Un niño pasa cerca de un soldado fuera de una escuela en Acapulco, México. (Pedro Pardo/AFP/Getty Images)
Un niño pasa cerca de un soldado fuera de una escuela en Acapulco, México. (Pedro Pardo/AFP/Getty Images)

He aquí un repaso a las entidades federales de México que han experimentado los mayores avances o deterioros en materia de paz durante los últimos cinco años. ¿Qué factores han impulsado estas tendencias? ¿Cuáles son los principales desafíos de cara al futuro?

 

Cinco estados con mayor avance

Nayarit

Desde 2011, el estado de Nayarit ha logrado importantes avances en sus niveles de violencia, esto se reflejó en una mejora en el Índice de Paz de México (IPM): pasó del lugar 32 en 2011 al 19 en 2015. Esta mejora en el nivel de paz ha sido apuntalada por bajas considerables en las tasas de homicidio y delitos cometidos con armas de fuego (86 y 87%, respectivamente). De igual modo, desde el apogeo de la guerra contra las drogas en 2011, la tasa de delitos con violencia disminuyó 41%.

Antes de 2011, esta entidad tuvo una alta tasa de homicidios relacionados con grupos de la delincuencia organizada, incluidos multihomicidios. Aunque en el estado existen zonas propicias para la producción de amapola, la tasa de crímenes relacionados con la delincuencia organizada disminuyó 11%, lo que incluye una reducción del 50% en el número de delitos relacionados con el tráfico de drogas.

Si bien Nayarit ha avanzado de manera notoria en su nivel de paz, existe un indicador que se ha deteriorado considerablemente: la tasa de presos sin condena, la cual aumentó 230% desde 2011, pasando de 930 personas encarceladas de forma preventiva a 1.926.

Nayarit se ubica en el lugar 11 en el Índice de Paz Positiva de México, lo que sugiere que cuenta con las actitudes, instituciones y estructuras para avanzar aún más en el futuro. En particular, este estado tiene un buen desempeño en los indicadores sobre buenas relaciones con los vecinos y el buen funcionamiento del gobierno.

 

Durango

El estado de Durango ha mejorado considerablemente desde 2011, subiendo 10 lugares hasta ocupar el 21 en 2015. En general, avanzó en la mayoría de los indicadores, sobre todo en los referentes a homicidio, delitos cometidos con armas de fuego y crímenes de la delincuencia organizada, esto al disminuir el número de secuestros y delitos relacionados con el tráfico de drogas: 93% y 66%, respectivamente.

Si bien Durango muestra una mejora notable en la mayoría de los indicadores, la calificación obtenida en el indicador de presos sin condena, empeoró 118%. Paradójicamente, el mal desempeño del estado tanto en este indicador como en el de eficiencia del sistema judicial evidencia que optimizar el sistema penal y judicial generaría mayores avances.

En el Índice de Paz Positiva de México, Durango está situado en la posición 14 en 2015, lo cual sugiere que el estado tiene áreas de oportunidad para mejorar en el futuro. En relación con el resto de México, obtiene calificaciones particularmente buenas en los indicadores  bajos niveles de corrupción y buen funcionamiento del gobierno, dos características muy necesarias para que logre implementar plenamente las reformas judiciales. El estado puede beneficiarse al invertir para mejorar el entorno empresarial sólido y potenciar su capital humano.

 

Nuevo León

Este estado ha logrado avances sólidos en su nivel de paz desde 2011, apuntalados por mejoras importantes en las tasas de homicidio, delitos con violencia y delitos cometidos con armas de fuego, que disminuyeron 78%, 59% y 50%, respectivamente. En general, esta entidad escaló dos lugares para colocarse en la posición 24. Su cambio en la calificación general fue de 25%, la tercera mayor mejora en el IPM entre 2011 y 2015.

Sin embargo, también registró un incremento de 220% en la tasa de crímenes relacionados con la delincuencia organizada. El número de extorsiones en el estado aumentó ocho veces entre 2011 y 2015. Es comprensible que Nuevo León enfrente mayores retos en la mejora en su nivel de paz debido a su cercanía con la frontera con Estados Unidos, aunado al incremento en la actividad de la delincuencia organizada en estados vecinos. No obstante, la entidad fue una de las cinco que registraron la mayor baja en homicidios vinculados con la delincuencia organizada en 2014, tanto en términos absolutos como en porcentaje.

El estado ocupa el primer lugar en el Índice de Paz Positiva de México, lo que constituye una notoria disparidad con su clasificación en el lugar 24 en Paz Negativa. Es probable que el excedente de Paz Positiva haya contribuido a su mejora y destaca su potencial para lograr mayores avances en el nivel de paz.

