Guerra Mundial. Sophie Pedder ofrece un relato cercano, a mitad de camino entre el reportaje y el análisis, que resulta de un valor incalculable para explicar ...