 

Chihuahua

Un hombre camina entre zapatos rojos que simbolizan todas las mujeres desaparecidas en Ciudad Juárez, Estado de Chihuahua. Jesus Alcazar/AFP/Getty Images
Un hombre camina entre zapatos rojos que simbolizan todas las mujeres desaparecidas en Ciudad Juárez, Estado de Chihuahua. Jesus Alcazar/AFP/Getty Images

Este estado ha conseguido mejoras considerables en su nivel de paz desde el apogeo de la violencia en 2011. Una reducción de 70% en la tasa de homicidio es uno de los principales factores que contribuyeron a este avance: de una tasa de 87 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2011 a 27 en el 2015. Gran parte de esta disminución se concentró en Ciudad Juárez, la urbe de mayor tamaño del estado, donde la tasa de homicidio bajó de 148 a 31 por cada 100.000 habitantes en 2014.

La baja en homicidios podría relacionarse con los avances en frenar la delincuencia organizada, pues la tasa de crímenes relacionados con estos grupos, mejoró 87% en los últimos cinco años. En particular, el número de secuestros y extorsiones bajó 95% en ambos casos. La mejora en Chihuahua es especialmente notoria dada su ubicación en la frontera con Estados Unidos y su historia como gran centro de distribución de estupefacientes.

Las calificaciones de Paz Positiva de Chihuahua son mixtas. Si bien se sitúa relativamente bien en distribución equitativa de los recursos y en buenas relaciones con los vecinos, se queda atrás en varios indicadores más y tiene mal desempeño en entorno empresarial sólido y en buen funcionamiento del gobierno. Los avances registrados en el control de la delincuencia organizada motivan para mejorar aún más los niveles de paz.

 

Baja California

Por su parte, este estado mejoró en tres de siete indicadores desde 2011, en gran parte debido a la disminución. La tasa de crímenes relacionados con la delincuencia organizada disminuyó 78% en los últimos cinco años. En particular, el número de secuestros se redujo 80%.

Sin embargo, entre 2011 y 2015, la tasa de homicidio subió un 13% en el estado. Había bajado paulatinamente hasta 2015, cuando revirtió la tendencia al elevarse 31%. Los homicidios han ido en aumento en Tijuana, la ciudad más grande de Baja California y un importante centro industrial y financiero de México. Los homicidios ejercieron el mayor impacto económico que cualquier otro tipo de violencia: 32.000 millones de pesos en 2015.

Los retos a los que se enfrenta el sistema judicial de la entidad complican aún más la escena. La relación entre las personas detenidas sin condena y el nivel de violencia se incrementó 23% desde el apogeo de la guerra contra las drogas en 2011. El estado fue uno de los primeros en poner en marcha las reformas al sistema de justicia, pero hasta junio de 2015 el proceso no se había iniciado en Tijuana.

Las calificaciones de Baja California en el Índice de Paz Positiva de México revelan que la entidad está en buena posición para continuar avanzando, ya que obtiene calificaciones especialmente buenas en altos niveles de capital humano y distribución equitativa de los recursos. El estado ha conseguido mejoras considerables, aunque enfrenta riesgos si la violencia sigue escalando en Tijuana y otras ciudades.

 

Cinco estados con mayor deterioro

Baja California Sur

Esta entidad ha experimentado el mayor deterioro en el nivel de paz entre los estados desde 2011, a diferencia de la tendencia nacional. Desde ese año, Baja California Sur ha empeorado en casi todos los indicadores, excepto en delitos con violencia y financiamiento de las fuerzas policiales. La tasa de homicidio se triplicó, de 5,7 en 2011 a 19,8 en 2015; asimismo, la tasa de delitos cometidos con armas de fuego se elevó siete veces.

Buena parte del deterioro registrado sucedió el año pasado, originado por un aumento en los enfrentamientos entre el cártel de Sinaloa y una alianza de reciente formación entre Los Zetas y la Organización Beltrán Leyva. Algunas autoridades declararon a la agencia estadounidense AP que la captura del líder del cártel, Joaquín “El Chapo” Guzmán, contribuyó a un vacío de poder y un resurgimiento de la violencia. La tasa de homicidio se duplicó con creces en 2015, junto con aumentos importantes en la tasa de crímenes relacionados con la delincuencia organizada. El incremento de la violencia provocó que el gobernador de  Baja California Sur solicitara ayuda al Departamento de Estado de EE UU para combatir la amenaza que esto representa.

Este estado se ubica en el lugar 23 en el Índice de Paz Positiva de México, lo que sugiere que es débil en las actitudes, instituciones y estructuras necesarias para recuperarse de la violencia. La entidad obtiene calificaciones particularmente buenas en distribución equitativa de los recursos y altos niveles de capital humano, pero su desempeño en buen funcionamiento del gobierno y aceptación de los derechos de los demás es más débil.

 

Zacatecas

Ha sufrido una disminución considerable en sus niveles de paz desde 2011, tendencia que se aceleró el año anterior. Tanto la tasa de homicidio como la de delitos cometidos con armas de fuego, se duplicaron entre 2014 y 2015. La violencia se acentuó el año pasado, en parte, por los enfrentamientos entre Los Zetas y el Cártel del Golfo por el territorio. La situación se agrava con los actos de delincuentes oportunistas, que han aprovechado el miedo y el debilitado Estado de derecho en Zacatecas. Como resultado, cayó en el IPM de la posición 6 en 2011, a la 18 en 2015. Tan sólo en 2014 descendió siete lugares.

Los datos de la entidad en el Índice de Paz Positiva de México contrastan fuertemente con su nivel actual de seguridad. Se sitúa en octavo lugar en esta clasificación y en buen funcionamiento del gobierno. Obtiene altas calificaciones en la mayoría de los indicadores y se coloca en primer lugar en bajos niveles de corrupción. Estos últimos, tienen una alta correlación con el nivel de paz mundial.

 

Oaxaca

Un policía revisa una escena de crimen en el estado de Oaxaca. Juan Carlos Reyes/AFP/Getty Images
Un policía revisa una escena de crimen en el estado de Oaxaca. Juan Carlos Reyes/AFP/Getty Images

La violencia en el estado de Oaxaca ha aumentado de forma sistemática entre 2011 y 2015. Históricamente, ha sido un estado relativamente pacífico, sin embargo, esto ha cambiado significativamente en los últimos años. La entidad cayó de la octava posición en 2011 al 16 en 2015.

Cabe señalar que cinco de los siete indicadores se deterioraron en el estado desde 2011. La tasa de homicidio se elevó 13%, a pesar de que tuvo un ligero descenso en 2012. La tasa de delitos cometidos con armas de fuego muestra un deterioro particularmente serio, al aumentar de menos de 1 por cada 100.000 habitantes en 2011, a casi 15 en 2015. Sin embargo, las bajas tasas reportadas en 2011, 2012 y 2013 −entre 0 y 1,6− cuestionan los datos oficiales, pues la tasa media reportada entre 2003 y 2015 fue 7,8. La lasa de presos sin condena también empeoró 41%, y la de delitos con violencia se elevó 13%.

Oaxaca se clasifica en penúltimo lugar en el Índice de Paz Positiva de México, lo que explica, en parte, su deterioro en la paz negativa. En el plano internacional, el IEP ha encontrado que los países con niveles de paz negativa más altos que los de paz positiva, corren mayor riesgo de sufrir aumentos de violencia. Dicho riesgo se debe a que el déficit en paz positiva significa que los estados y países, carecen de las actitudes, instituciones y estructuras necesarias para mejorar en la paz. Oaxaca obtiene una calificación baja en todos los indicadores, en particular en distribución equitativa de los recursos.

 

Querétaro

El estado de Querétaro todavía es uno de los estados más pacíficos de México, pero su calificación general en el IPM bajó 11% entre 2011 y 2015. La entidad tiene la octava menor tasa de homicidio en 2015, con 6,9 homicidios por cada 100.000 habitantes; sin embargo, es 33% más alta que en el 2011. Además, la tasa de delitos cometidos con armas de fuego se elevó de 0,4 a 3,1 por cada 100,000 habitantes. En consecuencia, Querétaro cayó seis lugares, del segundo en 2011, al octavo en 2015. Si bien la tasa de crímenes relacionados con la delincuencia organizada se redujo un 42% durante el periodo de cinco años, en el último año registró un ligero aumento, de 7,3 a 8,8 por cada 100.000 habitantes.

El estado se ubica en la posición 10 en el Índice de Paz Positiva México, al obtener altas calificaciones en la mayoría de los indicadores. La entidad disfruta aún de una percepción de seguridad entre los inversionistas internacionales, lo cual lo hace atractivo para la inversión extranjera directa (IED); su capital, Santiago de Querétaro, supera globalmente a las demás ciudades al lograr un aumento de 233% en IED en 2014. El desempeño estatal en entorno empresarial sólido, así como en los otros indicadores de Paz Positiva, demuestra la capacidad de recuperarse de los moderados deterioros en el nivel de paz.

 

Guanajuato

Esta entidad es ligeramente menos pacífica: registra un deterioro de 7% en su calificación general entre 2011 y 2015. La tasa de delitos cometidos con armas de fuego −el indicador que más empeoró− se elevó de 1,9 a 3,5 por cada 100.000 habitantes. Al mismo tiempo, la tasa de homicidio se disparó 39% y ahora se encuentra justo arriba de la tasa nacional de 15 casos por cada 100.000 habitantes. Guanajuato cayó 11 posiciones en el IPM, al pasar de la posición 12 en 2011 a la 23 en 2015.

Aunado al aumento de violencia, han surgido enfrentamientos entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y la organización La Resistencia, así como las continuas luchas territoriales entre los cárteles de Los Zetas y de Los Caballeros Templarios.

El estado se ubica en el puesto 15 en el Índice de Paz Positiva de México, con un desempeño mixto en los indicadores de paz positiva. Mientras que obtiene relativamente buenas calificaciones en el indicador de bajos niveles de corrupción, registra un deterioro en el indicador referente a entorno empresarial sólido. Además, Guanajuato ha tenido problemas de mala calidad del agua y erosión, los cuales han entorpecido aún más su entorno de paz positiva.